Un Dios de la Muerte entre Dioses

Capítulo 24

Ichigo suspiró mientras pasaba otra página de la revista que estaba leyendo. Su cabeza estaba apoyada en su mano, sus ojos entrecerrados mientras leía un artículo sobre algún equipo deportivo y drogas o lo que sea. Realmente no estaba prestando atención al artículo ni nada en realidad, solo disfrutaba de la paz y la tranquilidad de su habitación, sin Sekirei que lo molestara, había estado extrañamente tranquilo durante las últimas horas desde la cena, era extraño pero no desagradable. .

"¡Me niego a ser ignorado!" Kon gritó haciendo que Ichigo suspirara mientras miraba por encima del hombro para ver al animal de peluche mirándolo, apuntando con uno de sus brazos disecados hacia él. ¿Fue demasiado pedir una noche de paz en su vida? "¡Desde que conseguiste una novia, o en tu caso varias novias, me has ignorado por completo!" Kon gritó. "¡Exijo tu respeto!"

"¿Tienes que ser tan ruidoso?" Ichigo cuestionó pasando una página en la revista.

"Oh, lo siento, ¿estabas demasiado ocupado siendo un mujeriego para olvidarte de tu amigo? ¿Qué tal si me enganchas con una de las chicas? ¡O el infierno llama a Orihime y le dices que estoy en juego! Ayuda a un animal de peluche ¡fuera!" Kon gritó. "Se supone que somos hermanos ..." Hizo un puchero, o lo que sea que se vea un puchero en un animal de peluche.

"Se supone que debes comportarte antes de que te envíe de regreso a Karakura." Ichigo murmuró mientras se alejaba del animal de peluche. "¿Qué quieres que haga? ¿Te entrego a una chica como regalo? Acéptalo Kon, no tienes ninguna posibilidad de hacer lo que quieras sin mi cuerpo y, francamente, no te dejaré tener mi cuerpo." Terminó mientras cerraba su revista y la arrojaba al otro lado de la habitación, aterrizando en una pila en una esquina.

"Eso es un poco duro, ¿no?" Miya cuestionó haciendo que los ojos de Ichigo se agrandaran y se volteara solo para ver a Miya agachada a cuatro patas junto a él con una pequeña sonrisa en su rostro, Kon no estaba a la vista.

"¿Miya? ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que te ibas a acostar." Ichigo dijo sentándose correctamente.

"Yo hice." Miya asintió. "Kusano se quedó dormida tan pronto como su cabecita golpeó la almohada". Ella rió levemente. "De repente desapareciste después de la cena y no pude desearles buenas noches." Ella le dijo con una cálida sonrisa. "Así que aquí estoy." Dijo colocando un brazo sobre un lado de su regazo para que ahora estuviera frente a él por completo, con las manos a cada lado del joven de cabello naranja que estaba comenzando a ponerse un rojo cálido en sus mejillas por la proximidad de la hermosa mujer frente a él. Ella levantó la mano y acarició el costado de su rostro con suavidad, amor, Ichigo cayendo en su mano haciéndola sonreír. "Eres tan guapo." Ella sonrió. "Y joven." Ella rió levemente. "Soy una mujer mayor, ¿sabes?"

"No lo parece." Ichigo le dijo honestamente con una pequeña sonrisa adornando su rostro.

"Detente, me harás sonrojar." Continuó con una sonrisa mientras acariciaba suavemente su mejilla con amor. "Ojalá pudiéramos compartir la misma habitación que había organizado, pero con Kusano aquí ..." Añadió suavemente, simplemente recibiendo un pequeño asentimiento de Ichigo. "Voy a romper las reglas ... solo por esta vez". Susurró inclinándose hacia adelante y presionando sus labios contra su Ichigo inmediatamente devolviéndole el beso. Miya se apretó contra el cuerpo de Ichigo para que se tumbara encima de él, ambos profundizando el beso.

Los brazos de Ichigo se envolvieron alrededor de la esbelta figura de Miya, uno descansando sobre la curva inferior de su espalda mientras que el otro estaba en la parte posterior de su cabeza. Miya se apretó con fuerza contra él, sintiendo el calor de su cuerpo presionado contra el de ella mientras continuaban besándose. Los dos tomaron aire y parecía que Ichigo fue el único que lo tomó cuando Miya besó sus labios, luego la esquina de su boca varias a lo largo de su mejilla hasta que llegó a su oreja.