Cambio de planes

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Caminaba por el aeropuerto con un cabreo de mil demonios, de hecho juraría que en ese momento se veía una nube de humo saliendo de cada uno de los poros de mi piel.

Avanzaba arrastrando mi enorme maleta por el suelo, en ese momento repleto de parejas despidiendose, jovenes proyectando enormes sonrisas y saludando a un futuro impreso en un billete de avión, u otros muchos reencuentros familiares. Eso sí, la mayoría con la mirada nublada por las lágrimas.

En ese momento detesté no poder estar con ella, preparando ese gran concierto del que llevabamos hablando meses con la boca llena de entusiasmo.

Paré en seco al ver el panel en el cuál se anunciaba mi vuelo a México. Por mi cabeza pasaron miles de pensamientos y sentimientos diferentes entre sí pero igual de confusos.

Inhalé todo el aire de mi alrededor, saboreando esa sensación en la que tus pulmones abarcan todo el oxígeno posible. Suspiré profundamente, exhalandolo pausadamente, deseando que todos esos pensamientos se fuesen ordenando en mi interior a la misma velocidad que el aire salia de mi cuerpo.

Acerqué mi maleta, y deje caer mi cuerpo desganado sobre uno de esos bancos metálicos que alberga el aeropuerto. Me esperan quince días cargados de intenso trabajo. Ramón se había encargado de organizar adsolutamente todo. En los últimos días, cada vez que salía el tema de mi promoción por América me limitaba a adsentirle, mientras mi pensamiento y mis ganas volaban solas al fín de gira de mi chica.

Me queda menos de una hora para embarcar y ni siquiera he facturado mi equipaje. Multitud de personas pasan a mi alrededor, algunos me miran de forma disimulada, otros murmuran a mi paso.

Es un matrimonio el que comenta en voz baja mi cierto parecido a una cantante. Sonrío de forma irónica al ver la escena, el matrimonio a entrado en una pequeña discusión, él asegura que soy Cristina Pérez, la esposa se lo contradice en varias ocasiones y le obliga a avanzar alegandole que debe de estar confundido. Todavía no me acostumbro a este tipo de situaciones, pero he de reconocer que me parecen muy divertidas.

Es su hija, una adolescente la que si que me reconoce al instante y se acerca tímidamente, me pide un autógrafo, está tan sumamente nerviosa que sólo le sale un hilio de voz. Me produce una ternura increíble y me ofrezco encantada. Le ruego que no comente mi presencia, lo que menos me apetece es tener a una oleada de gente reclamando mi atención. Nos tomamos un par de fotos, elogia mi nuevo disco y me comenta ya más relajada, que pensaba que actuaría con Malú en el concierto de esta misma noche. Le ofrezco una sonrisa forzada y me excuso en que el trabajo es el trabajo.

Se que no es la única que espera nuestro dueto, las redes sociales lo llevan comentado meses. Es mi móvil el que me avisa de una nueva notificación: un Tuit de mi chica anunciando la proximidad del concierto. Sólo queda una hora y poco para que las luces de todo el palacio se apaguen y ella aparezca por aquella plataforma elevadiza que tan diva la hace parecer.

Me encontraba justo en frente de la puerta de embarque, cuándo mis pensamientos se frenaron en seco, creando una especie de accidente automovilistico en mi mente.

Y en ese preciso instante supe que camino seguir.

Mi cuerpo reaccionó a los gritos de mi corazón, volviendo a la normalidad y conduciendome de vuelta a la salida en un abrir y cerrar de ojos. Desde el aeropuerto hasta el Palacio había una hora de camino en coche y yo necesitaba llegar a la de ya.

Me dirigí a un taxi de los que ocupaban toda la calle y le dí la dirección a la que debía llevarme, expresando mi deseo de llegar lo antes posible. Al fin el taxi paró ante la puerta del Palacio, el cuál ya proyectaba a todo volumen su potente voz, hacia todos los oídos dispuestos a soñar.

Le tendí al taxista el primer billete que encontré en mi monedero, sabiendo perfectamente que era mucho más dinero del que le debía, pero igualmente le di las gracias y salí de allí como alma que lleva el diablo para dirigirme a la puerta trasera del Palacio, perfectamente salvaguardada por cuatro guardaespaldas.

Los maldije mil veces por haberme hecho perder minutos de mi preciado tiempo. Mientras, corría por los pasillos del palacio, buscando desesperadamente una entrada que me dirigiera al escenario. Hacía tiempo que mi bolso y mi matela habían desaparecido por aquellos pasillos, poco me importaba. Por lo menos ahora me era más fácil recorrerme aquél laberinto sin tener que tirar de ellos.

Finalmente me encontré con Rosa, su mánager, la cuál muy amablemente me condujo hasta dónde quería ir, proporcionandome las mejores vistas.

Estaba presentando Aprendiz, con la mirada llena de admiración y emoción.

-"Hay una canción muy especial para mi, la primera que canté en toda mi vida. Una canción con la que emprendí a disfrutar... -su voz y su sonrisa brillaban a la par por todo el palacio, me encontraba a unos diez metros de ella, salvaguardada enter los equipos de sonido disfrutando de unas vistas espectaculares.

-Esta versión a piano y voz me he limitado a llevarla sólo a lugares más íntimos, pero hace un tiempo decidí que por que no, por ella no se iba a mostrar tal y cómo es, en cualquier lugar." -Una sonrisa se apoderó de mi mientras recordaba las tantísimas veces que en las que Malú me manifestaba su deseo de cantar algún día esa gran canción juntas en un escenario.

Otra loca idea pasó por mi mente y me dirigí hasta Victor uno de los técnicos de sonido, el cuál me proporcionó un micro sin apenas rechistar, quizá por la histeria que emanaba de mi cuerpo. Lo encendí y me andube hasta pasar junto a Rubén, el cuál no sabía ni como mirarme. Hice un gesto con mi dedo indice para indicarle que no dijera nada, a lo que me respondió con un asentimiento.

El público empezó a gritar sin control. Ya me habían visto. Malú que ya iba por el final de la primera estrofa, paró sin comprender a que se debía ese escándalo aunque no le duró mucho la confusión, ya que se giró, me vio de lleno y me regaló una preciosa sonrisa.

Me paré justo tras ella, la rodeé con mis brazos y dejé un beso en su mejilla. El público gritó más, ensordeciendonos por completo.

Acerqué el micro a mis labios y continúe con aquella mítica canción. La impresión estaba quedando espectacular y yo jamás había disfrutando tanto en un escenario. Malú no soltó mi mano en toda la actuación.

Y así con miradas cómplices, un tierno y emotivo abrazo y gestos que sólo nosotras dos sabíamos descifrar acabamos la canción. Con la ovación de todo el palacio pude sentir un "te amo" en mi oído. Nos separamos y agradecí todo ese cariño que me estaban brindando. Me disponía a abandonar el escenario, para que continuase con su show, cuándo me retubo.

-¡Ey! ¿Dónde vas tan rápido?- Me detube y estendio su mano. -Ven. - Me ordenó. Me acerqué a ella es tendiendo la mía y la agarro con fuerza. -Por lo menos deja que te de las gracias, ¿no?- le sonreí y el rugor de mis mejillas aumento de una manera muy considerable. -Bueno. - ahora se dirigía hacía su público. -Lo que acabamos de vivir a sido completamente improvisado, de echo no se que haces aquí deberías de estar camino a México.- se dirigía a mi señalandome con el dedo índice a modo de regañina. Me en cogí de hombros y puese mi cara más angelical, gesto que desató su risa y automáticamente la del público. Ya más sería y mirándome fijamente a los ojos me dijo.

-Gracias, gracias por darme éste capricho, el de poder interpretar esta canción contigo, aquí esta noche. Miles de gracias por hacerme cumplir un sueño más, te quiero. -Su voz sonaba serena y dulce, sus palabras enmudecieron a todo el palacio y a mi me temblaban hasta las pestañas. -Gracias a ti, por todo. Yo también te quiero. - Fueron las únicas palabras que pude pronunciar. Me abrazó con fuerza ante quince mil personas y ne susurró que era el amor de su vida. Una lágrima de felicidad resbaló por mi mejilla y la dejé ahí despidiendome ante su público. Disfrutando de una noche inmemorable, inolvidable. Una noche para el recuerdo.

Ante todo mil disculpas por la tardanza, espero que haya merecido la pena. Deciros que el capi iba con un montón de fotos, pero no me a dejado publicarlas lo siento mucho :'(( Intenté subir más a menudo lo prometo jejeje. Bueno ahora si me permitís quiero agradecer a @NovSolamenteTu por que parte del capi a sido gracias a ella, gracias por la paciencia. Y cómo no gracias a mis mafiosillas, simplemente ¡GRACIAS! Sin vosotras este "mundillo" seria muchísimo más aburrido , gracias por todo de corazón. ¡Os quiero!

Con mis manos curo tus heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora