Memorias de un fantasma adolescente

Capítulo 8: Continuando el camino

Capítulo 8: Continuando el camino

En ese momento le dejé de abrazar para ponernos en marcha de nuevo, avancé toda decidida para demostrar a mis nuevos amigos que yo también podía ser valiente y que no era la niña asustada que no sabía nada y que se enfada por tonterías. Primero de todo, fuimos a un aeropuerto de fantasmas que nos dejaron pasar gratis porque les dijimos que nos íbamos a buscar la sala.

Cuando llegamos a Londres, seguimos avanzando sin saber si tomábamos el camino correcto pero no me importaba mucho perderme mientras estuviese con él.

Se estaba haciendo de noche, por suerte antes de ir a casa de Kilian y Nuria guardé la casa en el sobre por si aún caso.

-¡Se está haciendo de noche y no tenemos casa!-Dijeron Nuria y Kilian casi al unísono.

-¿De verdad creíais que soy tan idiota?- Dije mientras sacaba la llave y la lanzaba.

-Pues yo creía que sí que lo eras- Bromeó Nuria.

Salí corriendo tras ella para darle una colleja cariñosamente mientras Kilian se partía de risa viendo la escena tan cómica.

Nos fuimos a descansar deseando tener mañana un día más relajado.

Al día siguiente…

Me desperté fresca como una rosa y muy contenta, Kilian aún estaba dormido.

Nuria me dijo que tenía que hablar conmigo sobre una cosa, yo la seguí hasta mi habitación.

-Se te nota mucho-Dijo Nuria una vez cerró la puerta.

-¿El qué?- Dije para hacerme la despistada.

-Emma…-Empezó a decir Nuria- No te hagas la distraída que te conozco.

-Valeeee…-Dije un poco nerviosa- No entiendo de qué me estás hablando

-¡De qué va a ser!, ¡de que te gusta mi hermano!-Dijo Nuria elevando un poco la voz.

Me puse roja.

-No es verdad-Dije yo nerviosa

-¿Y entonces porque te has puesto roja como un tomate?-Preguntó sarcásticamente Nuria.

-Bueno… -Dije- Puede ser- Comenté tímidamente.

-¡Lo sabía! ¡Sabía que te gustaba!-Dijo Nuria gritando escandalosamente.

De repente la puerta de la habitación se abrió y entró Kilian.

-¿Que te gusta quién?-Preguntó Kilian.

-¡Nadie!-Dijimos las dos a la vez.

-¿Seguro?-Dijo él y me puse roja como un tomate.

-¿No me lo quieres decir?-Dijo él preocupado

-No…-Dije yo poniéndome roja.

-Vale… pues os dejo hablar- Dijo Kilian tristemente.