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Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas— Detuve la lectura para mirarla a los ojos.

Es tan preciosa, con esos ojos grises y rasgados, su piel parece porcelana fina, sus manos, sus divinas manos que podrían curar cualquier dolor a punta de caricias. Esta es la Maga, mi Maga.

Cruza su mirada con la mia y me sonríe, sus ojos se vuelve pequeñas rendijas de luz de donde se escapa el amor más puro.

—¿Porque te detienes Habibti?— me pregunta, su voz es un panal de miel, su sonido es un arroyo de aguas diáfanas donde corre sin rienda mi amor

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—¿Porque te detienes Habibti?— me pregunta, su voz es un panal de miel, su sonido es un arroyo de aguas diáfanas donde corre sin rienda mi amor.

Y ahí esta ella, se que es ella porque me ha llamado "habibi", se que por este momento la tengo, este presente es nuestro. Ho Dios mío, ¿cuanto se quedará esta vez?

— No estas cansada?podría pedir el almuerzo para comer juntos.

—Hijo mío, Mi pequeño Levi, ven, recuéstate aquí conmigo y léeme un poco más ¿si?

Lo hubiera hecho aunque no me lo pidiera, su regazo es mi bendito lugar seguro desde que abrí los ojos a este mundo, sus brazos fueron mi cuna hasta que las inclemencias de la vida me pusieron sobre mis propios pies

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Lo hubiera hecho aunque no me lo pidiera, su regazo es mi bendito lugar seguro desde que abrí los ojos a este mundo, sus brazos fueron mi cuna hasta que las inclemencias de la vida me pusieron sobre mis propios pies.

Doy gracias por un día mas, por un ínfimo instante con ella.

Kuchel Akerman, mi madre, este año cumplió 50 años de vida, hija de unos padres que la desterraron del hogar cuando yo estaba en su vientre. Esta bendita mujer hizo lo que pudo para hacerme el hombre que hoy soy.

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THE TUXEDO CLUBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora