FANTASÍA [EN PROCESO]

Capítulo 5

"MARLON"

FRANK.

Había esquivado con éxito el ataque de Sandor. Todo mi alrededor estaba cubierto por pedazos de troncos y raíces consumidas por el fuego parcialmente. Gracias a la energía mágica que tenía el bosque, ya no había nada húmedo. Nisiquiera la tierra que la absorbió, ni tampoco las cenizas.
Faltaban pocos minutos para que los árboles y plantas volvieran a crecer. Gracias a Dios que en esta estación del año en el bosque no hay animales. Un mal menos.

Por otra parte este tipo era peligroso. Me di cuenta de que posee una gran energía mágica. Usando un campo donde haya fuego, es estratégico. Un arma ofensiva y defensiva.

—¿Ya no tienes a donde huir? —su gruesa voz fluye en un tono burlón—. Te voy a hacer la oferta por última vez.

Estaba a unos pocos metros de mi con su pesada armadura y espesa barba. Sostenía sus gran espada envuelta en llamas. En su mirada veía la macabra diversión e insensibilidad por todos los daños que está causando.

—No pienso entregartela —le informé en un tono firme e inquebrantable—. Si ella no quiere irse con vosotros, no permitiré que se la lleven a la fuerza.

—Para ser tan joven eres muy terco, muchacho —comenzó a caminar hacia mi.

Mis defensas se activaron al momento.

Extendí mi mano a la derecha y comcentré mi energía en ella transformándo esa energía en viento y luego a mi espada.

—Tú eres él que se aferra a la idea de que vas a triunfar —le aclaro—. Y te recuerdo que por algo me llaman "El Caballero del Tifón Oscuro."

Con esa motivación avanzo hacia él moviéndome en un zizagueo a gran velocidad hasta quedar cara a cara con él.

Nos miramos a los ojos sin decir palabras. Ambos teníamos la llama de la vida en cada uno. Esta sensación de competencia me daba una motivación y fuerzas increíble.

Él intentó golpearme, pero pude esquivar el golpe de forma que desaparecí ante sus ojos. Me había movido con agilidad y con un salto ya me encontraba de espaldas a él en el aire listo para mi ataque. Sandor se volteó al percatar mi presencia y recibió el golpe de una fuerte ráfaga de viento al agitar con firmeza mi espada.

Su cuerpo salió lanzado hacia los árboles no quemados del bosque. La ráfaga había alzado las cenizas del suelo y ahora en este instante, caían como nieve sobre mi.

Ya en el suelo crecían los brotes de los árboles muertos.

Una sonrisa triunfante se plasmó en mi rostro, pero se borró al recibir el imapacto de una llamarada por mi espalda la cual causó una explosión que me lanzó lejos de allí.

Caí entre las cenizas con el cuerpo adolorido. El espacio aero, mi técnica de defensa que es automática, impidió que mi cuerpo se haya dañado. Por otro lado mi capa, un trozo del pantalón en mi pierna izquierda y las mangas de mi camisa fueron destruidas.
Estaba completamente sucio, lleno de manchas negras por las cenizas además del hollín del humo.

La lluvia de cenizas se hizo más fuerte. Y entre las pequeñas partículas negras ante mis ojos, se apareció Sandor caminando con autoridad y confianza.