¿La puerta?
Ah, si.
La puerta.
¿Ya dije que no me gustan las aglomeraciones, las masas de gente, y todo lo que tenga que ver con estar cerca de varias personas?
Pues eso.
Porque cuando me levanté de la mesa y me dirigí a la puerta... Allí estaban.
Lo primero que vi fue una melena pelirroja abalanzarse sobre mi.
- ¡Ari! - gritó Ava conmocionada.
- Eh... Si, soy yo.
- ¡No! Me refiero a que... Estas bien.
- ¿Por que no lo estaría?
- Porque estuviste correteando como una loca psicópata por un bosque oscuro.
- Y dale...
- Tiene razón. - dijo una voz detrás de ella y mucho antes de que Ava se apartara ya estaba rodando los ojos.
- Hola, Nick.
- Hey.
Y con eso, ambos sabíamos que ninguno de los dos se iba a disculpar por lo sucedido.
Ay el orgullo.
Sonreí ligeramente y los dejé pasar a todos ya que allí también estaban Joshua y Nina.
Justo iba a cerrar la puerta cuando...
- ¿No puedo pasar? ¿Acaso no soy bienvenido?
Abrí la puerta con perplejidad mirando a Asher.
Me dispuse a cerrarle la puerta en la cara y decir que había sido un repartidor de pizza perdido, pero el puso un pie en la puerta bloqueando su trayecto para cerrarse.
- Aria... - dijo en tono de advertencia.
- Asher... - dije en el mismo tono.
- ¿Asher? - dijo la voz de mi tía detrás de mi.
Apreté los dientes y el me miró con una sonrisa maliciosa.
- Si, tia pero no creo que haga falta su presencia... ¿Verdad?
- Aria, no seas maleducada, déjale pasar.
Suspire con molestia y abrí la puerta por completo.
Me alejé de la entrada pero sentí una mano en mi hombro.
- ¿No me vas a presentar a tus amigos?
Rodé los ojos y con un pisotón demasiado fuerte llame la atención de todos.
- Hola, si, hola, este de aquí es... Asher.
Culminé mi corta presentación dirigiéndome hasta el pai y clavándole un tenedor justo en el centro.
Como me gustaría clavarle este mismo tenedor a uno de sus inquietantes ojos.
Miré a Ava, ella me dirigía una mirada de profunda compasión, pues sabía que Asher no me caía nada bien.
- Bueno... - Comenzó mi tía - vamos a comer.
Asher se iba a sentar a mi lado pero antes de que lo hiciera, Jackson se sentó en el asiento que el ojimorado ya había predominado como suyo.
- Disculpa. - espetó Asher, claramente molesto - me iba a sentar ahí.
- ¿Ah si? - Jackson se hizo el desentendido - Perdona, ¿crees que será mucha molestia sentarte en otro lugar?
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Una lluvia incontrolable.
Teen FictionBajo una Luna testigo de todas nuestras acciones, de todos nuestros pecados, Aria Maddinson escapa de su casa con su pequeña hermanita Camillie, para jamás volver. Para ella, el pequeño pueblo en el que se encontraba su tía era su salvación. Lo que...