CAPITULO 4

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Estuve un buen tiempo a su lado, acariciando su mano, apesar de verse deteriorada, con sus labios sin brillo y su cara igual, su mano seguía siendo lo más suave y cálido que podía tocar.
Quería quedarme ahí hasta que ella despertara y me mirara con esos ojos tan grandes que tiene pero sabía que eso no iba a ocurrir, ella estaba en coma, me repetía mi cabeza una y otra vez, sentía como la rabia se iba formando de nuevo en mi sistema y lo único que pude formular fue...

-¿Qué pasó en este tiempo? - mientras mi ceño se fruncia -

Cuando revise mi reloj me había fijado que habían pasado 2 horas aproximadamente, el tiempo se me había ido volando con solo observarla y ver como su respiración subía y bajaba.
Lo que más me sorprendió es que nadie ingresó, nadie interrumpió por un lado estaba agradecido por eso, sin embargo tenía la duda de porqué no había alguien con ella cuidando de su sueño, ni en la sala de espera.

-Te extrañe- salió de mis labios, aunque sabía que lo admitía solo porque ella no escuchaba-.

-¿Pensarías en mi después de tanto tiempo?- me sentí egoísta al preguntar eso, porque estaba claro que había cosas más importantes que resolver, pero necesitaba soltarlo - aunque su respuesta nunca llegó.

Alguien entró al cuarto, al girarme vi a una enfermera, me sonrió de manera amable y sin deseo en sus ojos como la mayoría de mujeres me miraban.

-Lo siento, pero la hora de visitas acabo- dijo mientras se acercaba a checar la máquina a la cual se encontraba conectada Sophia.

Yo solo asentí y me levante, iniciando mi camino hacia la puerta, pero pare...

-¿Qué es lo que sucedió para que entrará en coma? ¿Cómo es su estado?- Pregunté de manera serena, aunque por dentro estaba ansioso-.

-No tengo permitido dar información a alguien que no sea su familiar, pero.... Usted no lo escucho de mi, entendido? - lo dijo de manera amable con una sonrisa-.

-Entendido

- Llego aquí con un traumatismo cráneoencefálico, se genera por un golpe violento en la cabeza, pero no sabemos que lo ocasionó y su estado por el momento es estable, no hay cambios en sus signos vitales.

Asentí - Gracias por la información- trate de darle una sonrisa aunque salió más como una mueca- Salí de ahí de inmediato.

Mientras conducía a casa mi cabeza iba a explotar de todo lo que pasaba por mi mente, no sabía que iba a ocurrir después de esto, estaba claro que no me quería alejar de ella.
Quería cambiarla de hospital, pero yo no era nadie para decidir eso, estaba claro que su esposo tenía que firmar para poder hacerlo.

Me sentía impotente

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