Capítulo 8

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¿La puerta?

Ah, si.

La puerta.

¿Ya dije que no me gustan las aglomeraciones, las masas de gente, y todo lo que tenga que ver con estar cerca de varias personas?

Pues eso.

Porque cuando me levanté de la mesa y me dirigí a la puerta... Allí estaban.

Lo primero que vi fue una melena pelirroja abalanzarse sobre mi.

- ¡Ari! - gritó Ava conmocionada.

- Eh... Si, soy yo.

- ¡No! Me refiero a que... Estas bien.

- ¿Por que no lo estaría?

- Porque estuviste correteando como una loca psicópata por un bosque oscuro.

- Y dale...

- Tiene razón. - dijo una voz detrás de ella y mucho antes de que Ava se apartara ya estaba rodando los ojos.

- Hola, Nick.

- Hey.

Y con eso, ambos sabíamos que ninguno de los dos se iba a disculpar por lo sucedido.

Ay el orgullo.

Sonreí ligeramente y los dejé pasar a todos ya que allí también estaban Joshua y Nina.

Justo iba a cerrar la puerta cuando...

- ¿No puedo pasar? ¿Acaso no soy bienvenido?

Abrí la puerta con perplejidad mirando a Asher.

Me dispuse a cerrarle la puerta en la cara y decir que había sido un repartidor de pizza perdido, pero el puso un pie en la puerta bloqueando su trayecto para cerrarse.

- Aria... - dijo en tono de advertencia.

- Asher... - dije en el mismo tono.

- ¿Asher? - dijo la voz de mi tía detrás de mi.

Apreté los dientes y el me miró con una sonrisa maliciosa.

- Si, tia pero no creo que haga falta su presencia... ¿Verdad?

- Aria, no seas maleducada, déjale pasar.

Suspire con molestia y abrí la puerta por completo.

Me alejé de la entrada pero sentí una mano en mi hombro.

- ¿No me vas a presentar a tus amigos?

Rodé los ojos y con un pisotón demasiado fuerte llame la atención de todos.

- Hola, si, hola, este de aquí es... Asher.

Culminé mi corta presentación dirigiéndome hasta el pai y clavándole un tenedor justo en el centro.

Como me gustaría clavarle este mismo tenedor a uno de sus inquietantes ojos.

Miré a Ava, ella me dirigía una mirada de profunda compasión, pues sabía que Asher no me caía nada bien.

- Bueno... - Comenzó mi tía - vamos a comer.

Asher se iba a sentar a mi lado pero antes de que lo hiciera, Jackson se sentó en el asiento que el ojimorado ya había predominado como suyo.

- Disculpa. - espetó Asher, claramente molesto - me iba a sentar ahí.

- ¿Ah si? - Jackson se hizo el desentendido - Perdona, ¿crees que será mucha molestia sentarte en otro lugar?

Una lluvia incontrolable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora