Un Dios de la Muerte entre Dioses

Capítulo 12

Ichigo gimió mientras se sentaba junto a Yuzu, quien simplemente le sonreía. Miya había ido a preparar el almuerzo, Yuzu se había ofrecido a ayudar, pero Miya le había dicho que podía ayudar con la cena y simplemente relajarse después de su viaje desde Karakura. Karasuba estaba practicando afuera ya que se sentía incómoda con Yuzu quien solo la miraba con admiración en sus ojos, incluso Ichigo estaba extraña por el enamoramiento de su hermana con Karasuba y Miya. Uzume y Karin todavía estaban en el baño por lo que Ichigo podía decir y no tenía idea de a dónde había llegado su viejo, dijo que iba calle abajo, ¿por qué? Ichigo no tenía idea.

"Esto es tan genial Ichigo, ¿a quién conociste primero? ¿Dónde la conociste?" Yuzu cuestionó haciendo que Ichigo la mirara por el rabillo del ojo, suspiró una vez más antes de desplomarse hacia adelante.

"Conocí a Miya primero." Ichigo le dijo, cediendo a sus preguntas. "Prácticamente cuando busqué un lugar por primera vez, este lugar parecía bastante bueno ..." Se encogió de hombros y se apagó.

"¿¡Y entonces ustedes dos se enamoraron locamente !?" Preguntó esperanzada con ojos grandes, queriendo saber los detalles exactos, haciendo que Ichigo pusiera una mano en su cabeza, alborotando su cabello haciéndole un puchero antes de sacarle la lengua.

"Es mucho más complicado de lo que papá lo está haciendo". Ichigo le dijo haciéndola sonreír. "¿Qué pasa con la sonrisa?"

"Me alegro de que estés considerando una novia". Ella le dijo. "¿Cómo conociste a Karasuba?"

"Cafetería." Ichigo le dijo con un ligero encogimiento de hombros. "Tuvimos una reunión bastante ... interesante". Dijo recordando cómo había guiado a Karasuba por la ciudad, vagando por qué ella lo había estado siguiendo hasta que trató de besarlo, luego estalló la pelea y él tuvo que luchar contra ella. Ese había sido un día muy, muy largo. "Conocí a Uzume el mismo día que conocí a Karasuba".

"¿Uzume?" Yuzu cuestionó, sin haber visto a la morena tetona todavía.

"Dijo que se estaba bañando con Karin." Ichigo soltó una gota de sudor. "Ella es muy abierta". Yuzu solo asintió con la cabeza en comprensión. "Me sorprende que no te arrastró con ella como lo hizo con Karin."

"Me sorprende que Karin se bañe con otra persona, ya ni siquiera se baña conmigo". Yuzu le dijo. "Creo que es porque estamos creciendo". Ichigo solo se encogió de hombros. "Entonces, ¿cuál te gusta más?" Yuzu lo interrogó después de un tiempo de silencio haciéndolo levantar una ceja.

"¿Qué pasa con todas las preguntas difíciles, Yuzu?" Yuzu le hizo un puchero, sus ojos se pusieron en modo cachorro haciéndolo gemir por dentro. "Es difícil de explicar Yuzu, no es que no me guste uno más que el otro o que me guste uno menos ..." Dijo recostándose y mirando hacia el techo. "Es dificil de explicar." Le dijo, girando la cabeza hacia un lado para mirarla. Ella simplemente le sonrió una vez más y asintió con la cabeza antes de que ambos escucharan el grito más femenino de Karin, cualquiera de los dos recordaba haber escuchado de su hermano. "Creo que deberías ir a ver cómo está, está en el baño con Uzume, solo puedo esperar por Dios que Uzume no haya hecho algo ... estúpido." Yuzu sonrió y asintió con la cabeza antes de levantarse del suelo y salir por el pasillo, cerrando la puerta detrás de ella.

"¿Es así como te sientes realmente?" Miya cuestionó mientras abría la puerta detrás de Ichigo haciéndolo mirar por encima del hombro hacia ella. "¿Que no te preocupas por nosotros más que por los demás? ¿Que todos somos iguales a ti?" Ichigo se rascó la nuca cuando Miya entró en la habitación.

"¿Escuchaste todo eso eh?" Preguntó y ella asintió con la cabeza con una sonrisa.

"Sabes ... si al final se reduce ... Karasuba y yo tendremos que luchar, o incluso si ganas más Sekirei, tendremos que luchar al final. Solo hay un Ashikabi y un Sekirei que puede ganar ". Ichigo frunció el ceño ante eso y miró hacia la mesa mientras Miya se arrodillaba junto a él. "¿Qué harás entonces?" Ella le preguntó y él se volvió hacia ella y le sonrió, sus mejillas se calentaron al ver la compasión en sus ojos.