(T/N) es una chica que entra en la prestigiosa escuela de U.A su poder es muy complejo, pero su clase la hace sentir querida y sus pofresores la ayudan mucho pero...No todo dura para siempre.
No desea que nadie salga herido por su culpa, ni que nadi...
Veo a Momo partir un pedazo de pastel y ponerlo en el pequeño plato que se encuentra en la bandeja, junto a un taza de té de verde, aunque pensándolo bien voy a cambiarlo por un café, a Aizawa le vendrá mejor. Cambio la taza por otra y una vez Momo pone la porción del pastel de chocolate, me llevo la bandeja hacía el cuarto donde se encuentra el maestro descansando.
-Sensei, le traigo algo para tomar y que llene un poco el estómago. -Dejo la bandeja en la mesita a su lado y me siento en el borde de la cama sin molestarlo. -¿Necesita ayuda o puedes apañarte solo?
Él se levanta quedando sentado en la cama, apoyando su espalda en el cabecero de la cama, cuando agarra la cuchara del café, está, se resbala de sus dedos cayendo al suelo causando que sus ojos se abran por la sorpresa.
-No te preocupes, te traigo otra y te ayudo.
-De acuerdo.
Me levanto del lugar, volviendo a la cocina y cambiando la cucharita sucia por otra limpia. Al volver, me siento de nuevo donde antes y le ayudo. Parto un trocito del pastel y se lo acerco a la boca, mis ojos son incapaces de levantarse de esos labios rosados, los cuales tienen algunas heridas que aun continúan cicatrizando y al ver como se pasa la lengua por ellos..."¡Qué estoy pensando!" Siento mis mejillas enrojecerse al ser consciente de lo que acabo de pensar.
No puedo evitar ponerme nerviosa, nunca antes me había pasado esto, siempre me ha parecido guapo pero nunca he llegado a tener este tipo de pensamientos, hasta ahora, mis mejillas se han teñido de un ligero tono carmesí y mis ojos viajan por el lugar buscando un sitio al que mirar y ya no verlo porque no solo su mirada encima de mí me esta poniendo nerviosa, sino, que no soy capaz de parar darle vueltas a lo que hace segundos pensé.
Salgo de mi conflicto mental conmigo misma, al oír la puerta abrirse y ver a Izuku, que va con una muleta. Al vernos sus ojos se abren de golpe y se comienza a poner nervioso, quiero explicarle que no es nada extraño pero no soy capaz de articular palabra, hasta que él parece darse cuenta de algo.
-Aizawa-sensei ¿sus manos siguen heridas? -Pregunta acercándose a nosotros.
-Sí, por eso está ella aquí, me esta ayudando porque soy incapaz de agarrar el cubierto.
El menor aparta la mirada como si se avergonzara por algo pero vuelve a mirarnos sonriendo, causando que no pueda evitar reírme al oír su comentario.
-Parece un niño pequeño siendo alimentado por su mamá.
Siento las ganas de reír al oírle, pero al pasar por mi mente ese pensamiento siento que estoy enloqueciendo, como odio mi parte de demonio, siempre me hace eso. *
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* Cuando dice ese pensamiento, ella se refiere a una pareja en la cual ella le da de comer a la otra persona que es su pareja, por eso le da vergüenza, al imaginarse a Aizawa como su novio.
Lo pongo por si no lo entienden.
Sigo viva.
Como verán al final logre arreglar mi problema con el ordenador y estoy aprovechando que todavía no tengo los exámenes y para colmo termino el curso antes y tengo la EVAU, quiero llorar.
Siento que sea tan cortito pero aun me estoy recuperando emocionalmente de la muerte de unos familiares míos y de todo el estrés que tengo.
Espero que esteís tod@s bien y espero que siga así, nos vemos en el siguiente capitulo.
