Yuu no podía con la vergüenza ni el resentimiento de ver a Shiro durante los entrenamientos, en las noches de patrullaje se mantenía alejado, callado, ausente, deseando que su corazón se detuviera y simplemente muriera ahí mismo... quizá así no tendría que soportar aquellos horribles sentimientos que tenía.
Kayn, por su parte, se mantenía más pegado a Yuu que de costumbre, pues temía dejarlo solo, pensando que en cualquier momento el menor correría para verse con Shiro. Notaba cómo aquél imbécil miraba a su pequeño, y no podía más.
No tenía derecho a si quiera estar en la misma habitación, y debía resolverlo de alguna forma.
Un día nublado, amenazaba con dejar caer su furia contra la sede de la Orden. Los estudiantes tenían sesión de entrenamiento, no sentían el frío que vagaba alrededor de ellos.
Siguiente combate.
-Kayn, puedes elegir a tu oponente.
Normalmente, el nombrado solo decía "el que sea" y esperaba a que alguien se atreviera, pero esta vez no, esta vez había alguien en especial que debía elegir.
-Shiro- Pronunció mirando a otro lado, tronando sus nudillos y luego su cuello. Su mirada era tan inexpresiva que caía en lo siniestro.
Yuu no podía decir nada, pero miraba a los ojos al Shieda, rogándole que no lo hiciera, pues lo conocía. Y Shiro, no parecía tan asustado como quizá debía, tenía mucho resentimiento y deseaba finalmente ponerle un alto al arrogante muchacho.
Una vez estuvieron frente a frente, se dio la indicación y comenzaron. Al principio, caminaban lentamente, de un lado a otro sin abandonar su posición defensiva, sus intensas miradas parecían tener su propia batalla antes que sus cuerpos. Se notaba la rabia, la ira y el odio que sentían ambos oponentes.
Shiro atacó primero, lanzando un par de patadas que fueron detenidas en seco por Kayn, él contraatacó de lleno con puñetazos, hábilmente esquivados (por suerte) por el contrario. Continuaron el intercambio, Shiro esperaba cansar a su adversario, pero no sería así de fácil, no lo sería.
Por un momento, un ataque de Shiro pareció derribar al Shieda, quien estaba en una posición vulnerable, el atacante quiso rematar, pero de pronto se encontró frente a frente con los orbes ambar, reflejaban victoria. Pareció detenerse el tiempo, cuando un intenso dolor se apoderó del tobillo de Shiro. Kayn, usando una maniobra algo complicada, logró intercambiar la posición, estrellando al chico contra el suelo, para luego asestar varios golpes de los cuales el otro trataba de cubrirse.
No iba a medir su fuerza, y aunque Shiro pronto se liberó y trató de levantarse, Shieda lo envió de vuelta al suelo de una patada. Siguió atacando, y Yuu esperaba y pedía que se detuviera el combate y los separaran, pero nada sucedía.
Kayn finalmente se levantó, con los puños manchados de sangre, y Shiro yacía sobre el suelo. Respiraba, sí, y esperaba Shieda que la lección fuera aprendida, dio una ultima mirada, para dejar más claro su mensaje. No le importaba si lo castigaban por sobrepasarse con su "hermano", de ser por él, Shiro estaría muerto sobre un charco de su propia sangre.
Después de otros combates y Shiro siendo trasladado para que lo atendieran, Yuu y Kayn abandonaron el lugar.
-¿¡Por qué hiciste eso!? ¡Prometiste que no le harías nada!- Reclamó asustado y enojado, Yuu.
Kayn se relajó sentándose sobre su cama, y puso los ojos en blanco.
-¿Acaso te importa? ¿Por qué te preocupas por él?- Comenzó a perder la paciencia.- Además, mira lo que me hizo.- Dijo señalando su rostro, donde uno de los golpes recibidos comenzaba a ponerse morado.
-¿Cómo puedes ser así? ¿Por qué eres tan cruel? ¡Sabías que terminaría así! ¿¡Qué quieres demostrar!? ¿Que eres más fuerte? ¡Sabes que lo eres! Pero eres un maldito... ¡Ególatra! ¡E imbécil! ¡Nunca tienes suficiente!- Su furia terminó en llanto, y se abalanzó contra Kayn tratando de golpearlo, cayó sobre él, dando puñetazos débiles sobre su pecho mientras lloraba.
Kayn estaba realmente molesto por las palabras que Yuu había usado, así que lo tomó de los hombros para luego lanzarlo al piso y ponerse sobre él.
Había dolido, pero el golpe al caer lo hizo detener su llanto, trató de salir de aquella posición, pero Shieda no lo permitió, entonces poniendo sus manos a cada lado de la cabeza del menor, dando un fuerte puñetazo al piso para calmarlo. Yuu temblaba, y sollozaba, a través de sus lágrimas veía el atemorizante rostro de quien se suponía lo amaba.
-Es que no lo entiendes... la forma en que te miraba ese desgraciado... no lo entiendes. Sólo estoy tratando de hacer lo mejor que puedo por mantenerte a salvo ¡Conmigo! Y tú, vienes y me dices todo eso. ¡Yo sé que tú no me amas! Y que lo prefieres a él. - Su tono era errático, pasando de la furia a la decepción y tristeza, luego, comenzó a reír levemente. - ¿Qué tengo que hacer? Todo lo que haces sólo arruina todo, todo es culpa tuya... si no fueras tan débil, sería más fácil. No tendría por qué tratar de cuidarte, no tendría que preocuparme tanto por ti. Eso te haría feliz ¿No? Que me fuera y jamás te volviera a molestar, que ya no tratara... que no lo intentara más y te dejara de estorbar, estarías tan feliz sin mí ¿No es así? Eso es lo que me intentas decir pues no pones de tu parte... es tu culpa.
La emoción era demasiado para Yuu, quien no sabía cómo reaccionar ante tal discurso. ¿Qué significaba aquello? Kayn se veía tan vulnerable en ese momento, como si lo que pasaba de verdad le doliera.
El mayor se quitó de encima, levantándose y dándole la espalda a Yuu. Se mantuvo cabizbajo, cosa que no combinaba con su porte habitual. Los sollozos del pequeño se hicieron escuchar muy pronto de nuevo, mientras se levantaba levemente, para comenzarse a arrastrar a donde Kayn estaba parando.
Su corazón era tan grande, tan puro y tan tonto, siempre tratando de justificar, siempre castigándolo.
Abrazó la pierna de Kayn, quien lo miró de reojo.
-Vete con Shiro, querrás ver si mejoró. - Habló en voz baja, con dolor.
-Yo... no sé qué es lo que quieres de mí. - Respondió ignorándolo- No lo sé... pero intento ser suficiente para ti, quiero serlo, quiero que me sonrías como antes. Lamento ser tan idiota y tan poca cosa, lamento ser una molestia para ti. No me doy cuenta de que siempre pienso en mí solamente y que te dejé de lado. Sólo quiero que todo sea como antes ¿Podemos? Por favor, Kayn...
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Dark Kayn One-Shots
FanfictionPrecaución En esta historia se habla de temas sensibles no aptos para todo público como pueden ser: violencia, asesinato, tortura, abuso sexual, físico y verbal. Se recomienda discreción.