🌸✨Flufftober✨🌸

Día 30: First time

🖤Surrendering to you❤️

Las noches de invierno si bien eran frías, también eran perfectas para poder admirar el cielo nocturno, debido a que había pocas nubes que interrumpieran la vista a los astros. En el tejado de una casa, había un chico de cabellos negros, con unos audífonos en sus oídos, una enorme frazada cubriéndolo del frio junto con una gruesa bufanda alrededor de su cuello. En sus manos tenía una pequeña taza de peltre llena de alguna bebida caliente. Parecía que solo estaba observando el firmamento estrellado, pero más bien, estaba esperando algo. Dejó salir una bocanada de aire el cual se observó como una pequeñita nube de vapor, dejó de mirar por unos segundos el cielo y miró la pantalla de su celular, faltaban 2 minutos para las 10. Volvió a dejar su celular bocabajo y prosiguió mirando el cielo. Quizás eso le ayudaría con la ansiedad que sentía. Cerró por unos segundos sus ojos, su respiración se hizo más calma y un pequeñísimo suspiro salió de su boca. Lentamente abrió sus ojos y pudo reconocer dos largas y finas manos escalando por el tejado.

Una ligera sonrisa se plasmó en su rostro, mientras se retiraba sus audífonos.

- Perdón, creí que no llegaba, mis padres salieron tarde de casa y apenas pude escaparme. - dijo otro muchacho de cabellos rubios mientras aventaba su mochila junto al azabache.

- Lo importante es que llegaste, Jeonghan. - habló quedito el dueño de unos ojos pequeños con peculiares bolsitas en los párpados inferiores.

- Lo importante es que estoy aquí contigo, Joshua.

El que recién había llegado se acomodó cerca del otro, apartando un poco la frazada de Joshua, para así poderse tapar con esta misma y poder tomar un poco de la bebida caliente que tenía el azabache en su taza. Pasaron unos minutos, si bien la vista de aquel manto estelar se estaba haciendo más nítida, también el frío se hacía más crudo.

- Shua, creo que si seguimos aquí, vamos a amanecer hechos una paleta de hielo. - dijo titiritando un poco el rubio.

- Oh, creo que tienes razón aunque yo no siento tanto frio. - comentó Joshua acurrucándose en su bufanda.

- Sé cuánto amas estar en este tejado pero me preocupa que me hayas estado esperando tanto y pues el clima no estaba como para que alguien estuviera aquí afuera. Hubiera querido salir más rápido de mi jaula de oro, pero ya sabes... - Jeonghan recargó su cabeza en el hombro del menor y su mano izquierda acarició con la yema de sus dedos el dorso de la diestra del otro.

- Gracias por preocuparte por mi...

- Entonces, ¿Nos metemos?

El moreno asintió sonriendo un poco pero sin dejar de mirar al otro. Los dos chicos recogieron sus cosas y con cuidado entraron al cuarto de Joshua.

- Amo que tu cuarto tenga la posibilidad de salir y huir por la ventana y tejado. - mencionó orgulloso Jeonghan, aunque el que el dueño del cuarto sólo movía su cabeza de lado a lado, pero sin dejar de sonreír.

- Y amo que vivas a 20 minutos en bicicleta, que seas tan hábil para escalar árboles y tejados. - después de unos segundos, Joshua abrió la puerta de su habitación y con una mirada invitó a Jeonghan a salir de aquel cuarto.

- ¿No hay pájaros en el alambre? - mencionó quedito el poseedor de un hermoso lunar en su mejilla derecha.

- Se fueron a una fiesta y no regresarán hasta mañana en la tarde. - el tono con el que Joshua decía eso, era algo triste pero con cierto toque de resignación. - Esto pasa cada semana.

Joshua sólo vio como su acompañante lo tomó de la mano y caminaron por las escaleras, directamente a la cocina.

- Si ellos no están, yo puedo estar aquí, contigo. Premio doble, ¿no, mi Joshuji?