Capítulo 3

4 2 1
                                    

Ha pasado un día entero y aún no ha respondido, un acto inesperado de su parte. Ni siquiera sé si seguiremos hablando, pero ya no espero que algo suceda. Al menos yo no tengo planeado volver a escribirle, después de todo, no quiero incomodar y si él no se comunica conmigo seguro es porque tiene razones.

El día ha transcurrido bastante lento para mí. Por primera vez en mucho tiempo me siento aburrida y no he logrado prestar atención a clase. Iris y Clara me preguntaban constantemente si me pasaba algo, pero no quise hablar con ellas dado que no tenía ánimo alguno de escucharlas. Estar en casa sin planes o distracciones, es algo inusual en mí porque siempre tengo alguna actividad que me mantiene ocupada. No obstante, ahora estoy sentada al borde de mi cama con mi teléfono en mano como si estuviera esperando que algo pase, pero no es así puesto que ya he dejado de esperar.

Mi celular suena y no dudo en revisar de que se trata. Iris me ha escrito un texto preguntando si podemos salir juntas esta tarde porque al parecer Clara ha salido con Alex. Me lo planteo por un segundo y acepto, no tengo nada por hacer y tampoco es que me apetezca salir. Así que aprovecho que mis padres no están en casa para invitar a Iris.

Quince minutos después, alguien está tocando el timbre de mi casa. Procedo a abrir la puerta y encuentro a Iris parada en el umbral, ni bien me ve extiende una cálida sonrisa y entra.

—¿Adivina qué?—Dice con un tono emocionado.—¡Lo conocí!

Cierro la puerta y la miro confundida porque no entiendo de quien está hablando.

Ella suelta un bufido. —A Alex, Clara ya me lo presentó.

Afirmo lentamente con la cabeza sin mucho entusiasmo.

—Pero todo el mundo lo conoce ¿verdad?—Menciono. La pelinegra suelta una pequeña risa y comenta que ha podido conversar con él, antes de que se fuera con Clara.

Oh vaya, eso tiene más sentido.

—¿Y cómo es? ¿Agradable?— La interrogo para mostrar algo de curiosidad por el tema.

—Pues además de guapo, es amable, parece ser un chico bastante decente y no creo que le haga daño. Estoy tan feliz por Clara, se merece algo sano y bueno ¿no es así?

—Totalmente, parece que será muy feliz y espero que él sepa quererla—Ambas nos miramos y sonreímos.

—Bueno... tanto hablar últimamente de la vida amorosa de nuestra amiga hace que quiera ver una película romántica que me recuerde lo sola que estoy— Suelto una carcajada ante el comentario tan repentino de Iris.

—Hay que ver Cartas a Julieta ¿Qué opinas?—Iris se muestra de acuerdo conmigo y procedemos a sentarnos en el sofá de mi sala que se encuentra frente al gran televisor.

(...)

Horas después, Iris se marcha directo a su casa ya que había empezando a oscurecer. Después de la película, conversamos de todo un poco y opté por contarle que seguía sin recibir respuesta del chico misterio desde ayer. Mi amiga me dijo que a lo mejor no sabía que responder a mi pregunta y que quizá lo había puesto nervioso. A decir verdad lo considero como una posibilidad porque puede que mi amiga sí tenga razón.

Son las seis de la tarde, mis padres llegarán en un par de horas y de seguro van a querer cenar conmigo. Últimamente no me he dado el tiempo de estar con ellos y apuesto a que tienen curiosidad de saber sobre cómo estoy manejando las cosas en el colegio.

Ordeno un poco la sala y me dirijo a mi recamara, enciendo mi laptop para adelantar algunos trabajos del colegio pero como siempre ocurre algo que me lo impide.

Nuevamente es mi celular.

Supongo que es Clara quien está escribiendo por lo mismo que tiene algo bastante interesante que contar. Agarro mi teléfono y ni bien desbloqueo la pantalla, mi corazón se acelera.

Es él, me ha escrito.

Inconscientemente, le sonrío a la pantalla. No entiendo con precisión lo que estoy sintiendo en este momento pero la ansiedad se hace presente, de algún modo, comienzo a experimentar una leve agitación y en parte se debe por el miedo de leer su mensaje. ¿Acaso va a decirme que ya no quiere hablar conmigo? Seguro sí, no sería la primera vez que me dejan de hablar porque se han aburrido de mi.

@alx.01: Hola pecosa, lamento no haberte contestado. Seguro ya no tienes interés en leer lo que tengo para decirte. Ayer me puse muy nervioso porque no sabía que responder a tu pregunta y hoy he estado de un lado para otro con una amiga mía, espero que no me odies.

Otra sonrisa.

¿Cómo que ya mucho no? De tanto sonreír de esta manera voy a parecer una tonta.

@amanda_7304: Está bien, no te preocupes y tampoco debes darme explicaciones. Estoy acostumbrada a este tipo de cosas.

@alx.01: No deberías estarlo, y si te debía una explicación porque no es justo para nadie.

@amanda_7304: bueno, gracias por tu consideración.

@alx.01: Por cierto, desde ayer he estado pensando en algo. Nos hemos estado escribiendo desde hace ya varios meses y como te habrás dado cuenta, no nos conocemos en persona y sé que eres una chica insegura y yo respeto todo eso...pero ¿No te gustaría que además de escribirnos pudiéramos llamarnos?

Me he quedado perpleja, no imaginé que nuestra conversación iba a tomar un rumbo diferente y mucho menos de este tipo. No quiero tardar en responder, conozco mi respuesta pero no tengo idea alguna sobre las complicaciones que esto puede acarrear en el futuro cercano.

@amanda_7304: Claro que me gustaría, pero ¿Cómo lo haríamos? ¿Debo darte mi número?

@alx.01: No, podemos hacerlo por Instagram mismo sin necesidad de mostrar nuestras caras porque no creo que estés lista para ello.

Es verdad. Si de por si esto ya me parece una locura, hacer videollamada significaría entrar en una etapa nueva.

@amanda_7304: Bien, hagámoslo.

Mi celular comienza a sonar anunciando una llamada entrante.

alx.01 te está llamando

Aquí vamos de nuevo, pulso el botón de contestar y me coloco los audífonos.

—¿Hola?

—¿Cómo estás, pecosa?

Y ahora, ¿Cómo vuelvo a respirar?

Detrás de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora