⸙ 22 de Octubre ⸙

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Les juro que traté de no desembocar en la miseria, pero fallé gustosamente.

AU. Mundo moderno.

❤️❤️❤️

POV Shisui

«Cinco años sin vernos, Kagami».

«Cinco años desde que te confesé que soy gay y decidiste sacarme de tu casa a patadas, gritándome improperios que herían más mis sentimientos que mi ego, ofendiéndome hasta el cansancio; insultándome hasta el hartazgo».

Ese día corrí a los brazos de mi novio, llorando mares de sangre y sin poder controlar mi respiración agitada, mi mente hecha un completo caos mientras me llevaba al hospital.

Mi amado padre no me quería, no más. Ese día dejó de ser padre porque dejó de existir su único hijo, por confesar que es gay.

Y a pesar de que desde ese día tan lejano nuestra relación nunca volvió a ser buena, me vi en la penosa necesidad de asistir a su casa por la petición de mi casi amorosa madre... Pero su amor por mí no fue suficiente para controlar a su donador de esperma. Aquel horroroso día me rompió la nariz y casi me deja ciego de un ojo.

Ahora, después de tanto tiempo entregándose a la bebida, Kagami está muriendo –demasiado lento para mi gusto–.

Cirrosis.

Tamborileo los dedos sobre mi pantalón mientras pienso que es por eso que yo no tomo ni una gota de alcohol. El viejo cabrón nunca dejó la bebida y madre no lo dejó a él. Aunque ella no tiene la culpa, supongo, eran otros tiempos.

El tren llegó a la estación.

Dos horas de viaje para darme cuenta de que no quiero estar aquí. Dos semanas de antelación para desperdiciar mis vacaciones visitando a un vejestorio. Dos días son más que suficientes; no me quedaré una semana, no podré aguantarlo.

Cuando llego a la casa donde me crié, quiero girar sobre mis talones y volver sobre mis pasos. De acuerdo al reloj digital de mi muñeca izquierda, todavía puedo tomar un tren de regreso a Amegakure antes del anochecer y mentirle a Itachi sobre mi cortísima visita.

Pero cuando me doy cuenta, ya estoy tocando el timbre que avisa de mi llegada. La ilusión de ver a mi madre es lo único que me tiene un poquito ansioso y debo admitirlo, gustoso de volver a aquí. 

Madre abre la puerta y su rostro lleno de nuevas arrugas en combinación con los tonos grisáceos que bañan su cabello me conmueven. La mujer joven a la que dejé atrás ahora es una dulce viejecita. Ella me abraza y me besa el rostro, como cuando era un niño. Yo sonrío brevemente porque aunque me trae paz tener la cercanía de mi madre, volver a ver las entrañas de la casa que me dejó tan malos recuerdos es abrumador.

Dejo mis maletas en la habitación de invitados, la que antiguamente fungió como mi refugio. Kagami está tomando una siesta, madre me avisará cuando despierte.

Mirando el techo y sin mayor remordimiento recuerdo aquellos días donde aún tenía añoranzas sobre el amor incondicional que esperaba recibir de mi progenitor. Ese amor nunca llegó.

Pensando en aquel día donde rompimos lazos me brinca la duda de qué estoy haciendo aquí; no sé qué busco de Kagami realmente. Él no va a perdonarme; yo no voy a volver a amarlo como padre.

Mi madre toca la puerta que dejé abierta. Intenté cerrarla, pero la perilla sigue descompuesta y el miedo de que Kagami entrara borracho a hostigarme me inválido. Siempre fui sumiso ante él; con Itachi logré ser fuerte. Por eso estoy aquí.

🍂 ShiIta Fall Week 2021 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora