Estiro sus extremidades sintiendo como estos se tensaban y las heridas de las balas a penas sanando ardían ante su acción, llevaba unas tres horas de viaje y solo había tenido una oportunidad para bajar de la carreta en la que viajaba y estirar durante cinco minutos. Después de abandonar el hospital estuvo dos noches en una posada mientras decidir a donde ir y como hacerlo, se decidió por un pequeño pueblo donde sería fácil comprar una granja y vivir lo que queda de su vida con tranquilidad. Una leve mueca se mostró en su rostro cuando la carreta se sacudió con fuerza.
Según había investigado el pueblo al que había decidido ir el viaje tardaba más de ocho horas si es que no se detenían en alguna posada. Había logrado obtener parte de su dinero después de decir su apellido en el banco, los cuales retenían el dinero de todos.
Se removió un poco buscando otra posición que le brindara más comodidad y estabilidad. El sol comenzaría a ocultarse en un par de horas por lo que suponía llegarían al día siguiente, si es que el hombre decidía viajar durante la noche y no detenerse.
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La situación no podía ser peor, su padre había ignorado cualquier desacuerdo que había tenido con su madrastra simplemente dando la escusa de que un hombre no debía meterse en las discusiones de las mujeres. Bebió de la taza de té intentando mantenerse tranquila y alejada de sus pensamientos. Temari estaba sentada en frente suyo comiendo una rebana de pastel de limón y Matsuri, la prometida del menor de los Sabaku, bebía té, habían decidido reunirse para beber té y charlar durante la tarde.
"¿Ya tienen el día de la boda?".
"Si, será el próximo año".
Asintió un par de veces ante la respuesta de Matsuri a su pregunta, Temari permanecía en silencio concentrada en comer su rebanada de pastel. La boda del menor de los Sabaku era la más esperada por las personas de la alta sociedad. Miro los diseños de la vajilla de té mirando cada uno de los trazos y colores.
Después de dos horas resgreso a casa llegando a tiempo para cambiar su vestido para la hora de cenar. Ignoro a cualquier persona que se atraveso en su camino a su habitación haciendo saber su molestia. Se cambio por un vestido azul con perlas como detalles y peinaron su cabello en una trenza que caía por su hombro derecho. Bajo al comedor cuando el reloj dio las 7pm.
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Dio un suspiro de cansancio mientras se metia por completo en la bañera de metal saliendo unos segundos después con el cabello humedo y el agua goteando de su rostro. Una hora después de que la noche llegara la carreta se detuvo en una posada alegando que si continuaba el caballo podría romperse una de sus patas por no tener una visión clara. Permaneció sin moverse unos minutos dejando a su mente divagar y al agua tibia relajar su cuerpo. Salió de la ballera media hora después. Se vistió con un pantalón solamente para después acostarse en la cama con toda la lentitud posible.
La habitación que había alquilado en la posada era pequeña, con una coma en medio de esta y a su lado izquierdo una mesa de noche desgastada, no le importaba mucho eso, las sábanas estaban limpias y las almohadas lo suficiente suaves como para tener una buena noche de sueño.
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Observo el techo de su cama notando los patrones hechos en la tela, no deseaba levantarse en todo el día. La cena con su padre había salido mal, él y su esposa había discutido sobre todo el dinero que mensualmente ella le exigía y al final habían terminado por desquitarse con ella, criticando su manera de vestir y como permitía que peinaran su cabello.
Llevo su vista a la puerta de la habitación después de que dieran tres suaves golpes en esta.
"Adelante".
No cambio su posición, solo giro su cabeza para mirar a la persona que ingresaba a su habitación. Cheila, su dama principal en la casa y un año menor, entro en la habitación cerrando la puerta sus espaldas dirigiéndose a la cama con una sonrisa en el rostro.
"Buenos días señorita".
"Buenos días Cheila, ¿sucede algo?".
La sonrisa en el rostro de Cheila se extendío un poco más mientras movia sus manos con alegría.
"Su padre anunció que una familia muy importante vendría hoy a pasar unos días".
Se sento en la cama cuando analizo lo dicho por la joven, su padre nunca aceptaba que quienes no fuesen familia se quedarán en la casa.
"¿Dijo que familia vendría?".
"No, pero dijo que eran muy importantes".
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Espero les haya gustado, disculpen la tardanza.
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Heridas Del Alma |NejiIno|
De TodoHuérfano desde los siete años fue criado para servir como un esclavo a la familia de tío, quien se suponía debía cuidarlo, como una forma de escape se unió al ejercito y llevo una vida callada y solitaria usando algunas noches para calmar los deseos...