𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 14.

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Taehyung parece quedarse sin palabras, cada vez está más confundido y no logra entender a que se refiere el demonio cada vez que menciona a Jimin

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Taehyung parece quedarse sin palabras, cada vez está más confundido y no logra entender a que se refiere el demonio cada vez que menciona a Jimin.

Pero ni siquiera se atreve a preguntarle algo, no con la cercanía  peligrosa que tiene sobre él.

—¿Por qué tiemblas como un gusano? Si quisiera hacerte algo, ya lo habría hecho desde antes, querido amo. —Se burla el pelinegro sin apartarle la filosa mirada, Taehyung no responde, se limita a cerrar sus ojos con fuerza cuando siente las uñas del demonio pasar por su pecho. —Puedo oír tu corazón, parece una bomba de tiempo, en cualquier instante explota.

—Yo..Yo ya no haré más cuestiones, no puedo ni podré asesinar a alguien por respuestas. —Declara el muchacho rubio aún acorralado por el contrario, su voz suena apenas en un murmuro que claramente puede escuchar el demonio. — Sólo pido que me dejes en paz al menos una noche, no he podido dormir sin escucharte alguna sola vez. Ni siquiera en el hospital con Jin hyung.

Jeongguk sonríe socarrón porque la pequeña cabecita de su amo comprendió que no le dará más respuestas.

Pero así como su sonrisa llegó, también desapareció en un segundo.

¿Había escuchado bien?

—Repite eso, Taehyung.

El muchachito mencionado suspira con cansancio y le mira vacío, sin ganas de seguir charlando con él. No sabe exactamente ahora que mierda movió dentro de Jeon para desatar esa mirada rabiosa que le otorga.

—¿Qué cosa? Sólo te pedí dormir, Jeongguk-ah. No puedo ni cerrar los ojos porque siento que estás llamándome y aún peor, tocándome el rostro.

El demonio pelinegro aprieta sus puños y chasquea la lengua no muy contento con lo que acababa de oír.

¿Y ahora qué le sucede? Es más bipolar que mi madre.

Taehyung resopla muy ocupado en sus pensamientos hasta que nota a Jeongguk darse la vuelta dispuesto a irse.

—¡Jeongguk-ah! ¿Te vas? Oye, ¿si me dejarás dormir al menos? De verdad estoy cansado, demasiado. —Murmura tomando a su pequeño cachorro en brazos, tapándole del frío que hacía en el oscuro cementerio.

Al menos quiere que lo deje dormir sin estar molestándolo constantemente a cada momento que quiere cerrar los ojos, se siente terriblemente cansado y ojeroso. Incluso en el hospital, el suceso se repite, siente su rostro ser tocado y su nombre ser repetido en un suave tono de desesperación.

Jeongguk parece detener sus pasos y se queda dándole la espalda unos momentos.

Parecía estar pensando cuidadosamente.

—Me quedaré contigo hoy, iremos a tu apartamento. —Finalmente declara el pelinegro regresando para reunirse con el humano que mantenía una expresión confundida. — Sostén con fuerza a tu pulgoso y coge mi brazo sin soltarte ni un segundo.

DON'T MOVE 랑, GGUKTAE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora