Él jadeaba.El bosque silbaba.
La oscuridad se tragaba todo, hasta las esperanzas de vida.
El bosque había sido su mejor opción mientras corría, o eso se había dicho. Ahora no quedaba más que correr a ciegas por el camino, rogando que el otro se extraviara y le perdiera el rastro.
Había oído los rumores, sin embargo, no le dio la importancia suficiente a las advertencias de la gente. No se le pasó por la cabeza que él sería el siguiente.
Se detuvo a oír a su atacante, posiblemente podría escuchar sus pisadas.
Pensó muy positivo.
La sensación de mil martillos contra su lóbulo temporal lo hicieron perder el sentido y caer contra el suelo como peso muerto. Puede que su cuerpo supiera que se le acababan los segundos de vida porque lo hizo despertar y reaccionar inmediatamente.
Muévete, se decía. Ponte de pie y corre.
Pero su cuerpo ya no le obedecía. Sin testigos ni ayuda cerca, no había mucho más que pudiera hacer y él lo sabía. Su atacante lo sabía.
Sus ojos intentaron buscar a su atacante y se percataron de sus zapatos. Maldito infeliz. Nunca hubiese conseguido escapar.
Cerró los ojos porque, si bien no podía escuchar las pisadas de su asesino, podía escuchar como manipulaba el hacha para levantarla en el aire. No necesitaba tener los ojos abiertos para esto.
Será rápido, pensó. Tenía razón.
El hacha cortó el aire primero.
Luego su cabeza.
***
Espero les guste esta primera muestra de lo que se viene. Como dije en la advertencia, no se trata de una historia para todo el mundo.
No estoy segura de cuando suba el primer capítulo de la historia, podría ser cuando termine de editar Inusuales o la próxima semana. Dependerá de mi estado de ánimo. Pero les garantizo que esta historia pienso escribirla.
Subí estos primeros apartados porque estaba por pedir una portada, pero tal vez así también los tiento💙
Nos leemos pronto.
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Oxígeno [En progreso]
Ciencia FicciónNos habían clasificado según nuestra valía, pero hoy ya éramos dispensables. La antigua gloria de las estaciones no es más que polvo y cenizas en la tierra. Somos recuerdos de los países pasados que hoy tienen los días contados. Pero ellos cambiaron...