Full-Moon

Esté sótano esta más sucio que mis discos

Me levanté y me fui a hacer café con leche y mientras comía pensaba en que hacer con el sótano. Y mi papá bajó y me vio.

– Qué haces despierta a esta hora? -dijo mi papá frunciendo el seño.

– Nada...eh, solo tomaba café. -dije sacando un pan.

– Bueno? Te creeré, pero la próxima me dices otra excusa y que sea mejor. -dijo mi papá trayendo el café.

– Claro, ya tengo muchas en mente. -dije y me pare de la mesa.

Me fui a el baño y saqué un trapo y luego fui a mi cuarto. Saque la alfombra y baje al sótano.

– Este sótano esta más sucio que mis discos de hace cuatro años. -dije revisando las cosas.

Había sofás, un escritorio, un estante con libros muy antiguos y había telarañas. Volteó y veo una puerta más, me acerco y cuando la abro veo una escalera que sube. Entonces subo más y encuentro una puerta pero esta estaba para arriba como la que tengo en mi cuarto para llegar al sótano. La trato de abrir, pero pesa entonces regreso y comienzo a limpiar un poco.

[...]

Luego de limpiar se veía mejor, no tenía telarañas, el escritorio no tenía cucarachas y la única rata que vi esta muerta, supongo que fue porque no había comida acá. En fin, agarre un destornillador y me fui de nuevo a la puerta y subí. Agarre el destornillador y comencé a aflojar los tornillos de la puerta y así salieron todos. Me alegre de que mi hermano me haya enseñado a usar el destornillador. Cuando trate de abrir se sentí como si tuviera algo arriba y aplique fuerza y logre abrir. Me dolía la espalda, pero logré vencer a una puerta de ¿qué? 3000 años, que se yo, pero lo logre y cuando abro la puerta veo una habitación con una tran licuadora en la pared y pósters. Subo más y puedo ver mejor la habitación y volteó y veo que lo que estaba arriba de la puerta era una alfombra negra y un sofá. Yo comienzo a ver más la habitación y me doy cuenta que puede ser de alguien que en cualquier momento viene y escucho pasos y me bajo al sótano. Llevo hacia el lugar que limpié y me quedo ahí pensando ¿por qué nadie se dio cuenta de este sótano? Es decir, tendrían que haber revisando todo. Escucho como la puerta se abre y volteó, agarro un libro asustada y es un chico castaño ¿qué hace acá? Suelto el libro ya menos asustada.

– Que haces vos acá? -pregunte al castaño.

– No, vos que haces acá. -dijo el castaño.

– Respondeme tu primero, que yo hice primero la pregunta. -dije cruzando mis brazos.

– Bien. En mi cuarto note que había una puerta en el piso y bajo y encuentro esto y a ti. -dijo el castaño.

– Mierda, deje la puerta abierta. -dije sentándome.

– Entraste a mi cuarto? -pregunto el chico.

– Si, bueno. No sabia que era tu cuarto. -dije tratando de que no piense otra cosa.

-– Y que es esto? Una base secreta o que? -dijo el castaño.

– Que se yo. Apenas y me mudé y veo esto. Se suponía que debía tener una puerta para salir al patio, pero tenía una puerta para tu cuarto. -dije desanimada.

– O sea eres nueva y descubres esto? Y yo que ya llevo 1 mes no tenía ni idea. -dijo éste sentándose en un sillón.

– Es que soy una genia. -dije buscando libros en la estantería.

– Que haces? -me pregunta el chico.

– Busco libros, quien sabe y hay algo interesante o algo sobre esta casa.

– Bueno, te ayudo. -dijo y se acercó.

– No, gracias, pero puedo sola. -dije buscando.

– Acordate que esto involucra mi cuarto, entonces me involucra a mi. -dijo el castaño sonriendo.

– Bien. -dije rendida.

– Oye, pelirroja. Esto dice que está casa se fundó hace ¿70 años? -dijo el chico.

– 70? Ni mi abuela tiene esa edad. -dije acercándome a ver el libro.

– Y también dices que ¿el sótano estaba hace 100 años? Esta casa luce mejor que mi celular que lleva 3 meses. -dijo el chico con un tono sarcástico.

– O sea. El sótano existe antes que la casa? -pregunte mientras veía el libro.

– Si, es más, acá hay más. En el índice dice que esta la historia de porqué se creó este sótano. -dijo emocionado.

– Luego lo vemos que me muero de hambre. -dije tocándome la barriga que me dolía.

– Bueno. Te acompaño. Que yo también tengo hambre. -dijo el chico avanzando.

– Bueno, ya que. Vamos. -dije y avanzamos.

Salimos del sótano y fuimos a la cocina yo agarre agua y un mango. Corte rápido el mango y me lo comí. El chico tomó agua y una manzana. Comenzamos a escuchar voces. La de mi papá y la de Watson y ¿su pareja? Y volteó a ver a Sam y él esta como sorprendido por escuchar las voces. Voltea y me ve. Hacemos contacto visual por unos segundo y yo avanzo hacia donde se escucha las voces y veo a mi papá en la sala con Watson y con su pareja, creo que se llamaba Elizabeth Thomas. Sam también viene hacia donde estoy y los ve y se queda sorprendido.

– Que hace mi mamá y Watson aca? -dijo el chico sorprendido.

– Tu mamá? Elizabeth es tu mamá? -pregunte sorprendida.

– Si, no sabia que mi papá conocía a tu familia. Espera... ¿Como te llamas? -pregunto el chico.

– Ophélie Bonnett ¿tú? -dije confundida.

– Sam, Thomas. Entonces Watson y tu papá trabajan juntos? -dijo volteando a verme.

– Si, es más. Tu mamá nos ayudó con la casa. -dije mirándolo.

Vimos como Elizabeth se acercaba y corrimos hacia mi cuarto. Entramos al sótano.

– O sea, recién me entero que hay un sótano en mi cuarto y que mi mamá conoce a tu papá. -dijo Sam tratando de recuperar el aire.

– Es mucho que procesar ¿no? -dije recuperando el aire.

– Si, muchísimo. Aún me sorprende que mi mamá no hizo una cena con tu mamá para hacernos conocerlos.

– Y tampoco va a hablar con mi mamá. Mi mamá no está. -dije un poco triste.

– Lo siento. No sabía, no debí. -dijo arrepentido.

– Esta bien. No eres adivino para saberlo. -dije tratando de hacer que no se sienta culpable.

– Y si, tenes razón. -dijo sonriendo.

– Siempre tengo razón. -dije sonriendo.

– Mejor no hablo, que luego de alimento más tu ego. -dijo Sam.

– Si, mejor. -dije sentándome.

– Oye, se que literalmente nos conocemos hace una hora, pero puedes desahogarte conmigo si quieres. -dijo Sam sentándose a mi lado.

– Esta bien, gracias. -dije parándome.

– Bueno, yo ya me voy que tengo que alistarme para un cena de un amigo socio de Watson. -dijo Sam parándose.

– Igual yo. Mi papá tiene una cena para conocer a los hijastros de un amigo de él. No tengo ni idea. No preste atención. -dije sonriendo.

– Bueno. Adiós. Averigua más sobre el sótano. -dijo yéndose.

– Lo haré. -dije subiendo a mi cuarto.