Rotos

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24/10/2005

El otoño se sentía en el aire, el olor a tierra mojada abundaba aquel Lunes. La pelinegra había terminado sus clases y ya se encontraba saliendo de su salón cuando escuchó un cascabel muy familiar.
Se suponía que hace unos días Kazutora había salido finalmente de la correccional, sin embargo la pelinegra no había podido ir pues aún no sabía con que cara mirar al chico, pero al parecer el destino los quería reencontrar una vez más.

-¿Kazu? - la pelinegra habló una vez tuvo al muy cambiado chico frente a ella.

-Oi ¡___! pero que cambiada estás- contestó apenas pudo reconocer a la chica- Sigues igual de linda enana.

-¡Kazu de verdad eres tú! -aún sorprendida se abrazo del chico con cabellos bicolor.

-Así es, soy el mismísimo Kazutora- correspondiendo al abrazo de la pelinegra- Te queda muy bien el cabello oscuro, no cabe duda de que Baji tiene suerte de tenerte ___- dijo con una voz un poco decepcionada siguiendo en el abrazo.

-¿Ya lo viste? Dios mio no puedo creer que no me aviso que ya habías salido- contestó separándose del abrazo para mirar al más alto a los ojos.

No cabía duda de que era muy diferente al Kazutora que conoció años atrás, sin embargo estaba feliz de volver a ver al chico de ojos miel.

-No te preocupes pequeña Mitsuya, tendremos tiempo para hablar de todo lo que viviste estos últimos dos años, pero será en otra ocasión tengo que buscar a alguien- Kazutora dejo un pequeño besito en la sien de la contraria para después alejarse despidiéndose con la mano.

Aquel gesto no sorprendió a la pelinegra, cuando eran niños solían ser muy unidos por lo que estaba acostumbrada a aquellas muestras de afecto.

...

Aproximadamente después de un par de horas de su encuentro con Kazutora la pelinegra aún seguía muy sorprendida de lo diferente que el chico se veía, pero le sorprendía aún más que Baji no le haya contado que ya había salido de la correccional por lo que estuvo intentando llamarlo varias veces durante todo ese tiempo, sin embargo no recibía repuestas del pelinegro hasta que por fin recibió una llamada.

-¿Baji? - preguntó un poco ansiosa aquella pelinegra.

-¿___? no, no soy Baji soy Takemichi nos conocimos hace unos meses en la pelea del tres de agosto. - respondió el rubio detrás de la llamada.

-¡Ah, Takemichi! te recuerdo ¿estás con Baji?

-Sí y no, es una larga historia pero no es por él que te llamo, su amigo un rubio de ojos verdes está algo grave y no sabia a quien más llamar, ¿podrías venir por favor? - Takemichi respondió haciendo notar una voz muy preocupada por la llamada, cosa que alarmó a la pelinegra sabiendo de quien se trataba.

-Voy para allá, solo dime la dirección y llego lo más pronto que pueda.

Takemichi le dijo el lugar donde se encontraban, sabiendo donde estaban y que no quedaba lejos de su casa la pelinegra subió a su motocicleta y en poco tiempo llegó al lugar de destino.
 
 
-Gracias por haber venido ___- dijo Takemichi en cuanto vio a la chica llegar.

-No hay problema Takemichi, dejame a Chifuyu a mi, muchas gracias por haber cuidado de él mientras llegaba- la pelinegra hizo una reverencia de agradecimiento mientras tomaba un brazo de Chifuyu para que pudieran irse.

-No no no, déjame ayudarte- el rubio pollito con el mismo cuidado que tenía la chica subió a aquel lastimado a la parte trasera de la motocicleta. - Creí que Baji y él eran muy buenos amigos sin embargo al verlo así no me convence.

𝐈𝐃𝐖𝐋𝐘𝐆 | 𝐾𝑒𝑖𝑠𝑢𝑘𝑒 𝐵𝑎𝑗𝑖  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora