Capítulo 22: "Varita"

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"Varita"

Tal y cómo lo había pronosticado Theo, Hermione despertaba cada vez más agresiva, ya habían pasado por otros intentos de escape. En su desesperación tuvieron que dar aviso a la familia Weasly de lo que estaba sucediendo en Grimmauld Place, Molly no estaba enterada que la castaña había sido mordida, querían evitarle mortificaciones a la mujer, pero claramente eso no había sucedido.

La señora Weasly vivió de primera mano alguna de las hostilidades por parte de la chica, quien aprovechándose del afecto que le tenía la mujer, la engaño para dejarla salir. Recibiendo después un golpe por parte de Hermione que en su inconciencia luchaba contra cualquiera que evitara ver a su "amado".

Con todo el dolor de su corazón, Molly sugirió mantener a la chica atada a la cama. Draco al principio se rehusaba, pero era la única opción por el momento. Las pociones para dormir sin sueños que le había subministrado Blaise anteriormente, parecían no surtir efectos en ella. Su habitación se percibía cada vez más fría, la mirada de la chica era de odio hacia cualquiera que se acercara a ella. Evitaba comer, varias veces vomitaba los alimentos que se le daban se rehusaba a dormir. Parecía como una persona posesa, y tal vez lo estaba, por aquel vampiro que desde la oscuridad asechaba.

Ya sólo quedaban algunos días para lograr que Hermione rechazara el vínculo con el vampiro. En algunos lapsos breves de lucidez, la chica pedía por Draco, le pedía ayuda, que no le dejara. Éste simplemente asentía, le daba ánimos a seguir adelante y aprovechaba para alimentarla, antes de que volviera a la inconciencia, antes de que volviera la "otra" como solía decirle.

Le acariciaba la cabeza, contorneaba su rostro con sus dedos, le decía lo fuerte y lo importante que era para esta guerra, le hablaba sobre las personas que velaban por ella. Tonks, Remus, Molly, en ocasiones los gemelos Weasly, Blaise y Theo.

-¿Y tú?- preguntaba ella con anhelo.

-Sobre todo yo- respondió el chico, con un beso en la mejilla. -Estoy seguro que a Potter y a Weasel también les importas tanto como a mí.

-Pero tú estás aquí conmigo ahora ¿lo estarás siempre?- Preguntó la chica cerrando los ojos.

-Siempre que lo permitas- susurró él acomodándose en la cama junto a ella, abrazándola por la espalda. -Te protegeré con mi vida si es necesario.

Entonces la chica cayó en un sueño profundo, para después volver a nombrar a aquel ser <<Dante>>. Draco con los dientes apretados se levantaba de la cama, volvía a atarla y salía de su habitación. No le gustaba para nada esa pequeña rutina, siempre que la chica nombraba al vampiro, él prefería retirarse, no podía con aquel sentimiento de celos en su mente. Sabía que no era real, pero si la chica lograba salir, beber de aquel ser y completar el vínculo entonces si lo sería.

Harto de la situación se reunió con sus amigos en su habitación. Debían tener un plan, sabían que el último día sería horrible para la castaña y no tenían conocimiento con exactitud de los alcances que pudiese tomar el sujeto si los encontraba.

-Y qué sugieres que hagamos, clavarle una maldita estaca en el corazón como se dice en la literatura muggle.

-No lo sé Blaise- respondió Draco con fastidio tirándose a la cama. -En ese libro que trajiste no lo dice. Sólo menciona que mueren con la luz solar.

-Y tú como sabes de literatura muggle- preguntó Theo con interés.

-Bueno, pues resulta que mi último padrastro tiene algunos libros interesantes de origen muggle-. Expresó el moreno sentándose con parsimonia en la silla de escritorio. -Es por eso que no están aquí, huyó y se llevó a mi madre con el pretexto de una luna de miel- dijo Blaise negando con la cabeza. -Y para su fortuna me dejaron aquí, lo cual es bueno, porque sin mí no sé qué harían chicos.

-Por supuesto- respondió Theo rodando los ojos.

-Entonces, volviendo a lo anterior, qué haremos- Preguntó el rubio con impaciencia.

-Conjurar estacas- Blaise con su varita conjuró una gran estaca puntiaguda de madera.

-No eres de mucha ayuda Blaise- expresó Draco lanzando una almohada a la cara de su moreno amigo.

Blaise la esquivó moviendo la cabeza, se balanceo tanto que estuvo a punto de caer al suelo con todo y silla hasta que logró estabilizarse.

-Eres un idiota, me astillé el dedo por tu culpa-. Blaise se chupó el dedo de donde ahora salía una pequeña gota de sangre, lo que provocó que el rubio le lanzara otra almohada ahora sí dándole de lleno en la cara.

-Es la primera vez que luchamos contra un vampiro, yo opino que entrenemos realizando encantamientos de luz solar.

-Pero eso solo lo ahuyentaría Theo- respondió Draco. -No queremos que huya, queremos eliminarlo.

-Bueno podríamos entonces conjurar un encantamiento solar poderoso y añadir uno de incendio, como un fuego maligno- sugirió Blaise con entusiasmo levantándose de la silla.

-No lo sé no conozco a nadie que haya logrado controlar con éxito un fuego maligno-. Dijo Theo con algo de desconfianza en su voz.

-Además podríamos quemar toda la casa.

-No si utilizamos encantamientos protectores de sangre, podemos aprovechar que esta casa, aunque pertenece a Potter, fue de los Black y aquí mi amigo Draco- Theo señaló al rubio que se encontraba aún lado de él-, puede ser de mucha ayuda.

-Pues tendremos que prepararnos- Draco se levantó de la cama dispuesto a salir de la habitación. -Blaise cuida el cuarto de Granger y Theo, acompáñame a la biblioteca de los Black, vamos a buscar información sobre los dos encantamientos.

El moreno dio un suspiro mientras salía del cuarto de Draco y se tumbó al suelo en el pasillo justo debajo de la puerta de Hermione, mientras observaba como sus amigos se alejaban por el pasillo.

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