prólogo

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Narrador omnisciente

Hace nueve años

Ophélie Bonnett. estaba en su habitación mientras jugaba con sus muñequitos, hasta que escucho como sus padres se gritaban y escucho un ruido fuerte, era algo "normal" para ella, pero eso no significa que no le dé miedo. Se asustó y se cayó su muñeca. Ella la recogió y siguió escuchando ruidos, gritos, insultos, cosas que para una pequeña no es saludable que escuche. Ophélie no aguantaba sus ganas de llorar, no quería seguir sintiendo ese nudo en su garganta y de pronto comenzó a llorar, mucho, se sentó en el piso, pegada a la pared y abrazando a su muñeca como si su vida dependiera de ella. En eso escucho la puerta y vio a su hermano que se acercó a ella y la abrazó. Ophélie se aferro a su hermano.

Adrien: Tranquila hermanita, todo va a estar bien, todo mejorara, cálmate ¿si? No te quiero ver mal. -dijo tratando de calmar a su hermana, pero su voz se escuchaba entre cortada-

Los dos niños luego de unos minutos dejaron de escuchar los ruido, entonces el mayor se separó.

Adrien: Ya me voy a dormir hermanita, ten buenas noches -le dio un beso en la frente-

La menor se acostó a dormir, hasta que sintió como alguien la despertaba.

Su mamá la levantó.

Joanne: Ophélie, cariño despierta -dijo sollozando-

Ophélie: Holi, mami ¿qué pasa?

Joanne: Mi niña  hay algo que quiero que sepas y es que te amo, con toda mía alma, pero ya no puedo más con todo esto y tengo que pedir perdón a ti y a tu hermano por lo que pasará, tal vez se aúna cobarde, pero ya no soporto, ya no puedo con esto y aunque tu y tu hermano no tengan la culpa de esto. Ya no puedo aguantar, lo siento, tal vez aún no entiendas esto  pero espero que de grande lo entiendas. No olvides que te amo y necesito que me prometa algo ¿de acuerdo?

Ophélie: Claro, mami.

Aunque Ophélie no entendía nada, pensaba que luego lo entendía como le dijo su madre.

Joanne: Quiero que esto que hablemos no le digas a nadie, ni a tu padre o a Adrien, a nadie ¿si? Prométemelo.

Ophélie: Claro, mami, a nadie lo juro -dijo con una sonrisa inocente- sin saber nada de lo que pasaría luego de eso.

Joanne: Te amo, mi niña, mi sol, mi esperanza, mi todo. No lo olvides -dijo apunto de romper en llanto-

Ophélie: Yo también mami, te amo con todo mi corazón, te amo de acá hasta el infinito y más allá. -dijo mirando a su madre que estaba con los ojos rojos-

Joanne: Te amo, mi sol -dijo besando la frente de su pequeña- Y te dejé un regalo en tu escritorio. No lo abras hasta mañana.

Ophélie: Si mami. Mami, no te olvides de que mañana es mi cumple ¿me comprarías el collar que te dije?

Joanne: Claro, preciosa, te amo.

Su madre salió de su cuarto y la pequeña se fue a su escritorio a escribir lo que le había dicho su madre para más adelante leerlo y entenderlo.

La pequeña se quedó hasta tarde escribiendo lo que le dijo su madre.

Luego se durmió profundamente.

Unas horas después

Sintió que alguien la movía.

Ophélie: ¿Mami?

Adrien: No...soy yo hermanita -dijo llorando-

La pequeña se preocupó por su hermano.

Ophélie: Hermanito ¿estás bien?

Adrien: Sisi...papá quiere que baje ¿si? -dijo con la voz entrecortada-

Ophélie: Esta bien, ya bajo -dijo contenta por su cumpleaños-

La pequeña no sabía nada de lo que estaba por venir, pensaba que er aúna sorpresa.

Adrien: Te esperamos...

Su hermano salió del cuarto y la pequeña se acercó al escritorio y lo abrió. Vio el collar que su mamá le iba a dar y se puso aún más feliz, se lo puso y bajo.

Vio a su padre y hermano. Su padre se veía cansado y igual que su hermano.

Ophélie: ¿Papá?

Pierre: Hija...hay algo que debes saber...Joanne...se fue de la casa. -dijo sollozando-

Ophélie sintió como todo se nublaba y daba vueltas y se repetía ¿mamá me abandonó? ¿hice algo malo? ¿Por qué? Comenzó a llorar demasiado, tanto que cayó al suelo y seguía llorando. Vio a su padre y hermano acercarse y la abrazaban fuerte.

Y en ese momento fue que Ophélie entendió todo, el regalo y lo que le dijo su madre pero seguía repitiendo lo último que dijo "Te amo" y pensaba ¿por qué hoy? ¿por qué en mi cumpleaños? ¿por qué me dejo? Se sentía muy mal, culpable. Ese día que debía ser fantástico se convirtió en el peor y una de las razones por las cuales siempre se sintió culpable de todo.

Y...termine el prólogo, ahre, es obvio. No se ustedes pero me encanto mucho estoy espero a ustedes también. Los amoo

🤗👍

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