Travesuras

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Ya se ve como atardece poco a poco pese a la hora que es, pese al solecito que ha habido todo el dia, antes, cuando en mitad de la calle no habia nadie y te meti las manos desde la espalda bajo la sudadera y te aprete de las tetas senti que entre mis dedos estaban tus pezones perfectamente duros como para mordisquearlos.
Con lo larga que es la Gran Via y que no haya nadie a estas horas, recordar que en mitad de la calle te pude meter mano me la pone realmente dura hasta el punto de hacerme daño con los boxers y desear sacarla y que la tengas en tus manos.
La situación me puede y estamos a solo unos pasos de esos cutres parques sin salida y no puedo pensar cuando ya te he empujado y te he metido bajo un balcón frente a unos columpios movidos solamente por el viento.

Comienzo a besarte el cuello y a subir hasta la oreja, llego a tus labios y antes de rozarlos ya te he cogido con firmeza del culo y te acerco lo sufiente como para que notes como estoy, me subo por las paredes, aunque lo único que quiero es bajar mi pantalón de chandal arrancarte los leggins pero por ahora me siento satisfecho sintiendo tú coño contra mi polla mientras me grito a mi mismo que te la meta. Te sigo besando y noto que vas cogiendo calor hasta que vuelvo a visitar tus pezones y al coger la teta entera y apretujarla noto tus pulsaciones que estan disparadas y entiendo que ya no soy el único que quiere follar.
Deslizas tú mano por mi abdomen hasta darte cuenta que tampoco hacia falta bajar mucho más porque prácticamente se me ha salido de los pantalones y asoma por el pantalón pidiendo a gritos entrar en ti.
Tú constante roce arriba y abajo con la mano hace que hasta yo mismo me note mis propias pulsaciones por ello decido vengarme y meto mi mano en tus bragas a ver que encuentro.
Esta caliente y listo, bajo un poco más y lo noto humedo, lo suficiente para no volver a usar lubricante nunca más asi que meto un par de dedos con lo que reaccionas aprentando tú mano con mi polla entre tus dedos mientras tú espalda se arquea y me avalanzo a morder y comerme tú cuello haciendo que recorra un escalofrio por todo tú cuerpo.
La situación es más que crítica; me encuentro haciendo circulos alrededor de tú clitoris mientras beso tú cuello y tú intentas hacerme una paja con la poca cordura que hay en tú cuerpo, sólo que se asoma un chica de la finca de enfrente inocente a lo que alli pasa a tender su ropa mientras yo estoy fundiendo mi lengua en tú cuello y jugando con tú clitoris cada vez más y más rápido, todo ello bajo la pequeña probabilidad de que la chica de la ropa ahora cigarro en mano, nos pille.

Es agotador pero no puedo parar cada vez puedes controlarte menos y gimes cada vez más fuerte, la chica de la ropa sigue alli y por lo visto nos escucha pero no nos ve, necesita gafas, pero te excita aún más ese pequeño detalle y mientras te estremeces con mis dedos jugando con tú coño te fijas en que ella no coja las gafas y nos pille en esa pequeña e íntima situación.

El momento ya no da para más, te doy la vuelta y te obligante a apoyarte contra la pared y bajo tus leggins hasta debajo de culo, aparto el tanga, acerco mi boca a tú oreja y te susurro que te la voy a meter y sin más dilación, te la meto.
Embestidas con un ritmo suave pero con fuerza que te empujan contra pared, lo cierto es que ya no importa si me miran o no, lo único que quiero es seguir metiendola y tapar tú boca con mi mano derecha para que no hagas demasiado ruido y llames la atención.
Cada vez estoy más cachondo y la noto más dura de lo que ya estaba de por si, ya esta todo oscuro y solo hay un par de farolas que nos iluminan, hace algo de frio por el vapor que sale de tú cuerpo pero continuo metiendotela ahora cada vez más rápido, quiero correrme ya y que todo esto acabe, escucho voces y más movimiento que antes, tenemos que terminar cuanto antes no por nada en especial, solo que todo este rato hemos estado bajo el mismo balcón follando y justo en el esta ahora tú vecino asomado.

Pequeñas ilusiones. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora