𝐉𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬

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Desde lo más profundo de sus pensamientos,
su sonrisa era como si el mejor artista la haya
pintado a blanco y negro pero que con solo
mirarla te llenaba de vida y color. Eran las
2:59 pm solo un minuto para su libertad, para
llegar a casa y estudiar, aunque se le resultaba
tan difícil, ___ no lo dejaba bajar de las nubes.

Tomo sus cosas de la mesa, se iría solo a casa
pues Armin había faltado, se encaminó por los
pasillos que poco a poco se llenaron de estudiantes de las demás facultades, cruzo el
campus desganado, ama su carrera pero
aveces resultaba ser un poco exhausta e irritante. Tal vez era el estrés o era tan fuerte
esa atracción hacía ____ que juro por su madre verla parada en la entrada de la gran
Universidad; y no, no estaba loco. era ella
mirándolo fijamente.

-¡Eren!.- grite a escasos centímetros de él.

-Si buscas a Armin, el falto.- bostezo.

-Umm bueno no vine solo por Armin, estaba
aburrida así que me dije por qué no visitarlos, bueno visitarte...-

-Ok... me quieres acompañar.- un leve
sonrojo se formo en sus pómulos.

-Claro.- me enganche por el codo de Eren como si nos fueramos a casar. Caminamos así hasta su hogar, me presento a su madre, una persona con mucho carisma y muy alegre, el polo opuesto de Eren. La mayor parte del tiempo solo la paso en la calle o en el departamento viendo Netflix con un gato callejero que me visita los Miércoles. Eren me pidió que lo esperará en el sofá, la casa decorada con papel tapiz nude y dibujos de rosas color rojo le daba un toque elegante y dulce. Mire las fotografías que colgaban de las paredes, Eren de bebé, Eren de niño, Eren adolescente, esa misma mirada y ese ceño fruncido nunca cambio.

La señora Carla me sonrió al pasar por el
pasillo y subió las escaleras con una cesta de
ropa sucia, aunque era raro, no comprendía
por que la señora Carla se veía tan distorsionada.

-¿Pasa algo?- negue, me levante y caí. Nauseas, muchas nauseas y no comprendía por que el suelo se movía, o por que la voz de Eren hacía eco en mi cabeza.

-Disculpame Eren, soy muy torpe...- me apoye
sobre el sofá.

-Creo que deberíamos ir a un hospital.

-¡NO! Jajaja eres gracioso.- salí y tome algo
de aire, sacudí mi cabeza varias veces y escuche el sonido de la puerta cerrarse.

-No tú no estas bien.- colocó su mano en mi
hombro y me aparte de él para ponerme en
movimiento. Yo y mi ignorancia, mi madre
me dijo que no saliera y yo solo por hacerle
caso a las vocecillas de mi cabeza... estoy pasando un mal rato. Sus mejillas estaban
encendidas con un rubor inusual que resaltaba. Y aun insistiendo no dejaba de repetirle que estaba bien, aunque no lo estaba... pero no
tenía otra cosa que decirle.

-Sabes, salimos después, ¿te parece?, creo que
has de tener cosas más importantes que hacer y no quiero ser una carga.- sonreí y me despedí sacudiendo mi mano.

-Mocosa tonta no vas a ir sola.- me abrazo por
los hombros y no pude resistirme a su perfume, olía delicioso. era como la droga más potente de la faz de la tierra, o mejor dicho Eren era una droga completa. Cuando llegamos me deje caer en el pavimento con los brazos extendidos, no estaba bien, pero tampoco queria estar mal,
apenas lo conozco y muchas veces insistía
morir en mis días de soledad extrema, pero
ahora, tengo una razón tan enorme, tan bonita, tan perfecta y maravillosa como para seguir de pie, quiero vivir.

-No llores me pones mal.- me senté y me aferre a mis rodillas y seguí llorando con la cabeza hundida entre ellas, pude sentir como acercaba mi cuerpo al suyo y me envolvía en sus brazos.

-Solo estoy cansada de esto...- me limité a sorber los mocos y mirar a la nada.- A parte de eso, John nos abandono anoche y mi madre... ni se diga, no sé que le ha dado por beber ahora, que vida no? jaja... ¡Que buena vida!..- golpeé repetidas veces mis nudillos contra el pavimento.

-Yo tampoco tengo un papá, bueno nunca supe quien mierda era, fui creado en una fiesta a lo proyecto x.- reímos.

Me puse la mano en el pecho, mis latidos eran
irregulares y en ciertas ocaciones miraba a
Eren algo borroso, como una foto mal tomada. Poco es lo que recuerdo de lo que hablábamos, mi memoria fallaba, ese era mi mayor defecto y me ponía muy mal.

-¡Eren tus tareas!- recordé por obra del
espíritu santo. Miro su reloj y se sorprendió.

-Me quedare hasta tarde hoy...- suspiro.

-Anda eso es más importante.- me incorpore
y comencé a golpear mis rodillas en su
espalda. Al fin y al cabo se levanto con pereza;
el auto de mi madre se estaciono frente a nuestras narices y de ahí bajo, paso por mi lado no sin antes besar mi frente y el olor a alcohol no era novedad.

-Oye tú mamá está ebria, ¿te vas a quedar con ella en ese estado?- Y si, lamentablemente tendría que aguantarla insultar a John de la A hasta la Z.

-Ella es mi madre Eren, no puedo dejarla sola,
es todo lo que tengo.- susurre eso último, aunque tenga que aguantar golpes... es todo lo
que tengo.

-Que tal si vas por ropa y vienes conmigo.

-¿¡Qué!? Me manda a la mierda.-

-Pues que te mande a la mierda, pero yo no te
dejaré correr peligro.- habló enserio.

No había madre mas perfecta que la de Eren, ella se merecía el cielo, las estrellas todo lo que yo no le podría dar a él. Me recibió con sus cálidos brazos, aquellos que te rompen la espalda, me instale su habitación y si tuviera que dar la definición de pulcro, diría la casa de los Jaeger. Eren salió de la ducha con la pijama puesta, yo solo esperaba el "dormirás acá", que sínica era.

-Tienes 2 alternativas, dormir conmigo en la cama.- solo esperaba a que fuera una broma de mal gusto.

-Estás consciente de que..

-Sí, lo sé me siento tan estúpido.-

-No importa, muchas gracias...

-De nada, solo no me desordenes la
habitación.- se echo entre las almohadas
boca abajo, no lo mire más por que supuse
que lo incomodaría y a quien no. Cerre mis
ojos, no dormiría era obvio, pero si temblaba,
siempre a estas horas me suele dar taquicardia...

-____- se acomodó para verme nuevamente.

-Dime.-

-Hacemos buen dúo, ¿no lo crees?-

--Si te refieres a las pendejadas que hablamos,
puede ser.- reí

-Podríamos hacer brillar a este mundo incluso sin energía, juntos... hacemos buen dúo y eso me gusta, ¿sabes? ni con Armin a mi lado todo el tiempo me eh sentido tan bien, contigo- me sorprendí y creo que hasta deje de respirar.

-Somos el infierno Eren jaja...-

-Oh, nada mal.- ¿ya lo había dicho? Si y muchas veces, Eren Jaeger, posee la risa y sonrisa más perfecta que se graba en cada
rincón de mi cabeza.












-Eren.-

-mmm...-

-¿Hiciste las tareas...?-

-Mierda.-

𝐕𝐢𝐝𝐚𝐬 / 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐘𝐞𝐚𝐠𝐞𝐫 𝐱 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora