LXV

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Por su lado, Felix y Minho no tuvieron mucho tiempo a solas para hablar, ya que tenían que cuidar tanto a Namjoon como a Yeji, y no hablarían de un tema privado con ellos dos allí.

Así que en cuanto los dos quedaron un poco alejados del castaño y la castaña, Minho intentó ser directo, pero sutil.

— Innie está un poco raro— notó a Felix fingir desinterés—. ¿Pasó algo?

Lix lo miró un momento, intentando mantener la expresión serena, pero la mirada de Minho rompió su actuación en segundos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero bajó la vista, parpadeando varias veces para intentar despejarse.

— Jeongin tiene una gran oportunidad, pero cree que no se la merece— musitó.

Minho no sabía a qué se refería.

—¿Qué?

Felix suspiró.

— Jeongin empezó un tratamiento que puede hacerlo caminar otra vez— Minho recordó cuando el chico le había contado de aquella sesión de terapia en una piscina—. Pero no cree que eso pueda ocurrir, no tiene fé en sí mismo ni en el proceso y quiere dejarlo... Puede que hayamos levantado un poco la voz cuando intercambiamos ideas.

— ¿Qué hiciste? — Minho estaba listo para golpearlo si Felix había dicho algo estúpido.

— Le dije que si seguía pensando así, tan negativamente, que si seguía sin creer en su mismo, nunca caminaría.

Minho lo miró unos segundos en silencio.

Estaba de acuerdo con su argumento, pero también sabía que Felix no lo diría de forma tan calmada como se lo acababa de decir.

— ¿Qué dijo él? — preguntó Minho.

— Yo... No lo escuché. Él comenzó a llorar y no entendí lo que decía, yo sólo estaba muy enojado, y me fuí.

— ¿No lo escuchaste? — Minho sonaba molesto, Felix se lo reafirmó, negando con la cabeza.

El rubio se molestó un poco más, él sabía lo que era no ser escuchado. Y por un momento pensó si las cosas fueran distintas, si Hyunjin fuera quien no podía caminar.

Eso fue suficiente para enfurecerlo.

El rubio golpeó con fuerza el brazo de Felix.

— ¡Min-!

— ¡No! — lo interrumpió—. No digas nada, no intentes defenderte, te lo mereces— suspiró con cansancio—. ¿No te disculpaste?

Felix negó.

— ¡No, no! — se alejó al ver que Minho iba a golpearlo de nuevo—. No me disculpé, pero tengo razón, y lo sabes.

Minho se detuvo un momento.

— Tengas razón o no, la única persona que puede decidir sobre ese tratamiento es Jeongin— Minho habló más calmado—. No vas a convencerlo sólo por gritarle que tiene que creer en sí mismo y que debe seguir.

Felix clavó la vista en el suelo.

— ¿Al menos sabes bien porqué él no quiere seguirlo? No ese cuentito de que no cree lograrlo, debe haber algo más...

Felix tardó un segundo en negar.

— No lo sabes porque no lo escuchaste— declaró Minho, haciéndolo sentir peor—. Escucha.

El rubio se acercó a él, haciendo que Felix levantara la vista.

— Pídele perdón, y habla con él, escúchalo— el rubio asentía con cada consejo—. Y decida lo que decida, tienes que apoyarlo, son pareja, pero no dueño de su vida, y si él dice que no es no. Habla con él decentemente, sin discutir.

Felix se mordió el labio, aguantando unas lágrimas.

— A mí también me gustaría que Jeongin camine, en serio. Tal como quiero que Hyunjin pueda hablar. Pero gritando no se resuelven las cosas— finalizó.

Se quedó un momento más, palmeó el hombro de Felix para que volvieran con los otros dos, a terminar de encontrar cinco hojas de distintas plantas.

𝐌𝐔𝐓𝐄 ㅡ hyunho  ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora