28 de Septiembre

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Hoy al salir he olvidado desayunar y también me he dejado tu sueter.

Para mi suerte, ha sido un día soleado y no le he necesitado.

Estuve tan ocupada hoy en clases que no he pensado en ti. Y eso, eso me alegra.

Me alegra que no hayas nublado los rayos de sol que tanto necesitaba y he vuelto a sonreír.

Creo que no te lo había mencionado, pero he vuelto a clases. Tenía la vaga esperanza que la matemática, la geometría y personas nuevas me hicieran olvidar tu ya borroso rostro. Y si que ha funcionado.

...

Por lo menos hasta que Julie entro por la vieja y demacrada puerta de madera desteñida llena de rayones y garabatos.

Se sentó detrás de mi y me miro fijamente por horas. Lo sé porque podía sentir sus ojos marrones rompiendome el cuello. Esos ojos cafés redondos y oscuros, nada parecidos a los tuyos, pero que a la vez gritaban tu nombre.

No lo he soportado y he huido del salón sin escuchar a nadie.

Simpre temí que me dejaras por alguien mejor que yo. No se si eso hiciste, pero lo cierto es que ya no estas. Me has dejado.

GoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora