De algún modo los humanos rompieron su tratado de paz y atacaron a los demonios, que, al no estar preparados para tal guerra no se supieron defender de la manera correcta. Aquellos causantes del desastre llegaron a un Palacio, dos chicos estaban sie...
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— Llegamos, siéntate si gustas.
— Gracias. —Tomó asiento en una esquina de esa gran cama.
Parecía que lo había llevado a su habitación, pues había una cama enorme y muchos decorativos.
— Y... ¿Pasa algo con eso del aura?
— Bueno... Como vi que eres el más directo y honesto que los otros dos me gustaría que me cuentes la historia que les cuentan de como destruyeron Krozpu.
— ¿Toda o-?
— No, no, solo el final.
— Está bien, en resumen, después de que Finn mate a ambos Reyes del inframundo atrapó a la alma de la Reina, que en realidad era tu esposo, y lo encerró en una estatua, esa estatua estaba a cargo de una iglesia, hasta que un día unos niños la rompieron y el alma del Rey salió.
— ¿Alguien sabe dónde está el alma de él?
— Solo una persona. En ese momento era un niño, a penas había cumplido tres años, el alma del Rey se encontró con el niño y hablaron un momento, el Rey estaba perdido, no sabía donde estaba y que le había pasado. Luego de que hablaran el niño trató de tocar al Rey, cosa que los unió, el Rey tomó la mayor parte de la apariencia del niño, haciendo que queden conectados, crecieron juntos y todo fue normal. Hasta que hace poco ese niño, ahora adolescente, descubrió la verdadera historia del Rey.
— ¿Y sabes quién es ese niño?
— Ese niño... Ese niño soy yo, me encontré con X cuando era un niño, no sabía que era un Rey ni un asesino y crecí junto a él, nunca pensé que fuera un Rey y que tenía un esposo que lo extrañaba.
El Rey Demonio quedó atónito, ¿Lo había logrado? Por fin después de tanto sufrimiento, ¿Había encontrado nuevamente al amor de su vida...?
Las lágrimas salieron de sus grandes ojos, no sollozaba, no emitía ningún ruido, solo lloraba, no sabía si era de felicidad o tristeza.
— Tráelo.
— ¿A quién? ¿A X?
— Tráelo por favor.
— Bien, ahora vengo.
Salió de ahí en busca de su amigo, el lugar no era tan grande, además había encontrado unas referencias para guiarse. Llegó y encontró al chico que buscaba... ¿Adiestrado a un Demonio?
— Buen chico. A ver, patita.
Y le dio la pata como si de un perro se tratase, como premio le dio un cuadrito de uno de los chocolates que habían comprado para su "Excursión" no planeada.
— X, ¿Qué mierda haces?
— Ah, hola S, pues estaba adiestrado a este Demonio, se llama Bäel tercero.
