¿De qué hay de qué? No debería, pero igual golpea esa sensación como una descompensación. Alrededor de esta nevera en la que descansa ese cuerpo; se hace testigo de sus metas cumplirse, pero en vidas ajenas, en sonrisas que no se sienten en tus mejillas. Que esos sueños se van cumpliendo tal cual como deseabas, pero bien lejos desde tu asiento. Que todos esos sueños solo pasan a ser simulados en otras vidas. Que todos esos sueños solo se quedan en sueños recordados en un despertar que ya agota. "...odio esto".
Ya sabes que no debería ser así, pero el resentimiento con aquellas cosas te clava los ojos y te ancla al deprimente suelo.
- "¿Cuál será la razón de aquello?"
- "Eres un malagradecido"
Quizás, o quizás no, hay tantos lugares desde los cuales ver, el tuyo esta empañado con una respiración lenta pero latente, un perfil de tarado el cuál siempre vuelve pase lo que pase.
No me queda más que desquitarse con las prendas, la fuerza y las estructuras, ha salido bien barato... Y las rayas hechas, recordarán esas orquestas ruidosas y abrumantes que te encogían con tanta rabia y odio.
Realmente no era necesario gritarlo a los vientos que haya, pero también esas preguntas re suenan en las paredes "¿Por qué será? ¿por qué será que ese orgullo reflejado, hay que esconderlo como un niño maldito y enfermo? ¿cuándo podré presumirlo?"
Una clase de rabia se incuba entre la piel, va calando a la médula, vas viendo lo irónico de las cosas, vas entendiendo que el volver a salir de allí no ha sido bueno, el ruido descomprimido solo ha traído más penas, a tu ruido te has hundido más en nostalgia, son más los recuerdos que calan a tus párpados y condensa el sentimiento con resentimiento. Tu ruido ha creado un silencio más filoso del que tenías...
Como un número con energía siempre tuviste que ser. ¿Entonces cuál es la jodida fórmula? ¿Cuál es tu problema? ¿Qué estás pagando? ¿Por qué no te vas ya? ¿Por qué te quitas la risa? ¿Por qué no está la tuya allí?
Esas partituras infames en papel azul, guardados de hace tanto; hacen bulla, resuenan y resuenan, ya lo has editado tanto, lo has ido haciendo tan artístico y vago, como siempre...
Han interrumpido tu recital tantas veces... sigues tan bajo y más cada vez. "Solo desahogarme quiero... hacer mi primer y último recital, que por fin llegue con ellos mi risa"
Tú lo sientes, él lo siente, ella lo siente, pero crujirás tus instrumentos en un estelar que en cualquier instante estallará, en donde quebrarás ese vidrio e iluminarás tu imagen, encendida, con la de ellos.
Todo esto escrito en un escupitajo con ganas, en los zapatos.
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