Todos los seleccionados fueron llevados al estadio argentino para disputar el último partido de esta fecha triple de las eliminatorias.
Cueva subió al bus y todos sus compañeros empezaron a reírse de lo de la anterior noche. En el fondo, Cueva sabía que estas bromas no pararan por un buen tiempo.
Su meta ahora es sacar al mexicano de su mente.
Ormeño subió al bus con el resto del equipo. No obstante, tenía una semblanza de confusión absoluta. Es la primera vez que se ve así desde su primera convocatoria a la selección.
Yotún: "Mano, ¿qué le hiciste al Gallito"
Cueva: "¿Yo?"
Yotún: "Si webón. Tú. Te escuché decirles una palabras feas oe."
Cueva: "Chismoso."
Yotún: "Si tal vez, pero no jodas. Lo descompusiste. Ya no tiene esa boba sonrisa."
Cueva se queda pensando por un momento a Ormeño para ver si solo era una cuestión de un momento breve. Sin embargo, no lo era. El mexicano se comportaba de una forma extraña durante todo el recorrido al estadio.
El primer tiempo del partido contra Argentina había empezado. Cueva era titular como era una costumbre para el plantel. Ormeño se quedaba en la banca de suplente. Se esperaba que ingresará al segundo tiempo o antes en caso a Lapadula le suceda algo.
Argentina controló una gran parte del primer tiempo colocando el primer gol. Perú no estaba jugando mal, pero se notaba que los argentinos eran superiores.
De regreso a los vestuarios, los seleccionados estaban con los nervios de punta. Necesitaban empatar el partido a como de lugar.
Cueva aprovechó que estaban reunidos para poder observar a Ormeño para ver si su actitud había cambiado.... pero seguía igual.
Había perdido esa energía que lo caracterizaba.
El segundo tiempo empezó. Perú empezó a ganar un control de juego pero el gol no venía. Lapadula fue cambiado durante los 15 minutos, pero la sorpresa de Cueva fue ver que Farfan entraba en su lugar.
Recordaba que antes de empezar el partido, el asistente de Gareca le había comentado al mexicano que el sería quien ingrese como suplente.
Ahora su mente no lo dejaba tranquilo, Cueva no estaba concentrado. Quería saber si realmente algo le habías pasado a Ormeño. Esa distracción no ayudó a que su juego mejorara. Sumando a que Yotún falló un penal para lograr empatar el partido, el panorama no pintaba bien para Perú.
Perú perdió 1 a 0 el partido y los ánimos no estaban de lo mejor en los seleccionados.
De regreso al hotel de la concentración, la mayoría trataba de animar a Yotún quien se encontraba muy afectado por lo sucedido en el partido. Cueva estaba metido en su propio problema.
Tenían exactamente dos horas para dejar el hotel e irse a tomar el vuelo que los llevaría a Perú. Los pasadizos del hotel estaban en silencio absoluto. Las bromas que le hacían a Cueva sobre el incidente quedaron de lado. En parte, era algo bueno que se detuvieran. Por el otro lado, algo dentro de Cueva no estaba bien. Ormeño seguía en su mente. Mucho más ahora sabiendo que no solo pensaba en el incidente con el interés de volver a sentir eso, sino que ahora su compañero se encontraba muy diferente luego de su última conversación.
Cueva ya había alistado todo para salir del hotel. Salió rápidamente al hall del hotel para respirar un poco y liberar su mente de todo lo que había pasado en el día. Tenía mucho para reflexionar.
"Ay Cuevita, ¿qué te sucede?", pensó Cueva mientras se sentaba en uno de los sofás.
Estuvo así unos minutos intentando averiguar el misterio de su problema actual. Ante el cansancio, Cueva deja salir un suspiro fuerte.
"Ese fue muy fuerte. Algo te debe estar preocupando"
Cueva se alarmó un poco al darse cuenta que no estaba solo en la habitación. Alzó la mirada para encontrarse con Lapadula quién se sentó en el sofá de al frente.
Lapadula: "¿No incomodo cierto?"
Cueva: "Para nada bambino. Todo bien."
Lapadula: "¿También estás preocupado por el partido?"
Cueva estaba pensando en contarle su problema al italiano. De todos modos, Lapadula por ser extranjero tiene la mente más abierta para no prestarse a las burlas.
Cueva: "Tiene algo del problema como tal"
Lapadula: "¿Hay algo más que te molesta amigo?"
Era ahora o nunca. Cueva necesitaba contarle a alguien lo que sentía para recibir algún consejo.
Cueva: "Bambito, ¿Te acuerdas lo que pasó el día de ayer?"
Lapadula: "¿Te refieres a lo que tú y Ormeño hicieron en el campo de entrenamiento?"
Cueva: "Sí, eso."
Lapadula: "¿Pero no habías dicho que era una broma?"
Cueva: "Sí. Solo era una broma."
Lapadula: "Entonces, ¿Qué sucede?"
Cueva: "Estoy empezando a creer que no fue solo una broma"
Lapadula: "¿Cómo así?"
Cueva: "No dejo de imaginarme una y otra vez la puta escena desde ese momento. Me jode y jode la mente. No puedo sacar de mi mente al gallito acercándose a mi."
Lapadula se quedó mirándolo fijamente.
Cueva: "Parece como si el sonso me atormentará una y otra vez. No me deja en paz. Ya no sé que hacer con esto amigo."
Cueva termina su frase posicionando su cabeza entre sus piernas en señal de frustración absoluta. Tenía algo de vergüenza que alguien más sepa de lo que le está pasando.
Lapadula: "Ay cholito. Creo que a Santiago le sucede algo similar."
Las últimas palabras de Lapadula causó una gran curiosidad en Cueva. ¿Algo similar? ¿A qué se refería?
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Solo era una broma [Santiago Ormeño x Christian Cueva]
RomanceOrmeño y Cueva deciden jugar un poco durante el entrenamiento de la selección. Lo que ellos no sabían es que su "broma" podía escalar a términos mayores. Ship: Ormecueva