Pequeña vela viva, color mazorca.
Resonando su llama aguda en todo el refugio.
Transmitiendo indirectamente; pensamientos sobre el autor.
Mirada tan sencilla, pero completa, y significativa a su flama.
Encaminado hasta aquí extrañamente sorpresiva,
así iniciando tu historia rutinaria entre ellos.
Todo de a poco fue dejando de ser una amenaza.
Aprendiendo que las manos no son ente hostil,
para continuar resonando tu flama.
Un cortejo que jamás existió.
Delicado a esta esencia semi marítima.
Una extinción casi literal a la metáfora.
Apagado, caído, como cualquier cosa.
Encogimiento por la zozobra causada por el fácil hallazgo de un simple descuido.
¿Cuál es la razón de esta estética tan débil e infantil?
Tenemos que continuar.
Debemos continuar.
Hay que continuar.
Aquella insignificancia no fue motivo de no sentir.
Y esto mismo lo demuestra.
Resumido parte de tu periodo de vida, aquí.
Un diminuto trozo de alegría que llegó por el aire.
Haber sido el único en este refugio.
Pero sigue resonando tu flama por el ambiente.
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Gritos Quebrados Del Valle
PoetryCosas, historias y hechos escritas por un morador silencioso del valle