Memorias de un fantasma adolescente

Capítulo 4: Viejos recuerdos

Capítulo 4: Viejos recuerdos

Me quedé sola llorando sin ánimos de hacer nada y pensando que había hecho mal.

Mi madre…, me seguía doliendo, se había ido de casa misteriosamente cuando tenía cinco añitos sin despedirse de mí ni nada, solo había dejado una nota que decía:

“Me voy de casa porque he encontrado una familia mejor que la que tenemos ahora, sé que pensareis que soy muy egoísta pero necesitaba cambiar de aires, ya no me veréis más.

Vuestra traidora preferida,

Mamá”

Aún lo recordaba, mi padre y yo lloramos durante un día seguido y en navidad la casa estaba vacía, sin nada de la magia ni de la alegría que había antes, cuando estábamos juntos. Me acuerdo que incluso mi abuela se echó a llorar, ella sabía cómo era su hija y no se esperaba eso de ella.

No sé porque me he enfadado con él por eso, decidido, mañana le pediré disculpas y espero que las acepte, si no, se terminarían todas mis esperanzas para encontrar esa dichosa sala. Al momento me fui a mi cama decidida a descansar hasta el día siguiente.

A la mañana siguiente:

Me levanté de la cama esperando encontrarlos en su casa, ya que momentos después de cuando salieron se oyó el ruido que hace una casa cuando se transforma.

Como me pensaba, allí estaba su casa. Llamé a la puerta y me abrió Kilian, al ver que era yo intentó cerrarla pero pude evitarlo.

-Kilian, tengo que hablar contigo sobre lo de ayer...- Dije entristecida.

-Está bien… pasa.-Dijo él ya que se había visto obligado a decir eso.

Entré en la sala de estar y allí estaba Nuria pensando, cuando me vio, se dio la vuelta bruscamente sin ni siquiera saludarme; me senté en el sofá rodeada por ellos dos, estaba decidida a hablar y lo solté de un tirón.

-Perdonarme chicos por favor, es que aún me duele lo que me hizo mi madre…-Dije a punto de llorar.

-No te preocupes, lo comprendemos. Debe de ser muy duro hablar de algo así.- Dijo Kilian.

-¡Pero no nos tienes que tratar así!- Gritó Nuria.

-Ya lo sé…-Dije yo- Pero es que…-Dije y me puse a llorar.

De repente Kilian me dio un abrazo, yo seguía llorando en su hombro.

-No te preocupes, estoy aquí para ayudarte- Dijo Kilian mientras seguía abrazado a mí.

En ese momento me dieron ganas de darle un beso pero no se lo di.