Capítulo 5.

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Harry se encontraba desplomado en su sofá, exhausto. La semana no había sido exactamente como la esperaba y eso había jodido su humor y sus planes. Deseaba con ansias comenzar a modelar los trajes de Gucci, posar para alguna exclusiva y muy importante producción de fotos o comenzar el ensayo de algún desfile importante. Sinembargo todo lo que hizo los últimos cinco días fueron pruebas, pruebas y más pruebas. Los días giraron en torno a sus medidas corporales tomadas un centenar de veces por más de diez diseñadores; tuvo que leer contratos, aprender políticas de la empresa y tomar algunos entrenamientos internos. Un verdadero fastidio. 

Era viernes por la noche y todo lo que quería era un plan tranquilo, quizás ver películas con alguno de sus amigos, mirar las estrellas durante charlas banales, o hacer cualquier cosa que implicara sacarlo de su apartamento, pero no tuvo éxito. Liam lo había abandonado por una cita con una muchacha que había conocido en un bar, o en un restaurante, o a la vuelta de su casa, en realidad no lo recordaba porque dejó de oír en cuanto escuchó el primer pronombre femenino. Niall había viajado a su pueblo natal por el fin de semana ya que era cumpleaños de uno de sus parientes irlandeses, y Zayn estaba al otro lado de la ciudad enrollándose con el dueño de una muy reconocida cadena de hoteles.

Por un momento pensó en ir a un bar y buscar con quién pasar la noche, o intentar mantener una conversación que durase algunas horas, pero en realidad no estaba de humor para tener que acabar follando. En realidad, ni siquiera estaba de humor para flirtear. Quería una noche tranquila, solo conversar de cualquier cosa que no implicara trabajo o responsabilidades. Necesitaba una distracción de él mismo.

Intercambió algunos mensajes de texto con Zayn quien le contó acerca del lujoso hotel en el que estaba, donde había demasiados objetos de valor y consideraba seriamente robar alguno para luego venderlo en Amazon por encima de su precio real. Decidieron que si iba a la cárcel por eso, Harry definitivamente se ocuparía de sacarlo. Zayn mencionó algunas cosas más como que se sentía en compañía de un sugar daddy y que quizás sería una buena opción para conseguir dinero extra. También le mencionó que Louis estaba solo y aburrido como él y que tomara en consideración hablarle, por lo que en aquel mensaje envió adjunto el número del castaño.

Harry bloqueó su celular y se estiró sobre el sofá tras un largo y profundo suspiro. Comenzó a acariciar la superficie dejándose arrastrar por la suave sensación, a veces sentía que ese sofá podía generarle más placer que cualquiera de los hombres con los que había tenido sexo. Consideró la idea de irse a la cama pero apenas eran pasadas las ocho de la noche y definitivamente sería castigado por el Dios de los viernes si hacía eso, seguramente sería un pecado en cualquier tipo de religión. 

Finalmente, tras una ardua batalla contra su orgullo, tomó el móvil y llamó antes de que pudiera procesarlo. El tono se dejó oír tan solo dos veces.

   —Louis Tomlinson.

   —No debes responder al segundo tono un viernes por la noche, delata que eres aburrido —oyó silencio al otro lado durante unos segundos.

   —Quizás estaba esperando una llamada importante.

   —Oh, me halagas —escuchó algo parecido a una risa—. Zayn dijo que estabas solo y en busca de un plan, resulta que me encuentro en la misma situación.

   —Tú, en busca de un plan, un viernes por la noche —soltó aire contra el auricular—. Creí que eso no sucedía en esta realidad. ¿No eres como una especie de Dios al que invitan a todo tipo de fiestas?

Harry mordió su labio inferior evitando soltar una risa.

   —Lo soy. Pero no estoy de humor para utilizar mis encantos esta noche.

NO CONTROLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora