Capítulo 2: Nuevas amistades

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Capítulo 2: Nuevas amistades

Nuria era una chica muy guapa, tenía los ojos marrones como el chocolate, una nariz pequeña, piel morena pero no muy intensa, pelo marrón oscuro ondulado y largo; llevaba una camisa granate un poco caída de los hombros, unos pantalones tejanos de color azul marino y unos zapatos de tela azules, en definitiva una tentación para todos los chicos.

Entonces empezamos a hablar sobre lo que nos había pasado en nuestra muerte y después de ella, las dos habíamos recibido las mismas cartas, sacamos las cartas que nos habían enviado y descubrí una llave dorada con una tarjeta que ponía:

“Te estarás preguntando cómo ha llegado la llave hasta aquí y de que es; es la llave del lugar donde podrás descansar siempre que quieras dejar un rato tu aventura de encontrar la sala de las esencias, algo parecido a como le decis vosotros antes de llegar hasta aquí, una casa, solo que portátil, si sacas la llave del sobre y la tiras a cualquier lugar del suelo aparecerá una casa, para llevarla en forma de llave tienes que clicar al botón que hay detrás de la puerta de entrada en el interior de la casa.

Eso es todo y no te preocupes está será la última carta que recibas de mi a no ser que tenga que decirte algo urgente”.

Entonces Nuria dijo:

-Te tengo que presentar a un conocido mío que encontré hace unas horas.

-De acuerdo, como se llama?- Le pregunté

-Se llama Kilian- Me respondió Nuria

Ella me agarró de la mano y me arrastró hacia donde estaba el, tenía los ojos verdes brillantes como un prado donde acaba de llover, el pelo negro, debía tener unos 14 años, era bastante alto, era guapísimo y me quedé embobada mirándolo.

-Hola! ¿Cómo te llamas?- Me saludó Kilian.

-Ho...hola- Tartamudeé.

Estaba un poco nerviosa pero se me pasó en un momento.

-No te preocupes, mi amiga es un poco tímida- Le explicó Nuria mientras que me guiñaba el ojo disimuladamente.

-¿Tanto se nota que me gusta?- le susurré a Núria

-Perdóname, es que soy un poco tímida como te ha dicho mi amiga…- Le comenté

-No pasa nada, ¿cómo te llamas?-Me dijo Kilian

-Me llamo Emma, ya me ha dicho Nuria que te llamas Kilian- Le comenté

-Es cierto; empieza a hacerse de noche y aunque esté lugar es muy bonito hay un rumor de que por las noches salen monstruos que se alimentan de cualquier cosa que esté viva o haya estado viva.

¿Quién saca su casa portátil?- Explicó Kilian

-¡Yo!- Afirmé

Saqué la llave del sobre y lo lancé a un terreno plano con un precioso lago delante.

La llave tardó muy poco en transformarse, bastante menos de un minuto.

En ese momento invité a los dos a pasar y mientras pasábamos, mi mano rozó la de Kilian y me estremecí, lo que aún no sabía era que aquella noche me arrepentiría de lo que hice.

Memorias de un fantasma adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora