(T/N) es una chica que entra en la prestigiosa escuela de U.A su poder es muy complejo, pero su clase la hace sentir querida y sus pofresores la ayudan mucho pero...No todo dura para siempre.
No desea que nadie salga herido por su culpa, ni que nadi...
Al despertar lo primero que ven mis ojos cuando se acostumbran a la luz, es el rostro tranquilo del maestro, que aun sigue durmiendo. Con cuidado de no hacer ningún movimiento brusco o algo que pueda despertarlo, quito sus manos de mi cintura y salgo de la cama con extremo cuidado para luego salir del cuarto sigilosamente.
Camino por el pasillo pero paro de golpe al percatarme que me he dejado el botiquín en el cuarto, aunque siendo sincera, no voy a volver por el, primero por pereza, segundo, porque no quiero hacer algún ruido y terminar finalmente despertando a alguno de los dos que duerme en el cuarto. Ellos necesitan reposo y no que yo este entrando y saliendo, molestándolos a causa de mis despistes y mi memoria de Dori (Cosa que tengo incluso aquí jajaj).
Llego a la cocina donde me encuentro aun hombre alto, con el cabello suelto y de color rubio. No puedo evitar asustarme, porque por más que pienso ninguno de mis compañeros tiene el pelo tan largo como la persona que hay enfrente mía y que me esta dando la espalda, sinceramente esto me da algo de miedo y ¿si es alguien del culto? Con algo de temor me acerco con cautela a él y toco su hombro derecho observando como se gira, causando que un suspiro de alivio salga de mis labios al reconocer a la persona delante mía.
- ¡Qué susto me ha dado sensei! -Mi mano derecha está en mi pecho, donde escucho mi corazón latir a mil por hora, un poco más y se marcha por su cuenta. - ¿Qué le ha sucedido en el pelo?
- Siento haberte asustado, supongo que es extraño para ti verme con el pelo suelto.
-La verdad es que sí, aunque tengo que admitir que se le ve genial.
¡¿Pero vamos a ver, acaso soy tonta?! Cómo mierda se me ocurre decir eso en voz alta eso, que vergüenza. Siento mis mejillas arder al pensar en mis palabras, aveces necesito un filtro para poder controlar lo que sale de está, porque no es normal que yo diga eso tan a la ligera y si lo hago, lo mínimo que podría pasar es que luego no me muera de vergüenza o me ponga tan nerviosa, esto no es normal.
Iba a seguir insultándome a mi misma mentalmente hasta que me fije que mi mano izquierda está agarrando un mechón de su pelo rubio y lo acaricio con delicadeza, como si temiera hacer algo que lo lastimara. Aparto mi mano de golpe sintiendo como me pongo aun más nerviosa, si es eso posible, intentando formular una frase de disculpa pero ni eso soy capaz de hacer ¿cómo es posible que me ganen tanto los nervios?
- ¡L- lo siento mucho! - Exclamo a todo pulmón, estoy segura que se me ha oído hasta en el cielo.
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No se como he llegado a esto después de pasar por ese bochornoso momento de hace un rato, que había sucedido en la cocina y para ser sincera tampoco quiero recordarlo.
Mis ojos miran la gran cabellera rubia, que me tiene hipnotizada, debido a que siento que he robado el sol del cielo y ahora lo tengo entre mis manos, apreciándolo y cuidándolo. Paso el cepillo con cuidado por sus edras rubias, no puedo evitar sonreír y soltar una pequeña risita al sentir que parezco una madre peinando a su hija o hijo pequeño.
- Me gusta mucho tu cabello, es sedoso y tiene un brillo que hace que parezca el sol. -Susurro y aunque no diga nada su risa es señal de que no solo ha escuchado mi comentario, sino que le debe parecer hasta tierno, al menos esa sensación es la que me da a mi.
Al terminar dejo el cepillo aun lado y sin poder evitarlo mi cuerpo se mueve solo inclinándose hacía delante donde está Hizashi, sentado entre mis piernas, dejando un beso en la parte superior de su cabeza, justo en la zona de las raíces del cabello.
Debo admitir que esta sensación me gusta mucho y deseo que no acabe nunca.
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Hola a tod@s ¿cómo están? Espero que bien.
Bueno he tardado algo en el capitulo porque me operaron de la boca para sacarme las muelas del juicio del lado derecho de la boca. La de arriba salio de un tirón porque estaba medio fuera pero la de abajo no había salido aún, así que me rajaron para poder sacármela y a eso le sumamos que los medicamentos me daban sueño pues imaginaros.
Además quería subirlo hoy por ser mi cumpleaños y que lo disfrutarais con este capitulo.
Bueno, nos vemos en el siguiente capitulo que subiré cuando este más libre de trabajo y de los estudios.
