El tesoro del Emperador

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Habla maldito bastardo – gruño Namjoon, mientras daba un golpe certero en el vientre de Jongin, haciendo que cayera de rodillas, aunque sin tocar el suelo, gracias a que dos soldados del pueblo lo sostenían.

Estás seguro de que no piensas hablar - intervino Seokjin, siendo esta vez el, quien sonreía con arrogancia.

Puedes torturar me todo lo que quieras, pero no te diré nada- habló Jongin entrecortada mente.

Entonces será una pena que este cachorro muera - Seokjin levantando una daga la cual sostenía en sobre el pecho del pequeño cachorro.

Jongin levantó la vista de forma rápida y su lobo salió a la superficie poniendo sus ojos de un profundo tono amarillo, logrando liberarse de sus captores y abalanzándose hacia Seokjin. Sin embargo, su movimiento fue frustrado gracias a Taehyung, quien. De forma rápida pasó el filo de su espada por la cara trasera de las rodillas, haciendo un corte certero, que obligó al emperador a caer de rodillas y gritar del dolor.

Maldito bastardo vas a pagarlo - habló con ira en su voz - suelta a mi hijo. – demando.

Sabe su majestad, no creo que usted se encuentre en posición de ordenar algo, ya que su vida está a minutos de acabar, no veo a nadie entre nosotros que desee ayudarle o siquiera le sea leal - Seokjin mando a que pusieran frente al emperador, a la emperatriz, y levantó su pulgar - ¿está seguro que no piensa decirme cuál es el antídoto? - Cuestionó de forma tranquila, nuevamente.

Por qué habría de decírtelo, un bastardo como tú padre no merece más que la muerte - un golpe seco se escuchó y las miradas se dirigieron al cachorro más pequeño de los Kim.

Mas te vale no hablar así de mi padre basura, aquí el único bastardo eres tú, y más que eso una escoria de la cual quiero deshacerme. - habló Taehyung de forma afilada, y con voz ronca y fuerte, Para luego dar un puñetazo de nuevo en la mejilla del emperador.

Entonces, su majestad, estaba por decirme cuál es el antídoto - habló de nuevo Seokjin, quien ya se estaba desesperando, con cada minuto Sehun perdía más color.

¡Jamás lo are! - grito Jongin, al ver que estaba acorralado, empezaba ya a desear la muerte, pues sus heridas ya eran muy profundas, y cada vez se sentía más débil.

Entonces su hijo morirá ahora - Namjoon desenfundó una daga y arrebató el cachorro de los brazos de Seokjin, de una forma tan rápida, que el otro no lo esperaba y sin ningún atisbo de compasión levantó la daga para insertarla en el pecho del bebé.

¡El palacio de las máscaras! - gritó la emperatriz sorprendiendo a todos - ahí habitan tres omegas hijos de su majestad, son hijos de las concubinas, los tres omegas tienen poderes, y el de Enmedio, tiene la habilidad de envenenar lo que toca cuando está molesto, también puede curar su propio veneno si toca a la persona u objeto que fue envenenado.

¡Idiota, jamás debiste hablar de ellos! - gritó el rey.

Es mi hijo, no lo mates por favor, te doy mi vida, pero perdona la de él - rogó la emperatriz, poniendo su cara al suelo frente a Namjoon. Seokjin le hizo una seña a este para que bajará la daga y le entregará al bebé, Namjoon obedeció y luego de colocar detrás del Emperador.

Eres una estúpida, bien sabes que el cachorro no es tuyo – escupió Jongin con ira, logrando tensar a la emperatriz, pero esta no se inmuto y siguió rogando frente a Seokjin por que no mataran al cachorro.

Me temo su majestad, que, a falta de su razón, es hora de que su condena sea llevada a cabo – la voz de Seokjin lo saco de sus pensamientos haciéndole palidecer, al ver que este se dio la vuelta, con el bebé en brazos. - lleven a la emperatriz a los calabozos, y que indique dónde está el palacio de las máscaras, quiero todo lo antes posible, y usted su majestad, espero se pudra en el infierno, aunque aún lo considero un premio para usted.

Serás MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora