𝒀𝒆𝒍𝒍𝒐𝒘 ⚡𝑺𝒊𝒓𝒊𝒖𝒔 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌⚡

25- ✓ Heridas que nunca sanan ✓ 6°

Sirius Black:

Sabía que no debía dejarla sola.

Un descuido que casi termina en tragedia.

Lisseth está acostada en una cama del hospital "San Mungo".

Su desmayo repentino fue por la pérdida de mucha sangre.

En su brazo izquierdo tiene un yeso, se fracturó la muñeca.

No podían repararla con magia, ella estaba demostrando débil para soportar el dolor.

Sus padres y hermano estaban aquí. Tuve que aparecerme con ella en mis brazos mientras que mis amigos corrieron a Hogwarts para avisar al Director.

Remus trajo a Leslie, la cual está peor que mi chica.

Sufrió abuso sexual de parte de uno de los Mortifagos que estaban allí. Su cuerpo también presentaba hematomas. Sin duda alguna era una herida que nunca iba a sanar.

Liss no pasó por lo primero, llegamos a tiempo para evitarlo. Aunque alguien se me había adelantado.

-Familiares de Lisseth Arabella Scamander Goldstein -Llama un doctor-.

-Somos sus padres.

Nosotros también nos levantamos.

-Como pudieron ver hace un rato, ella está bien -Suspiro aliviado-, pero voy a necesitar más sangre.

-Voy a seguir donado -Habla su hermano-.

-Me temo que ya hizo suficiente, no puede donar más de 2 veces seguidas.

-¡Yo lo haré! -Le gano la palabra a cualquiera-.

-No es necesario porque yo... -Intenta hablar su hermano-.

-Excelente, le haré unos exámenes y verificaré si está apto o no para hacerlo.

-Que todos los grandes magos te paguen -Me abraza la señora Porpentina-.

Luego de algunas pruebas se confirma que compartimos el mismo tipo de sangre y me sacan varios sobres.

Al salir me dicen que ha despertado, y me permiten ir a su habitación.

Hay más cables que hace rato.

-Mi familia queda en deuda con ustedes -Habla el señor Scamander refiendose a nosotros, pero evitando mirarnos-. En dos ocasiones han salvado la vida de mi hija... Y eso es algo que el dinero no logra pagar.

-Ella no merece esto -Habla James-, y nosotros vamos a cuidarla siempre que podamos.

-¿Tienes idea de quiénes eran? -Le pregunta Porpentina a su hija-.

-Madre -Habla su otro hijo-, ella debe descansar, no la agobies.

-Lo sé, pero...

-No sé quiénes eran -Responde por primera vez, y notamos que le cuesta hablar un poco-, todos tenía máscaras que nunca se sacaron.

La señora quería seguir preguntando, pero su hijo le señala la puerta.

-¿Cómo está ella? -Pregunta por su amiga- ¿Y Alice? ¿Lily?

-Todas están bien, no tienes por qué preocuparte -Trata de animarla Remus-.

-Leslie está en recuperación. Sus padres también están aquí.

Ella empieza a cerrar sus ojos, el cansancio y la pérdida de sangre la tenían agotada.

Aún con todo el daño que tenía en su cuerpo no dejaba de transmitir belleza.