Capítulo cuatro

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Cuatro: El más peligroso de todos.


MATT.

Desperté asustado, como si no hubiera respirado mientras estaba dormido, agarraba bocanadas de aire tratando de volver a mi ritmo normal de respirar, lo que parecía imposible ahora mismo. Traté de llevar mi mano a mi pecho pero no pude, caí en cuenta de que estoy amarrado a una silla, con toda mi ropa mojada y mi cabello casi nublándome la vista al caer empapado por mi frente. —Al fin despiertas —Su voz me hizo dar un pequeño brinco mirando de hombros detrás de mi—. Te tomó bastante, —Pausó arremangándose sus mangas hasta el antebrazo—, Son las dos de la tarde —Abrí mis ojos impresionado y el empezó a caminar y encendió la TV en el noticiero.

"En la noche de ayer se registró un doble homicidio y una camioneta con 4,5 kilos de cocaína y 3 armas de fuego según indican las autoridades"

La imagen de los agujeros en la puerta del piloto se presentaron en la pantalla y él pausó el noticiero, al parecer estaba grabado para esto—. Tú mataste a ese tipo —Mencionó Carles haciéndome que lo mirara por unos segundos impresionado.

Tragué grueso—. Tus hombres lo mataron —Le dije tratando de zafarme de este amarre. Él sonreía al escucharme decir eso. Quería preguntarle de que mierda se reía, pero no hablé recordando lo que sucedió anoche.

Él acomodó una silla enfrente de mi poniéndola al revés y sentándose encunando su mentón con sus brazos—. Sabes —pausó haciendo una pequeña mueca con la boca—, tanto tiempo en este negocio me hizo entender que no es quien dispara el arma el que asesina, —Lo miré confundido—, es quien da la información de donde o cómo matar. Si no, ¿cómo podrían encontrarlos los que disparan? —escondió su boca entre sus brazos mirándome fijamente a los ojos. No sabia que contestar, mi boca estaba ligeramente abierta, tratando de normalizar un poco mi respiración. Ladeé mi cabeza moviendo mi cabello dándome mejor visión. Recosté mi espalda en el respaldar de la silla respirando profundamente y con pequeñas pausas.

—¿Negocios? —Pregunté inocente. Él entrecerró los ojos por unos segundos y luego se levantó suspirando.

—No te hagas el inocente —Su expresión cambio a una seria y me hizo apretar mi mandíbula—, debes habértelo imaginado —Él tenía razón, había pensado en que puede ser un narcotraficante, pero no quería asegurar nada, aún el miedo estaba en mi, no sabía que pudiera hacerme. No se dónde estoy.

"Esto puede estar vinculado al narcotráfico, una de las víctimas tenía un alto currículum delictivo y mantenía una orden de captura como uno de los integrantes importantes del cártel de los Mill's"

Él silbido de Carles me saco de la pantalla, sus cejas levantadas con una impresión con cierta falsedad. Me recordó a la sonrisa falsa que me hacía Yuri cuando hacía algo mal y quería chistear para que no me regañara o en casos extremos me pegara.

—¿Puedo hacer una llamada? —Carles Me miró unos segundos—. Es para llamar a mi hermana, debe estar preocupad-

—Tu hermana sabe que estás bien —Respondió interrumpiéndome y me miró de arriba a abajo—. Que linda hermana, por cierto. —Traté de zafarme otra vez, pero era inútil.

—¿Por qué.. —Antes de que yo terminara de hablar él me enseña un teléfono.

—Hice que mi hermana llamara, supuse que se preocuparía. pero contestó otra chica, se llamaba.. —Puso el dedo índice en sus labios pensativo—. ¡Ah! Jessica —Apreté mi mandíbula al escucharlo decir eso y él notó lo tenso que estaba—. Tranquilo, solo le dije que estás bien y que estabas de fiesta y tomaste demasiado y te trajimos aquí para que durmieras y tan pronto como te sintieras mejor te llevaríamos a tu casa

Entre Lineas y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora