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Chanyeol observaba los movimientos de Sehun de reojo. Ese chico se veía muy tierno, lindo y caliente.

—Ya terminé— Sehun se estiró sonriendo.

Dejó los papeles de lado para observar a su profesor quien no apartaba la mirada de la computadora, al parecer era muy importante si le dedicaba ese tiempo.

Chanyeol finalmente dejó sus lentes para apretar unos cuantos botones de la computadora y mirar las hojas.

—Bien hecho. Si quieres puedes ir a dormir— Chanyeol comenzó a guardar las hojas para ver algunos proyectos.

—¿Usted... Se va a quedar despierto?— le observa sorprendido.

—Claro. Tengo que terminar esto hoy, para dedicarte tiempo estos dos días — respondió leyendo las hojas.

Sehun se sonrojó pero un sentimiento de culpa lo invadió.

—En ese caso lo esperaré— Chanyeol alzó una ceja confundido.

—Tú debes de estar bien despierto mañana. Ve a dormir— demandó con voz dura, pero Sehun no se movió—. Realmente tú...

Sehun sintió un calor en su cuerpo. Toda la situación lo tenía mal.

—Lo esperaré— repitió mientras pone sus manos en sus rodillas mirando al suelo avergonzado.

Chanyeol no dijo nada más y siguió tecleando cosas en la computadora, revisando lo que le faltaba.

Las dos de la madrugada y Sehun se había quedado dormido en el asiento. Chanyeol lo había notado pero quería estar seguro que él ni tuviera un sueño liviano para llevarlo a su cama.

Finalmente se levantó de su asiento y caminó hacia Sehun, lo cargó en modo nupcial y lo llevó a su habitación. Retiró las sábanas como pudo y dejó ahí a Sehun.

Le observó por última vez, repitiéndose que ese chico es su estudiante. Pero, quería tenerlo cerca por una extraña razón.

El día sábado llegó. Sehun se levantó extrañado al no escuchar los típicos gritos mañaneros de sus padres, solo la alarma.

Observa la habitación y suelta un suspiro con una pequeña sonrisa, recordando el lugar en el que se encontraba. Apagó la alarma y fue al baño para hacer sus necesidades y lavarse el rostro y la boca.

Baja las escaleras con el estómago gruñendo por comida. Entra a la cocina y se da cuenta que su profesor Park se encontraba haciendo el desayuno.

—Buenos días— saluda Sehun tímido mientras se queda viéndolo.

Chanyeol se voltea y le sonríe solo un poco, apenas visible, pero vuelve a su rostro serio. No le gustaba levantarse temprano, pero haría pequeñas excepciones por ese chico, a decir verdad ya se había levantado hace media hora, pero se mantuvo observando el infinito hasta que escuchó la alarma de Sehun.

—Siéntate, el desayuno ya está— demandó Chanyeol con voz ronca para dejar lo que había preparado frente a Sehun.

—Gracias— habló con las mejillas rojas y viendo al mayor comiendo con tranquilidad—. P-provecho— tomó el tenedor y comenzó a comer en silencio con su profesor.

Después del desayuno, Chanyeol le dio unos minutos para que Sehun de lavara los dientes y si quería cambisrse.

Sehun fue al patio trasero donde Chanyeol lo esperaba con varios libros. Sehun estaba entretenido leyendo, escribiendo y viendo -literal- en todo el día hasta que comieron.

—Estas avanzando mucho— Chanyeol le da unas hojas, un examen de prueba—, es definitiva. Si pasas esto con un diez perfecto, no necesitarás más de mis clases - Sehun trago en seco.

—¿De verdad?— Chanyeol asintió.

Sehun en solo una semana, había aprendido sobre literatura, lo que nunca entendió en seis meses. Y era verdad, Chanyeol sabía cómo hacerlo bien.

Pero...

Sehun observó las hojas, tomó el lápiz bajo la atenta mirada de Chanyeol.

Pero...

Sehun no sabía que hacer... Estaba en un dilema. Aprobar y demostrarle a sus padres que no era un idiota y quedar satisfecho con su profesor, pero... Por otro lado... Quería seguir con las clases.

Apretó los labios mientras respondía de manera aleatoria. Con el corazón en puño, sabía que estaba mal.

Y recordó, esos factions días, donde los cursos lo alejaban de los problemas en casa, pero... También esos cursos eran los que causaban los problemas.

Y se sintió mal por querer ser egoísta. Así que borró todo y contestó las hojas como él sabía, o entendía.

Le entregó las hojas a Chanyeol. Esperó, esperó y esperó a que ver alguna reacción pero Chanyeol se mantenía serio y firme como siempre.

Estaba muy concentrado, al parecer, buscando que Sehun se haya equivocado en algo. Terminó y volvió al principio, repasando, algo que nunca hacía.

Finalmente, con un plumón negro marcó el número y la letra para saber el resultado.

Le entregó las hojas. Sehun se encontraba con los nervios de punta. Giró las hojas haciendo un círculo con la boca a la vez que oía la voz de Chanyeol.

—Felicidades.

 『𝐂𝐋𝐀𝐒𝐄𝐒 𝐂𝐎𝐍 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑 𝐏𝐀𝐑𝐊』𝐂𝐇𝐀𝐍𝐇𝐔𝐍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora