Capítulo dos

30 3 1
                                    


Dos: Mi querida Jess.


MATT.

Sus besos eran lo único que necesité con angustia estos dos años, volver a poder tocar su piel, volver a ver esos ojos que juraron amarme por siempre.

Nos besábamos con desesperación mientras yo daba pequeños pasos hacía atrás encontrando su cuarto después de unos segundos. Ella se separó de mi cerrando la puerta y luego me miró unos segundos, sus ojos brillaban, me imaginé mis ojos brillando igual, rayos.. la extrañaba mucho. No demoró en caminar hacia mi y poner ambas manos en mis mejillas volviéndome a besar y yo la agarro por la cintura sin dejarnos de besar, siento la cama detrás de mi y me dejo caer y ella se tumba encima de mi y yo le agarré el culo apretando mientras seguía besándola con pasión tumbado en su cama. Desde que cumplí trece años Jess se convirtió en el amor de mi vida, era la única chica que me interesaba de tantas en el instituto. Por más que peleáramos ese brillo en mis ojos no desaparecía por más discusiones que tuviéramos.

—Te extrañé tanto —Dijo separando sus labios de los míos por unos segundos y yo me quedé viendo sus ojos de ese gris azulado que me hipnotizan por completo, pero sin yo tener oportunidad de responderle ella me besa volviendo a llevarse la poca calma de mi respiración y volverla un caos mientras el perfecto movimiento de sus labios era seguido por los míos en un beso feroz como apasionado.

Mi mano viajó hacia los botones de su camisa empezando a quitárselos uno por uno y ella se separo de mis labios mirando mis manos desabrochando su camisa, los jadeos estaban presentes y con nuestras respiraciones hechas un desastre logré desabrochar su camisa dejándome ver su sostén de color negro que llevaba puesto, su piel blanca me encantaba, y ese pequeño lunar que tenía debajo de uno de sus pechos me hizo sobarla suavemente bajando por su cintura lentamente mirando mi mano bajar con delicadeza. Pose la yema de mis dedos sobándola suavemente viéndola. Sentí su intimidad caliente. No pude evitar volver a besarla y ella puso sus manos en mi pecho y luego de unos segundos empieza quitarme el suéter blanco que llevaba y yo levanté mis manos dejando que ella me lo quitara para luego yo abrazarla por la cintura presionándola contra mi cuerpo sintiendo su cálida piel.

Me quité las zapatillas rápidamente y ella se levantó un poco para que yo me bajara el pantalón y el bóxer demostrando lo duro que estaba mi entrepierna por ella. Ella lo agarró con su mano empezando a masturbarme lentamente besándome, el contacto era una sensación única. Abrí mi boca gimiendo suavemente y ella seguía con su mano masturbándome con su frente pegada a la mía con sus ojos cerrados disfrutándonos el uno al otro, ella se bajo de la cama y estando parada enfrente de mi ruborizada notablemente. Imagino que yo debo estar igual de rojo. Ella llevo sus manos a su cadera bajando lentamente zíper de su falda dejándola caer y tenía un pantalón corto licra bajo el mismo.

Mis ojos viajaron otra vez a los suyos y mi boca se abrió ligeramente al ver lo hermosa que era Jess, no hubo ningún día en ese tutelar que no pensara en ella. En sus ojos, en su cara cuando se enojaba cuando llegaba a su casa con moretones y raspadas por correr de la policía o pelear con otros chicos. En su sonrisa cuando veía que sacaba buenas calificaciones. Se quitó el sostén permitiéndome ver otra vez sus pechos. Después de unos segundos de presenciar sus pechos, sus manos bajaron a sus caderas lentamente y yo la seguía con la mirada, mientras empezaba a bajarse el licra junto al panti dejándome mirar su intimidad. Su mirada apenada estaba sobre mi y la miré a los ojos después de unos segundos.

Ella caminó hacia mi y la duda estaba en mi cabeza golpeando cada rincón del mismo, dando vueltas.

En estos dos años, ¿habrá estado con alguien?

Entre Lineas y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora