El pub

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El pub estaba medio lleno, después de una mala mañana ya ibas por un par de cubatas, con la esperanza de olvidar lo ocurrido.
Te vestiste sin ninguna intención, solamente desahogarte bebiendo algo conmigo. El escote prominente de una blusa de un tono claro pero ajustada, una vaqueros de las mismas condiciones que resaltaban más la figura de tú culo, todo era aparentemente sencillo pero gracias a ello debias el hecho de ser el centro de atención del local.
Después de media hora inmersa en tú vaso, me acerque a tú lado y te susurre al oido lo que todo el mundo pensaba que era imposible que yo consiguiera. Queria hacerte mia en ese mismo instante, arrancarte la ropa, ponerte boca arriba encima de la mesa en que estabamos, ponerme el hielo de tú cubata y recorrer tú cuello, tus pechos, tú ombligo y tú Coño y nuevamente recorrer el camino de vuelta a tú cuello, empezando por los labios, jugando con el clitoris, consiguiendo que cada vez estas y más mojada y terminar en besos sobre el resto de tú cuerpo, haciendo que este se erizara y tus pezones se pusiesen duros, pidiendo a gritos que mi lengua juegue con ellos y los muerda.
Todo esto podria estar ocurriendo en ese misno instante, en ese local y en esa mesa.
Me aparto de tú oreja y se puede percibir como con los ojos cerrados te has imaginado cada instante, cada caricia y cada beso por la aparente tensión de tus brazos, el gesto en tú rostro y tus piernas apretadas una contra la otra, ocultando mi deseo, que arde en el interior del pantalón, que ambos sabemos que se ha ido humedeciendo por momentos. Tú mirada lo dice todo, te levantas sin decir nada. Caminas a la barra y te apoyas sobre ella resaltando otra vez el culo.
La camarera esta aún demasiado lejos de ti atendiendo a otro asi que aprovecho para abrazarte por la espalda, muerdo tú oreja y te demuestro que no eres la única afectada por mi imaginación haciendo que mi polla en toda su longitud y la dureza del momento se apriete contra tú culo.
Salimos del local y el coche esta tan solo a dos calles, después de caminar el uno junto al otro.
En la última calle, donde ya se ve el coche a lo lejos, esta formada por un muro liso que tiene una puerta grande, y justo en la puerta un hueco lo suficientemente grande, que al pasar ambos por ese preciso punto me empujas para Ocultarnos en la calle.
Me agarras de la nuca y me besas, tú lengua esta algo juguetona, pero tú, tú estas totalmente revolucionada, en modo cerda, y en ese momento es lo más me gusta.
Mis manos te agarran involuntariamente del culo y mis labios buscan con anhelo tu cuello.
Tus manos por lo contrario buscan palpar como me siento, por ello me frenas, me empujas contra el pequeño saliente que nos oculta y me miras y sonries con malicia.
En ese momento eres rencorosa porque tu mirada cachonda y con picardia te delatan. Pones el extremo de tu uña del dedo indice sobre mis labios mientras yo sigo forzado por tú otra mano que aprieta mi pecho.
Comienzas a bajar haciendo "eses" pasando por el cuello y a la altura del cinturón paras.
Vuelves a mirarme a los ojos con una sonrisa y .....

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