unos 91 millones de usuarios se valen de las aplicaciones de citas, de los cuales el 38% (35 millones) son género femenino.
Usualmente las mujeres no se atreven a contactar parejas que no conocen.
Pero, ¿que pasaría si pudieras escoger un hombre...
"La venganza es un plato que se sirve frió." viejo proverbio Qlingon.
‼️ATENCIÓN‼️
este capitulo es categoría 🔞🔞 se recomienda mediana discreción
(te recuerdo que todo lo que lees esta inspirado en vivencias ya sea propias o de personas que conozco, open your mind)
▶️ (ya sabes 😏)
Hay un chico en el gimnasio, por la cantidad de sudor que escurre de su cuerpo se puede decir fácilmente que lleva más de una hora aquí. No habla con nadie, ni siquiera levanta la mirada, esta concentrado en la maquina de remo, toma el manubrio con ambas manos, ¡son enormes! apuesto que una sola podría taparte la cara.... entre otras cosas.
Algunas chicas cautivadas por el deportista lo mosquean cruzándose en su campo de visión, la mas osada hasta en momento se ha puesto a entrenar pecho en la maquina de press frente a el, ¿dato curioso? ni se digno a verla; esta solo ahí, en modo zen siendo uno con la maquina, gruñe bajo aumentando la carga de discos para cargar más peso.
Jala hacia adelante y contrae su abdomen, en el que fácilmente podrías lavar tus bragas mientras esos fieros ojos claros te dominan y esas cejas se juntan arrugando levemente su frente; gotas de sudor hacen un espectáculo perlando su torso, Atrás, toman protagonismo sus fuertes cuadriceps que lo empujan a la vez que un delicioso y bien definido dorsal ancho se asoma en su espalda.
Escuchas muy bajo su voz, esta cantando, suena muy varonil, una voz ligeramente rasposa, no se distinguen palabras, tal vez solo sigue el ritmo de la canción; aumenta el ritmo del ejercicios y observas como esos brazos tan definidos dan gala de su fuerza, ahora los cruza para que sus pectorales se luzcan cuando tira de la cuerda.
Ojalá se parara, ¿que tan alto será? se ve que fácilmente podría cargarte y estamparte contra una pared...
En eso, suena su movil, se detiene, seca levemente su sudor, responde la llamada y escuchas hablar:
—No Nina, regresaré hasta la próxima semana—
supongo que la tal Nina debe ser la afortunada novia de tan bárbaro semental...
—Te llamo luego, pero no creo regresar antes— cuelga. Toma su toalla y se levanta.
sin problemas llega al 1.90m, pasa por tu lateral, te guiña un ojo ambarino y sonríe de medio lado. Es oficial, sin darte cuenta te hizo visitar el infierno.
Jean Kirchstein se encontraba en el gimnasio del hotel Four Seasons en Manhattan, llegó hace 15 días a terminar los detalles de proveedores para la remodelación de una lujosa torre de edificios que manejaba S&A.
Por eso le llamó mucho la atención que Nina llamará, no era una regla escrita pero si estaba implícita, ellos no participaban del TC cuando tenían trabajo de la constructora.
Ya era pasado medio día cuando Erwin le llamó, el sabia que eso no era una coincidencia, y picó su curiosidad ¿Quien será el cliente que el mismísimo Smith le llama?
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