RAVENOUS (3ª y 4ª Temporada) // LARRY STYLINSON

HAIG

- Haig, ¿dónde estás? -dijo empuñando su arma- Haig, ven aquí ahora mismo. Tienes que estar conmigo

- Estoy aquí papi -dijo entrando por la puerta de la habitación

- Métete debajo de la cama y no salgas bajo ningún concepto, ¿me has entendido? -dijo agarrándole de la mandíbula

El pequeño moreno de ojos verdes asintió efusivamente mientras observaba como su padre salía de la habitación silenciosamente empuñando su arma de fuego. Como había prometido, se escondió bajo la cama, tapándose los oídos, pero observando en cada momento la puerta de la habitación.

Era algo a lo que ya estaba acostumbrado. Desde que le adoptaron, desde pequeño sus padres le habían enseñado la importancia de ser silencioso hasta en su propia casa. Sabía que su padre era un hombre poderoso, y que constantemente estaban amenazados, y también sabía que su otro padre siempre estaba alerta, más aún cuando el otro no estaba con ellos.

Observó como la luz del pasillo de las habitaciones era encendida y se escondió aún más lejos del borde de la cama. Pudo distinguir una sombra adentrarse en la habitación. El menor cerró los ojos y apretó más los oídos para no escuchar nada, también controló su respiración porque si seguía hiperventilando iban a descubrirle. Lentamente, se destapó los oídos, puesto que no escuchaba nada y cuando creía que estaba a salvo la sombra apareció de nuevo.

- Haig, soy papi. Ya puedes salir -al reconocer la voz de su padre respiró tranquilo y salió para abrazarse a el- Perdona cariño, creí escuchar un ruido y me alerté. No quería asustarte

- ¿Está todo bien? ¿Tenemos que seguir escondiéndonos?

- No cariño, puedes dormir conmigo esta noche. Vamos, entra en la cama -dijo cariñosamente Louis

A decir verdad, Louis solo estaba tan alerta cuando Harry se encontraba fuera de casa. A pesar de que los años hayan transcurrido, ellos nunca han dejado de estar amenazados. Al fin y al cabo, son dueños de uno de los circuitos de carreras ilegales más prestigiosos de Londres y aunque Desmond Styles ya no estuviese entre ellos, también era uno de los cárteles de droga más conocido y amenazado de todo Europa.

La noche transcurría con normalidad en Clock Street, Harry continuamente miraba el reloj en su muñeca. Tenía que correr a las 4 de la mañana y apenas quedaban unos minutos. Después iría a su casa a dormir en su cama con su marido y su hijo de escasos 8 años. Sintió el brazo de su hermano rodearle los hombros en un gesto familiar, a lo que ambos se sonrieron.

- Ya queda poco para que vayas con tu familia

- Antes era tan distinto, cuando Haig no estaba, Louis siempre me acompañaba y ahora tenemos otras preocupaciones más importantes

- Todo ha cambiado muy rápido. Cuando volvisteis de Baltimore creí que todo había acabado, pero nunca va a terminar. Ni, aunque esa sabandija haya muerto

- Nos ha dejado la peor herencia que un padre puede dejar a sus hijos. Tengo mucho miedo por Haig -confesó el mayor

- Haig es un chico muy valiente, aunque no sea de sangre Styles está educado como si fuese un hijo salido de tus entrañas

- Louis es un padre maravilloso y yo estoy aquí con casi 35 años comportándome como un niñato de 20

- Louis y tú sois unos padres maravillosos -corrigió Harvey- Le habéis dado una casa y una familia a ese niño y lo tratáis como si fuese vuestro de verdad. Tú también tienes tu parte de mérito

- Siento que me he equivocado tanto -se restregó la cara con las manos- Primero arrastrando a un niño inocente como Louis a este mundo y después adoptando un bebé cuando no sé cuidarme ni a mi mismo

- Si tú no te supieses cuidar, no estaríamos teniendo esta conversación. Deja de comerte la cabeza hermanito, termina esta carrera y vete a casa con tu familia

Harry hizo lo que su hermano le mandó. Durante la carrera se limitó a hacer su trabajo sin correr más riesgos del necesario. Al fin y al cabo, era su negocio. También tuvo tiempo para pensar en la otra parte de su familia. Gemma se había ido de Londres cuando conoció a uno de los policías que ayudó en el secuestro de Harvey y Louis. Lo había presentado oficialmente a la familia y todos estaban encantados y cuando a él lo destinaron en otra ciudad ello no dudó en irse con él. Niall, Zayn y los niños seguían con ellos. A los pequeños les encantó la idea de tener un primo y con la llegada de Haig cuando era un bebé se convirtieron en primos mayores muy responsables. Solían verse a menudo, no tanto como antes, ya que el criar a un niño pequeño tenía mucho esfuerzo.

La carrera terminó antes de lo previsto y sin siquiera bajarse del coche, Harry puso dirección a su casa. Cuidadosamente, entró por la puerta del garaje e inmediatamente sintió un arma en la parte trasera de su cabeza. A continuación, una mano rodeó su cuello y pudo respirar tranquilo. Era un gesto que normalmente Louis hacía. El arma fue despegada de su cabeza y finalmente pudo girarse hacia su marido.

- ¿Siempre vas a recibirme así?

- Pensé que regresarías más temprano, culpa tuya por no avisar

- Mi chico siempre tiene razones hasta cuando vuelvo pronto -lo abrazó por la cintura

- Antes he escuchado ruidos, pensé que alguien había entrado

- Haig... -dijo inmediatamente

- Está bien -se apresuró Louis- Tenemos un hijo muy valiente y obediente. Hizo todo lo que le dije

- Meterse debajo de la cama sin hacer ruido...

- Y tapándose los oídos, si -concluyo Louis- Lo hizo todo, está en nuestra cama, estaba muy asustado

- Sube con él, dormiré yo en el sofá

- ¿Qué tal en Clock?

- Como siempre, carreras que terminan bien, otras que terminan mal y borrachos, demasiados borrachos

- Así ha sido siempre

- ¿Sabes? Siempre intento recordar cómo me sentía cuando tú aún no habías aparecido, cuando yo era un niñato de 20 años

- ¿Y qué recuerdas?

- Nada -contestó tajante el rizado- Creo que tú le diste sentido a todo lo que hacía, tenía algo por lo que luchar, tenía alguien a quien impresionar, tenía un motivo por el que volver sano y salvo a la línea de meta -Louis sonrió

- Ahora tienes un motivo doble por el que volver sano y salvo -Harry abrazó fuertemente a su marido- Ve tú con el niño, tenía muchas ganas de verte

Harry sonrió dejando a su marido en la parte baja de la casa. Estaba exhausto, necesitaba dormir urgentemente.

Cuando ingresó en la habitación y observó a su hijo dormir tranquilamente bajo las sábanas respiró profundamente inhalando aquel olor tan familiar que le encantaba. La ropa de la cama limpia, la colonia de su hijo mezclado con su aroma esparcido por toda la habitación. Lentamente y procurando no hacer ruido se desvistió quedándose en boxers. Silenciosamente, se metió en la cama e inmediatamente su hijo se abrazó a él abriendo sus ojos.

- ¿Has ganado papá? -le asombraba la capacidad que tenía Haig de reconocer a sus padres

- Si cariño, he ganado

- Papi se ha asustado esta noche

- Lo sé mi vida, me lo ha contado. Ahora no te preocupes, ambos estáis a salvo -dijo abrazándole de vuelta

- ¿Papá?

- Dime hijo

- ¿Cuándo podré ir a verte trabajar?

- Eres muy pequeño aun Haig, ya lo hablaremos cuando seas más mayor

- El primo Erik ya va con el tío Zayn, el otro día me estuvo contando como eran los coches

- Tu primo es más mayor que tú, tú eres aún muy pequeño

- ¿Me llevarás pronto papá?

- Ya lo hablaremos con papi, ahora es hora de dormir cariño -susurro besándole la frente