Capítulo 4.

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   —Louis, nada cambió en los últimos quince minutos —se quejó Zayn al responder tras el segundo tono.

   —¿Sigue dormido?

   —Sí, Louis. ¿Qué parte de te avisaré en cuanto despierte no has logrado comprender en alguna de las siete llamadas que has hecho?

   —¿Revisaste sus signos vitales?

Zayn rió al otro lado de la línea.

   —Oh, vamos Lou. No creerás que eres capaz de matar a alguien con tu pene.

   —Vete a la mierda, Zayn. Eres un idiota —se quejó notoriamente irritado—. Puede que haya estado deshidratado, o que su presión se haya bajado demasiado y esté en peligro.

Oyó ruido por el auricular, como si algo estuviera arrastrándose. Seguido a eso pudo escuchar a Zayn respirar más cerca, y finalmente, el ruido de una puerta al cerrarse.

   —Louis, Harry está bien. ¿De acuerdo? Llevaba muchas horas sin dormir, había hecho demasiado ejercicio y estaba exhausto. Justo antes de ir a buscarte al baño estaba luchando por no quedarse dormido.

Louis suspiró audiblemente.

   —Bien.

   —¿Qué pasó ahí adentro? ¿Fue algo así como una sesión de bondange o algo parecido?

   —¿Qué dices?

Zayn rió, esta vez menos estruendoso.

   —A mi nunca me dejaste inconsciente por un polvo —bromeó.

   —Zayn...

   —Sí, sí —interrumpió—. Me iré a la mierda Louis, lo haré. Sin embargo —se frenó unos segundos, como si tuviera que pensar lo siguiente que iba a decir—. ¿Por qué te preocupa tanto?

   —¿Me lo preguntas en serio? —sonaba indignado, y lo estaba—. Podría haberle ocasionado algún daño, no lo sé, lo que sea. Y si algo le pasa quién crees que pagará las consecuencias, idiota. Se desvaneció con mi pene dentro mientras me venía en él.

   —¡Ooooh! De acuerdo, eso es... Maldita sea Louis, tenías que ser tan gráfico, mierda. Eres asqueroso.

   —Es lo que sucedió, ¿bien? Si algo le pasa puedo terminar en la cárcel o algo peor, no lo sé.

   —Espera, espera —soltó aire en el auricular—. ¿Estás preocupado porque podrías tener algún tipo de consecuencia legal?

   —¡Claro que sí, imbécil! Es lo que he tratado de decirte.

Zayn rompió en una carcajada.

   —Maldita sea, Louis. Había comenzado a asustarme por tu notable preocupación hacia Harry, pero sólo estás preocupado por ti. Eso es, ese es mi Louis, bien —suspiró aliviado—. Por un momento creí que el culo de Harry te había hechizado.

   —Esta conversación acaba de terminar. Llama cuando despierte.

Ni siquiera esperó una respuesta y quitó el móvil de su oído finalizando la llamada. 

Eran más de las once del domingo y Harry no había despertado desde anoche, cuando se desmayó sobre su regazo. Debía admitir que aquella imagen lo aterrorizó, Harry estaba completamente dormido, con sus ojos cerrados y el cuerpo gelatinoso. Tuvo que llamar a Zayn para que lo ayudara porque Harry estaba tendido sobre el suelo, semidesnudo, solo con su camisa a rayas desabotonada y una toalla que cubría su entrepierna, mientras que Louis solo se había colocado sus boxer. Parecía realmente la escena de una película porno que acababa por convertirse en una de terror. 

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