Capítulo 5

3 2 0
                                    

—No puedo creer que hayas hecho eso—Dice Clara cuando termino de contarle a ella y a Iris lo que había pasado anoche.—Definitivamente, yo no podría hacer eso.

—Ni yo—Apoya Iris.

Suspiro pesadamente.—Lo sé, fue un impulso del momento. Ni siquiera sé si lo que le dije es verdad o si solo estoy confundiendo las cosas. 

—Amy, honestamente...yo creo que sí, cada vez que nos hablas de él se te ilumina el rostro o te sonrojas ¿por qué dudas tanto?—Señala Clara. 

—Creo que el motivo por el cual dudo tanto es porque no sé como se siente enamorarse de una persona. Ustedes jamás me han visto en esta faceta y yo no me reconozco del todo en este momento. Básicamente, intento procesar lo que ha ocurrido en estas últimas semanas para encontrar esa respuesta que tanto necesito. Además, apenas lo conozco y...

Iris me interrumpe bruscamente.

—Deja de poner esa excusa de "apenas lo conozco", ¿acaso no ves que te estás saboteando a ti misma con todo esto? Por el amor de dios, Amanda lo llevas ignorando toda la noche después de colgarle la llamada de esa forma tan brutal y ni siquiera eres capaz para enfrentar lo que él tiene para decirte. El amor, o lo que sea, que sientas no se puede medir en cuestión de días, meses o años; simplemente sucede en el momento que debe, ya sea que te encuentres en la mejor o peor etapa de tu vida. 

Mi amiga tiene demasiada razón.

El contexto de anoche es que después de mi repentina confesión, me llamó diez veces y en ninguna de esas oportunidades contesté el celular. Lo extraño es que solamente llamaba, pero no enviaba ningún mensaje. Se sintió cómo si lo que tenía para decirme debía hacerlo con su propia voz, aunque yo prefiero mil veces leer lo que tenga que decir a escucharlo porque seguro su rechazo resultaría menos doloroso.

—Esta bien, tienen razón. Estoy poniendo excusas, dado que el verdadero motivo por el cual estoy dudando tanto es porque mi orgullo no quiere enfrentarse a un posible rechazo. Yo no podría manejar esa situación, sé que eso terminaría de sepultar mi poca autoestima.— Reconozco. 

—¿Pero él no te contó quién le gusta?—Pregunta Clara mientras frunce el ceño con confusión. A decir verdad, ese día no les conté la respuesta que me había dado porque sabía exactamente lo que dirían, y yo no necesitaba que alentaran mis locas conclusiones.

—Jamás me dio un nombre o una pista, solo mencionó que es algo evidente—Respondo encogiéndome de hombros como si dicha información no fuese relevante.

Ambas abren sus ojos de manera exagerada y miran en mi dirección.

—¿¡Y tu qué crees!?—Gritan las dos al unísono.

Debo admitir que mis amigas me asustan un poquito. 

—Amiga, no se porqué no usas lentes. Eres más ciega que mis abuelos juntos—Dice Iris y accidentalmente se me escapa una carcajada. No puedo creer que haya utilizado esa comparación.

—Oh Dios mío, ¡que horror! no vuelvas a usar una analogía así—Digo entre risas—Bueno...a ver si entendí, ustedes piensan que él se refiere a mí, ¿correcto?

—No es un simple pensamiento, estamos seguras de que así es—Vuelve a hablar Iris, mientras Clara afirma con la cabeza junto a una sonrisa. 

—No voy a negar que esa posibilidad se cruzó por mi mente, en su momento pero dudo tanto que esa sea la respuesta correcta—Contesto.

Mis amigas se lanzan una mirada que no consigo descifrar.

—Amanda, entiendo que puede ser un poco difícil de creer pero no limites ese abanico de posibilidades. Recuerda que todo puede ocurrir, ya sea lo que esperas o no.—Es Clara la que habla esta vez—En caso de que nosotras tengamos la razón, anímate a vivir esta historia. No permitas que tus inseguridades o tus dudas te arrebaten todo esto, tu tienes el poder sobre ello y solamente tu sabrás lo que tienes que hacer. 

Antes de poder contestar, soy interrumpida por el timbre del colegio.

—Bueno, ya terminó el receso. Es hora de volver a clase, nos vemos luego. Piensa en todo lo que hemos hablado ¿si?—Me pide Iris y no puedo negarme, así que levanto el pulgar en forma de aprobación.

(...)

Al término de las clases, decido regresar a casa caminando como es costumbre. Hoy tengo tantos pendientes que no sé por dónde empezar, pero como siempre mi cabeza se encuentra en otro lado.

Literalmente por andar tan distraída, no me doy cuenta que justo cuando voy a cruzar la pista hacía el otro lado de la calle; el semáforo cambia de color. Antes de hacer un movimiento que pudo haber ocasionado un mal desenlace para mí, alguien me sujeta bruscamente del brazo.

—Cuidado—Es lo que esa persona se limita a decir.

Mi corazón no puede evitar acelerarse. Esa voz, yo la he escuchado antes. 

Me volteo inmediatamente.

—Perdón si te asusté, es que ibas a cruzar y posteriormente ibas a terminar en una camilla de hospital.

—Estaba tan distraída que no me percaté del semáforo, gracias por salvarme—Le digo con una sonrisa amable.—Disculpa mi indiscreción, ¿nos conocemos de algo?—Pregunto extrañada.

—Sí, soy Alex y vamos al mismo colegio pero soy un año mayor que tu...seguro por eso no me reconoces. 

Así que él es Alex, vaya...

—Es verdad, que torpe. Creo que no te reconocí pues no llevas el uniforme—Le digo tratando de disimular mi sorpresa. 

—Si bueno, sucede que hoy no pude asistir a clases, tuve algunos inconvenientes y ando por aquí para encontrarme con mis amigos—Dice de la manera más despreocupada posible.

Asiento.

—Ya veo, bueno me gustaría seguir hablando contigo pero ya debo irme. Fue un gusto conocerte y gracias por ayudarme. Por cierto, soy Amanda.

—Lo sé—Responde.

Ya no sé que me genera más sorpresa; el hecho de conocerlo en persona, que sepa de mi existencia o que no haya mencionado en ningún momento a Clara. 

—Es que te conozco por Clara, ya sabes, siempre habla de ustedes—Se apresura en decir. Supongo que mi cara de confusión fue tan evidente que se sintió obligado a aclarármelo.

—Me lo imaginé. En fin, gracias nuevamente.

—No tienes que agradecerme, camina con más cuidado para que te ahorres una travesía en una cama de hospital—No puedo evitar soltar una pequeña risa, niego con la cabeza divertida y retomo mi camino a casa.

Así que él es quien está saliendo con una de mis mejores amigas. Debo mencionar que no me parece un mal chico pero definitivamente hay algo en Alex que no me termina de cuadrar, solamente que aún no tengo certeza para saber con exactitud de qué se trata. Incluso, tengo la sensación de que no es algo muy bueno. 


Detrás de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora