5. Ciclo de Vida

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El festival de primavera acabó siendo arruinado al poco tiempo, no por el fallecimiento de la kunoichi, sino por un lapso de lluvia que incluso se encargó de lavar un poco el rastro de sangre que quedaba en el inerte cuerpo de Sakura.

Sin embargo para Shizune la noche aún era joven, y aunque no tuviera un paraguas o al menos un suéter con que cubrirse del agua, caminaba sonriente, alegre, tras conocerse con aquel caballero, la mujer sentía que no había nada ni nadie que pudiera arruinar su noche, tampoco la corriente de agua de lluvia que se deslizaba por el camino empedrado, de hecho, la pelinegra iba tan ensimismada en sus fantasías que, no fue hasta que pisó un charco de temperatura diferente, que se dio cuenta del panorama.

Al inicio, solo percibió un espesor distinto en lo que ella creía era agua, pero continuo avanzando, hasta que esa "agua" se le metió entre los dedos, revelando un calor distinto, un calor vivo, fue ahí que bajó la vista.

La primera escena que encontró fue la de su pie enterrado en sangre, sangre fresca, la cual aún era capaz de coagularse levemente según entendía a su espesor, y finalmente recorrió con sus ojos todo aquello lejano y cercano.Afortunadamente su lógica funcionaba, entendía que, no había motivo por el cual pudieran haber asesinado un animal, ni siquiera los niños más crueles en un día como hoy pudieran hacerlo, por lo que comprendía que lo más seguro era que se tratara de un espécimen como ella. Un humano.

Estaba preparada para confrontar cualquier situación que implicara alguien ajeno a ella, reportar el cadáver, dar un informe de la escena, pero no estaba preparada para el choque emocional que podría llegar a recibir en caso de que fuera alguien conocido. Y esa misma noche lo aprendería.

Sus ojos se abrieron como si un sentido de alerta se activara, y ni siquiera ella supo como no se escapó un grito de sus labios, reconocía, sin lugar a duda, la estructura corporal de Sakura y no tenía la menor duda de que ese cadáver pertenecía a ella.

Su cuerpo, estaba completo de clavícula hacia abajo, y los pliegues de piel se encontraban prácticamente calcinados, negros y con un tono cenizo, sin embargo, del interior del cuerpo aún se podía observar masa muscular desgarrada, quemada en sus cúspides y bordes y completamente viva unos cuantos milímetros más abajo, embadurnada en sangre.Casi como una reacción involuntaria, Shizune se arrojó prácticamente sobre el cuerpo inerte, palpando con sus manos este, dando en cuenta de la frialdad en la piel, y de la palidez en ciertas zonas que daban a entender que ya se encontraba muerta. Intento encontrar sus rosadas mejillas para ver su rostro por al menos una ultima vez pero no lo encontró, lo había olvidado aparentemente, pero ella ya no contaba ni con una cabeza ni con un cuello a los cuales admirar; sin perder más el tiempo, la pelinegra observó a su alrededor buscando los posibles restos de su extremidad, topándose con el hecho de que al menos en el suelo no se encontraba.

Se levantó del cuerpo y camino por el lugar, quería encontrar esa parte, por alguna razón, pero no encontraba más que mechones o pequeños hilos del cabello rozado, ya fuese pegado a las paredes o por el suelo, y finalmente, rendida ante la realidad de no encontrar nada, decidió hacer lo que debió desde un principio. Reportar el crimen.

Sujetó su bolso como si su entera vida dependiera de ello y salió corriendo en dirección a las oficinas policiales, anteriormente operadas por el clan Uchiha, posteriormente por Obito, pero ahora solo se encargaban unos cuantos shinobis de la aldea, esperaba, y tenía fe de que hoy fuera uno de esos días en que el turno de la custodia de la puerta era para cualquier otra dupla, y que las labores policiales como las demandas y denuncias estuvieran a manos de Izumo y Kotetsu, puesto que ya contaba con la suficiente cercanía y confianza con la pareja de ninjas.

Y si bien, ninguno de estos dos se encontraban custodiando la entrada a la aldea, tampoco estaban en los cubículos para denuncias y demandas, de hecho, en una de las múltiples bajadas escalonadas se encontró con la mencionada dupla saliendo de un bar, los cuales estaban abrazándose por la espalda el uno del otro, haciéndose una especie de equilibrio.

Stitches 𖣐 TobideiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora