𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 16.

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Después del incidente, Taehyung decidió descansar un poco y por un momento olvidarse de todo el agobio que tenía encima.

Estaba tan agotado, sin energías y cada vez más deteriorado.

Sabía perfectamente que era por la presencia demoníaca que se había pegado a él como sanguijuela, pero ciertamente no podía quejarse de absolutamente nada.

Cada acción tiene una reacción.

Y la suya era la peor de todas.

—Oh, por mi padre, sólo cierra los ojos y duérmete. —Musita Jeongguk en un tono malhumorado mientras se mantiene pegado en la esquina de su habitación entre las oscuras sombras.

—¿Cómo voy a dormir si estás acechando de pie en la esquina? Imagina que despierto y se me olvida que estás ahí, seguro muero y te ahorro el trabajo.

Por un momento, Taehyung creyó ver una diminuta esperanza de una sonrisa divertida asomándose curiosamente en los labios del pelinegro.

Y él casi se golpea por la extraña calidez que eso le causó.

Definitivamente estaba volviéndose loco, podía sentir que lentamente perdía el juicio gracias a aquel demonio sensual de ojos negros como la noche.

Sentía miedo de envolverse en las garras del depredador y no poder salir más.

Cóncentrate, Taehyung.

Házlo.

Cóncen-

¿Qué? ¿Qué dijiste?—Pregunta el rubio en confusión, estando completamente seguro de que escuchó a alguien hablarle aunque por el gesto de Jeongguk podía notar que no se trataba de él.

—Yo no he dicho ni una sola palabra, amo.

Taehyung frunce el entrecejo, tratando de averiguar si realmente estaba volviéndose loco hasta el punto de distorsionar su mente o realmente alguien le había malditamente hablado al oído para decirle que ¿se mantuviera concentrado?

—¿Eso oíste?—Cuestiona el pelinegro acercándose peligrosamente a él, demasiado cerca del rostro de Taehyung. — Debe ser el maldito ente que ha estado acechando tu hora de dormir, no le tomes importancia. Me encargaré de él, amo.

—¿Por qué diría mi nombre? No entiendo, ¿quién es?

Jeongguk chasquea la lengua y se sienta en la esquina de la cama, mirándolo con esos ojos que parecían devorarle el alma.

—Es un ente cualquiera, Taehyung.

El rubio no parece nada convencido, el demonio lo nota perfectamente.

—Escucha esto, patético humano miedoso. —Llama su atención de inmediato, girándose para verlo al rostro con ese mismo gesto malhumorado al que últimamente Taehyung se acostumbra. —Ya te lo dije antes, no dejaré que nada te pase. ¿Crees que un simple ente de primer nivel podría conmigo? Que estúpido.

El rubio sonríe, sentándose en la cama con las piernas cruzadas y tomando la confianza de jalar la mano del demonio para poder divisar mejor su rostro.

Taehyung no es muy fan de las religiones pero ahora es fiel creyente de que Jeongguk se ve radiante con la luz de la luna filtrándose por la ventana para caerle en el rostro.

Las carcajadas del pelinegro lo hacen volver a la realidad, él está burlándose mientras lo mira fijamente. Mierda, había olvidado que podía leer su mente todo el tiempo.

—Estás tomando demasiadas atribuciones que no te corresponden en lo absoluto, amo.

Taehyung traga saliva nervioso cuando lo observa acercar su rostro una vez más, tanto que su perfecta nariz se roza con la suya.

—Te atreves a demasiadas cosas cuando sabes perfectamente que podría quebrarte el cuello justo ahora, Taehyung-ah. —Él murmura sin despegar sus filosos ojos del rubio que parece totalmente perdido y tembloroso. — Pero no lo haré, amo. Quizás me agrades un poco como para no dejar marcas en esa bonita piel.

Taehyung respira en grande, bastante aliviado y riéndose ruidoso para no echarse a llorar del miedo.

—Yo..yo uh, ¿entonces si me guardas una pizca de cariño, ah? Yo sabía, soy adorable. —Trata de bromear picando las costillas del pelinegro que no muestra ninguna expresión en el rostro, más que sólo sus ojos fijos en su persona.

Mierda. Tonto Taehyung.

De verdad, ¿cómo se le ocurre bromear?

Y más mierda, ¿en serio acaba de picarle las costillas a un demonio?

Estúpido, estúpido, estúpido.

—Sí, yo también pienso que eres bastante estúpido, amo. —Concuerda totalmente mientras lo mira, pensando si de verdad valía la pena comerse la alma de este humano. ¿No será contagioso?

—Así de estúpido pero yo soy el amo, más respetillo para tu superior, grandote.

Jeongguk rueda los ojos con fastidio, asintiendo para que de una vez por todas se calle.

Cuando por fin piensa que el humano tonto finalmente se va a dormir, lo escucha tararear de manera tortuosa para sus oídos.

—Te voy a arrancar la lengua si no te duermes justo ahora.

Taehyung pucherea susurrando que es un aburrido, dejándose caer sobre la almohada en busca de una buena posición para dormirse.

No pasa mucho tiempo para que aquella patética cosita rubia termine por cerrar los malditos ojos junto a su bocota.

Jeongguk piensa que la próxima vez de verdad lo va a lanzar en un río.

Mira detenidamente el rostro del humano, pasando sus filosas uñas en la piel de sus mejillas y terminando por morderse la lengua con brusquedad hasta sentir el líquido entre sus labios.

No lo pensó mucho y escupió su propia sangre en él.

—Notabit res meas daemon sanguis, tangere nemo poterit. —Susurra esparciendo la sangre sobre las mejillas ajenas y desviando sus ojos a la ventana de la habitación, buscando por todos lados algún indicio del ente que buscaba colarse.

Jeongguk aprieta la mandíbula con coraje, mirando por última vez el cuerpo descansando en la cama antes de irse.

No iba a quedarse con los brazos cruzados, no sabiendo que algún maldito ente trataba de acechar a la presa que él mismo ya tenía bajo su poder.

El pelinegro sonrió en grande, dejando la forma humana que había portado para dejar a la vista a su verdadero y escalofriante ser infernal.

Jeongguk, uno de los hijos favoritos del infierno estaba en casa nuevamente y no se iría sin antes calcinar al miserable espectro que se había atrevido a intentar sabotearlo.

—Señor, me emociona verlo otra vez en su hogar. —La chirriante voz de uno de los subordinados llamo su atención, este inmediatamente agachó la cabeza al tener los tétricos ojos sobre él. — ¿Ha..culminado su labor? ¿Necesita algo?

—Necesito ir al jodido limbo ahora mismo.

La noción de limbo es una noción que está presente en casi todas las religiones y que hace referencia a aquel espacio en el cual se juntan los muertos antes de ser juzgados y enviados al cielo o al infierno

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La noción de limbo es una noción que está presente en casi todas las religiones y que hace referencia a aquel espacio en el cual se juntan los muertos antes de ser juzgados y enviados al cielo o al infierno. [1]

DON'T MOVE 랑, GGUKTAE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora