CAPITULO 6

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Había pasado 1 mes y en este mes no hice más que ir al hospital y estar con ella.

Según la enfermera que me avisaba y mantenía al tanto de su estado, no había cambios en sus signos, todo se mantenía igual como al principio.

De sus padres no supe nada, y de su esposo tuve la desdicha de conocerlo un día que el iba saliendo del cuarto de Sophia, no me acerque me mantuve entre las sombras, pensé que era lo mejor, yo no quería problemas y si quería seguir viendo a Sophia de esta manera era lo más razonable, así que pude identificar los horarios en lo que el iba para así no encontrarmelo y que el descubriera que he estado viendo a su esposa.

Mientras entraba de nuevo al ya conocido hospital para mi, me encontré con el esposo de Sophia hablando con él doctor a cargo, ahora que le ponía más atención, lo recorde, fue con el hombre que choque aquel día.

Por mi mente paso que había sido algo grosero, aunque me cueste trabajo reconocerlo, ha de ser por Sophia, me imagino como se ha de sentir al ver al amor de tu vida en ese estado- pensé con amargura, mientras mis puños se encontraban apretados-.

Mi rutina ahora era esa, trabaja en mi casa con algunos casos del buffet, comía esperaba la hora y venía corriendo a verla, llegaba al anochecer y después me dormía, de vez en cuando Sebastián me sacaba de mi cueva- como el habría nombrado a mi casa- para ir por unos tragos y pensar en otra cosa, aveces pasaba la noche con alguna mujer, del alguna manera encontraba al sexo como una distracción un escape de la realidad, para mí solo era eso sexo, al terminar no sabía el nombre de la mujer y me retiraba como había llegado.

Otro día había empezado y con ello mi rutina, al terminar de comer me di un baño antes de ir al hospital.

Entre cómo todos los días, le sonreí a la enfermera que era mi espía ahí, ella me devolvió la sonrisa, y emprendí mi camino hacia su cuarto.

Como todos los días se encontraba en la misma posición con la misma expresión, me engañaba a mi mismo pensando que ella estaría despierta, pero de nuevo no pasó eso.

-De nuevo estoy aquí- le susurre al oido-.

-Te vez bonita como todos los días-decía esto mientras acariciaba su mano-.

Y empecé a hablarle, cuando estaba con ella la boca no me paraba, era la única persona que me sacaba más de tres palabras.

Justo cuando estaba apuntó de levantarme para irme, sus párpados empezaron a moverse-me paralice en ese momento-.

Y de repente sus ojos se abrieron de golpe, empezaron a acostumbrarse a la luz y cuando lo hizo, se posaron en mi, su mirada me miraba de forma curiosa y con miedo-me tense por lo segundo- Sophia siempre había sido fácil de descifrar y al parecer eso no había cambiado.

Entonces ella empezó a mirar de forma desesperada a todos lados, no supe que hacer más que tratar de acercarme pero mientras más lo hacía más rápido ella se movía, así que me detuve para que ella no se hiciera daño.

En eso entró la enfermera de siempre y me dijo que saliera, no sabía que hacer y solo reaccione cuando ella me estaba empujando para salir.

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