Un nuevo inicio

Capítulo 4

Ellen

Ha pasado una semana desde lo que paso...
Todo ha ido mejor de lo que esperaba, a Emma le encanta Patrick, paran mucho tiempo juntos, y Patrick trata de ser el mejor padre. Y respecto a lo que paso... Siempre que intento hablar de eso Patrick me sonrei y me da un beso en el cachete, es muy tierno.
No sabía que lo extrañaba tanto.
Ahora estamos en mi habitación los 3 con Emma viendo una película animada comiendo palomitas. Son las 7 de la tarde, hemos estado pasando mucho tiempo los 3 juntos para que a Emma no se le haga extraño.
Emma: Mami teno sueño... -bosteza-
E: Oh linda, has jugado todo el día... pero todavía es temprano, ¿Quieres dormir un rato?
Emma: Si mami
E: Te llevaré a tu cama nena, ven - la tomo de la mano y vamos caminando-
P: Adiós linda, te quiero.
Emma: Chau papi -le doy un beso al aire-
Vuelvo de acostar a Emma y me siento al lado de Patrick.
E: Ok... ahora si vamos a hablar...
P: Oh Ellen... de que quieres hablar?
E: Pues de que más... no te hagas el tonto eh, tu sabes muy de lo que hablo -le golpeo el hombro y sonrió-
P: Auch jajaja, bueno... haber... Tuvimos sexo después de más de 5 años...
E: Y lo dices tan tranquilo
P: Pero no tiene nada de malo Ellen, son cosas que pasan además muy bien que querías
E: Shh ya! No puede volver a pasar!

- no pude terminar la frase porque Patrick se acercó a mí y sin avisar me dio un beso y yo... lo correspondi, me había olvidado que me encantaba besar a Patrick, el me conocía tan bien el sabia que no me gustaban los besos toscos, que me gustaban los besos despacios y suaves.
En un abrir de ojos el estaba encima mio y me empezó a quitar la camisa pero sin separarnos del beso, el me quiso el sostén y empezó a masajear mis pechos, y yo solo gemia, el sabia que me encantaba eso, luego fue dejando besos húmedos por mi cuello y me bajo los pantalones y me quitó las bragas y empezó a hacer movimientos con su lengua, yo intentaba no gemir fuerte porque iba a despertar a Emma pero se me hacía imposible Patrick sin avisar introdujo su miembro en mi y solo se escuchaban nuestros gemidos, hasta que nos quedamos rendidos y nos quedamos dormidos abrazados