EL GOLPE INESPERADO

2 2 0
                                    


Nuestros cuerpos entrelazados y exhaustos reposan sobre el lecho de locura, en el que hemos convertido tu cama. Quedamos quietas, al capricho de las últimas caricias con las que estabilizamos el ritmo de las pulsaciones. Te giras para abrazarme por detrás, pegas tu desnudez a mi espalda; pasas la pierna por encima de mi cadera, y quedo presa entre tus brazos. Dime, Sussan, ¿cómo piensas volver a tu vida convencional después de esto? No tengo respuesta. Mi silencio te ha provocado un escalofrío, y te aprietas más fuerte contra mí. Cojo tus manos con la misma fuerza con la que tú me tienes; las beso, y mis lágrimas comienzan a rodar libres por mis mejillas. ¡Cuánto lo lamento, Ruth! Pienso para mí. Y te pienso como Ruth, a pesar de tu insistencia en que no lo haga porque, de aquí en adelante, ya no volveré a usar ese apropiado apelativo, que tanto te gusta, para nombrarte… Nombrarte… sólo en mi silencio.
Parece que me estás leyendo el pensamiento, ¿lo haces? Estoy segura de que sí. Noto unas gotas que caen sobre mi piel; tus lágrimas. Intentas ahogar tus sollozos, pero estás demasiado cerca como para que yo no los oiga. Cierro mis ojos con tanta fuerza que hasta siento dolor, y maldigo… Me maldigo.
Me llevo impregnado en mi cuerpo tu olor… para siempre.

DULCE REBELDÍA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora