Cueva dio un último vistazo al avión para verificar que Ormeño aun seguía en el avión. Y en efecto, el mexicano ya no se encontraba ahí.
Cueva: "No puede ser bambino. ¿Por qué mierda no me avisaste que ya habíamos llegado?"
Lapadula: "Asumí que sería una mala idea que haga eso."
Cueva: "Pero tenía que despertarme para poder decirle... tu sabes que."
Lapadula: "Discúlpame. Te notabas tan feliz en tu sueños. Repetías su nombre constantemente y pensé que era una buena idea que sigas disfrutándolos."
Cueva: (Sonrojado) "¿QUÉ? ¿En serio estaba así?"
Lapadula: "Si amigo."
Cueva: "Nadie más se dio cuenta. ¿Cierto?"
Lapadula: "Descuida no."
Cueva: "Tamare webon. Creo que ya no hay marcha atrás. Algo me pasa con ese webon."
Lapadula: "Si. Tienes que hablar con él ya."
Cueva: "AHHH CIERTO. Ya no está aquí. Voy a buscarlo"
Lapadula: "Si ve de una vez."
Cueva: "Oe pero mínimo me debes algo por hacerme demorar ah."
Lapadula: "Claro jajaja. Corre y alcánzalo. Y dale mi despidida."
Cueva: "Gracias bambino. Nos vemos pronto."
Cueva deja el asiento con sus maletas de mano y baja de forma apresurada del avión.
Cueva pensó que podría encontrarlo en el recojo de maletas de los pasajeros. Debido a que viajaban en un vuelo privado, por lo general las maletas las entregaban en un lugar separado del público.
Cueva corrió lo más rápido que pueda al lugar respectivo. Sin embargo, cuando llegó no se encontraba.
Cueva: "¿Muchachos? ¿Han visto a Ormeño?"
Zambrano: "Lo vi dirigirse al avión privado que lo llevara a México...."
Cueva ni bien escuchó la ubicación salió corriendo hacia el lugar donde se encontraba el avión.
Zambrano: "Se dice gracias..."
Cueva trató de dirigirse al puerto central para verificar si Ormeño seguía esperando para subir al avión. Igualmente, no había nadie en el lugar.
La única idea que puede venir en la mente es que Ormeño ya esté en el avión privado. La única opción que ahora tenía es ir a buscarlo al avión mismo para decirle lo que siente. Si no lo hacia, quizás estaría con la duda por mucho tiempo.
Cueva buscó desesperadamente el avión que enviaría al mexicano rumbo a su país. Luego de unos minutos, finalmente, encontró el avión. Tendría que subir sin que nadie se de cuenta. El problema era que siempre había alguien en la puerta verificando los pasajeros.
Cueva no sabía como podría evadir al señor de la entrada del avión.
Lapadula: (Aparece al costado) "¿Tienes un problema?"
Cueva: "Sí bambino. Hay un webon que está ahí y no sé como haré para evadirlo y poder subir."
Lapadula: "Ya te entiendo. Tengo una idea. Espera aquí."
Cueva se queda mirando a Lapadula acercarse al señor de la entrada del avión. ¿Qué es lo que el italiano tenía en mente?
Lo primero que vio fue ver cómo el vigilante emocionarse por hablar directamente con la sensación futbolística. Al parecer, el plan de Lapadula era distraer al señor de la entrada para que Cueva pueda subir sin ningún problema. Una plan muy ingenioso.
Cuando ya parecía que el vigilante estaba completamente distraído, sutilmente Lapadula le da una señal a Cueva para que pueda ir directamente al avión.
"Gracias bambino. Jajaja siempre es bueno contar con un amigo que es super popular para estos momentos." Pensó Cueva mientras se acercaba al avión.
Mientras subía al avión un mar de nervios invadía el cuerpo y alma e Cueva cuerpo. Igualmente, estaba mentalizado a que solo sea una curiosidad que tenía. De todas formas, no le puedes decir para intentar una posible futura relación por un disque beso accidental.
Ya dentro del avión, Cueva observó que Ormeño no se encontraba abordo.
"Maldita sea, este siempre se desaparece.", pensó Cueva algo frustrado por la situación.
Para evitar que sea descubierto, Cueva decidió entrar en el baño a espiar hasta que Ormeño suba en el avión.
No pasó más de 10 minutos para que sienta como el motor del avión empezó a hacer un ruido intermitente. Era señal que el avión estaba por partir. Cueva se alarmó por completo pues él no debería estar ahí. Él tenía que tomar otro vuelo en las siguientes horas.
De pronto, tocaron la puerta del baño en donde se encontraba. Cueva estaba metido en un enorme problema.
Finalmente, frustrado, abrió la puerta para que sea descubierto por la persona quien quería pasar....
Y no era otro más que Ormeño.
El rostro de Cueva se puso rojo como un tomate bien maduro listo para que sea usada en salsa roja. Era un mar de nervios. No podía ni pronunciar ni una palabra ante tal momento.
Ormeño: (Con voz baja) "Cuevita, ¿qué haces aquí?"
Cueva realmente no sabía que hacer y lo único que hizo fue cerrar la puerta. Ormeño se quedó parado con muchas dudas.
Pese a que la acción debió ser obvia, por alguna extraña razón, Ormeño no decidió decir nada sobre haber encontrado a su compañero de equipo en los baños del avión privado. Al parecer las grandes ideas vienen de a dos. Y este era el caso de Cueva y Ormeño.
Como era de esperarse, el avión despegó con Cueva dentro de este. Era ridículo lo que sucedía pero era lo que él mismo había provocado. Iban a pasar muchas horas para aterrizar en México.
Por lo menos, cuando llegaran al país de Ormeño, ambos pudieran tener un poco más de tiempo a solas para aclarar lo sucedido.
Nota: Este es el penúltimo capitulo de esta historia. Espero que la hayan disfrutado hasta el día de hoy. Nos vemos mañana para el episodio final :) Gracias por estar siempre ahí :)
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Solo era una broma [Santiago Ormeño x Christian Cueva]
Roman d'amourOrmeño y Cueva deciden jugar un poco durante el entrenamiento de la selección. Lo que ellos no sabían es que su "broma" podía escalar a términos mayores. Ship: Ormecueva