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Un joven de 26 años se encuentra en su casa, con un short corto, es moreno, compostura flaca aunque muy marcado, de cabello negro y corto, ojos cafés

Da golpes repetidos a una bolsa de arena mientras hace movimientos rápidos, suda, sus ojos están clavados en el saco hasta que un timbre lo regresa a la tierra, su teléfono había recibido un mensaje.
“Buenos días, hemos visto tu cartel sobre tu trabajo, podemos vernos, para ver sí encuentras a nuestra perra?”.

Responde en seguida el mensaje.
-Parece que tenemos trabajo. - le dice a la perra que lo ha estado acompañando en todo momento.

Un Labrador Retrieve hembra, de color blanco de año y medio. Apenas el se retira de allí ella le sigue, va a la habitación a darse una ducha, llevaba toda la mañana practicando boxeo y esta bien sudado. 
Luego de unos minutos ya listo con ropa deportiva negra y gris toma una botella con agua y golosinas.
-Vamos Luna! -Dice él, la perra le ladra con ánimo y le sigue obediente sin necesidad de un corral.

Toca la puerta de una casa muy fina, era de madera completa pero con acabados y patrones espectaculares. Se abre casi en seguida, una mujer mayor, de piel clara, cabello ondulado de color rojo.

-Buenas, Soy Jeremy, ella es luna, especializados en búsqueda y rastreo. -Dice él muchacho presentándose.

-Oh, si, maravilloso, pasen! pasen!-La señora los invita a entrar y sentarse en un sofá, Luna se hecha tranquila a un lado. -Me llamo Cecilia, los llame porque hace dos días mi perra Titi se me escapó de la casa, por más que la he buscado en el vecindario no la he encontrado. -
-Entiendo, no ha pasado mucho tiempo, así que puede que aún sea posible encontrarla. -La mujer asiente  un poco triste. -Tiene un objeto que tenga muy impregnado el aroma de Titi? -Pregunta. 
Ella se levanta y entra a otra habitación.

El le indica a Luna que se levanté y le da una golosina sabor a pollo. 
La Sra Cecilia regresa con un hueso de goma bastante deteriorado con marcas de colmillos. -Este juguete lo muerde todo el día. -Dice ella triste.
-Sí eso sirve, donde fue la última vez que la perdió de vista, sabe a que dirección? Para saber dónde están los últimos olores y maximizar el éxito. -Pregunta él.

Ella los dirige a afuera a una cuadra a la izquierda. -La vecina dice que la vio aquí cojiendo pa' alla- Dice Cecilia señalando a la calle que coje a la izquierda. 
-Bien… -Se agacha acaricia a Luna, ella le mueve la cola, le ofrece el hueso y ella lo empieza a olfatear, unos segundos después ella empieza a oler el suelo y empieza a caminar. -Parece que tiene un rastro, no sabemos que tanto dure esto así que yo la llamaré, ok? -Dice Jeremy.

-Esta bien, Que Dios los cuide y ayude. -Dice ella haciendo una cruz en el aire.

Jeremy y Luna van en camino, Luna con mucho vigor caminaba mientras mantenía su nariz cerca del suelo, en ocasiones Luna le pedía oler de nuevo el hueso, le decía que descanse, le daba agua, luego pocos más de dos horas muy lejos de donde estaban llegan un pequeño parque, no estaba allí y Luna daba vueltas en círculos, Jeremy tenía la duda si llego allí y fue tomado por alguien, pero si ese es el caso ya debieron llamar al número de la placa de la perra.

Con esa duda Luna deja de dar vuelta y se mete hacia los árboles, caminan adentrándose a ese mar de árboles por una hora más, finalmente llegan a un punto donde Luna levanta la cola, dando señal de que se encontraba el final del rastro. Jeremy saco un pito y lo soplo, pareciese que no sonó nada, pero una oreja de perro sin duda escucha el pitido. El chico afina su oído, escucha un aullido débil, Luna lo guía, entre hojas y tierra se encuentra, una perra Poodle, flaca, muy sucia, tirada y sin fuerza.
Jeremy la toma con cuidado, le da agua, felicita a Luna por su trabajo y le da una golosina, toma a Titi en brazos y empieza a correr, mientras a la vez llama a Cecilia, esta da la autorización de llevarla a un veterinario en seguida. no había comido nada tóxico, sólo estaba en desnutrición por no comer en esos dos días. Cecilia feliz, le agradece mucho a Jeremy y sobre todo a Luna, obviamente le paga pues ese es uno de sus sustento.

Después de un día de trabajo, Luna se gana un baño y croquetas de las más finas, juega con ella, llega la noche y prepara la cama ella se acuesta a su lado, feliz más que todo porque la perrita Titi se encuentra bien.

SabuesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora