Entre Lineas y Sangre

Capítulo seis

Seis: Sé Que Eres Su Amigo

JESS

No contestaba.

—Idiota, ¿donde estás metido? —Mencione casi susurrando volviendo a marcarle.

No contesta. Gruñí queriendo estrellar el celular y empezando a mandarle mensajes—. Señorita Jessica, —La voz de la profesora me hizo acordarme de qué aún estaba en el salon de clase—, Guarde el teléfono o tendré que llevarla a rectoría.

Lo guardé sin objeción, pero mi mente seguía pensando en Mathew, ya los malos pensamientos estaban adentro y sacarlo sería imposible.

¿Donde estará?

¿Con quien estará?

¿Le habrá pasado algo?

¿Estará bien?

Suspiré pasando mis dedos en mi cabello para con la palma de mi mano sostener mi cabeza inclinada hacia un lado tratando de entender la clase que de por sí, se me complicaba.

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—Que rico sería estar con un gangster —Mencionó Karla imaginándose una vida con un narco mientras se mordía los labios.

—¿Piensas que te dará todo lo que quieras siempre? —Le pregunté y me gané toda su atención.

—Claro ¿no?

—Esa vida no es tan bonita cómo crees —Miré mi celular nuevamente y nada, no daba señales de vida. Llamaré a Yuri, ella debe saber donde está. Le marqué y empezó a sonar, sonaba y sonaba y nadie contestaba.

—¿Por que lo dices? —La miré por unos segundos y baje mi teléfono.

—Cuándo las cosas estén jodidas ¿Que harás? ¿Te buscarás a otro? Esas cosas son delicadas, no todos los narcos son amigos, ademas, ellos son demasiado precavidos, si estuviste con algún enemigo de ellos pensaran que vienes solo por información y no creo que te la den.

Ella se quedó pensativa y luego de unos segundos contestó—. No lo había pensado así —Hice una mueca y me monté en el taxi que había parado—. hasta mañana

—Hasta mañana —Contesté y luego di la dirección de mi casa al taxista y él arranca.

Talvez no debería preocuparme tanto, debe estar dormido.

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—Gracias —Dije tirando la puerta del taxi y el mismo arrancó dejándome enfrente de mi casa. Empecé a dar pasos con mi mirada baja y acomodándome mi maleta en un hombro sin dejar de caminar hacia la casa y cuando estuve justo en frente de la puerta.

Él no esta en la casa...

Tragué saliva y miré hacia su casa que estaba como a tres más de la mía, una corazonada, eso solo eso, pero me estoy preocupando.

Me di media vuelta y caminé hacia su casa, rezaba para que estuviera en casa y solo estuviera dormido, que no le haya pasado nada.

Toque la puerta y luego de unos minutos abrieron. Era Yuri, me preocupó más el hecho de que me miró y luego busco con la mirada si venía con alguien más.